Las mujeres de hoy en día no son las de antes.
La imagen de una mujer dedicada únicamente a su hogar, sus hijos y su esposo, ha
cambiado por otra en donde ella también sigue atenta a estas necesidades, pero
se suman sus obligaciones laborales y el tiempo que debería dedicar a si misma.
En estas mujeres, el estrés puede incidir muy negativamente
tanto en su salud física como en la
mental. En especial, este estrés afecta adversamente su sistema inmunológico, y
la lleva a tener una baja productividad en su casa y trabajo. Junto a esto,
perjudica sus relaciones maritales, el cuidado de sus hijos, y la interacción
con sus amistades.
De hecho, parece inimaginable que la mujer actual, con
tantas cargas sobre sus espaldas, pueda afrontarlas sin llegar a experimentar
algún nivel de estrés.
Sin embargo, la clave no esta en renunciar a estas
actividades, que de hecho pueden ser muy gratificantes, sino en aprender a
controlar y aliviar su nivel del estrés.
Simplemente, debe llevar a cabo estas sencillas técnicas de
relajación. Las mismas pueden ser realizadas en casi cualquier lugar, y en
cualquier momento.
A veces, toman un corto tiempo de práctica antes de llegar a
ser efectivas, pero a la larga, siempre funcionan.
Cinco sencillas técnicas de relajación
1. Tome
recreos e interrupciones
Si está en su casa, haga una caminata afuera. Descanse en
un lugar calmo durante cinco minutos. Aclare su mente y concéntrese sólo en
rejuvenecer su cuerpo, mente, y alma. Piense en cosas pacíficas y calmantes.
Llame a un amigo y exprésese, si necesita hablar. Después de cinco minutos u
otro breve lapso, regrese a la tarea que dejó pendiente.
Si está en el trabajo, levántese y circule un poco. Entable
una charla con un colega por uno o dos minutos.
Desaparezca metiéndose en un
baño para tener algún momento de soledad. Propóngase como voluntaria para ir a
hacer el pedido del almuerzo, con el fin de salir del edificio por un ratito.
Asegúrese de disfrutar de todos estos recreos, tan simplemente como lo que son,
unos recreos.
No piense en esos momentos en nada de lo que la estaba estresando,
ni en lo que todavía tiene pendiente. Relájese apenas por unos preciosos pocos
momentos. ¡Entonces, vuelva a trabajar!
2.
Respire
Haga algunas respiraciones profundas, en el mismo momento
en que empiece a sentirse agobiada. Cuente hasta diez. Permita que una profunda
respiración le ayuda a hacer circular más oxígeno a través de todo su cuerpo.
Esto la debe centrar.
3.
Ejercite diariamente
Si acaba de dar una caminata por un shopping o el parque, o
si ejercita a diario, advertirá que su nivel de estrés caerá drásticamente.
Ejercitar ayuda al cuerpo a elimina las toxinas que se relacionan con el
estrés, por lo que no debería esperar más para subirse a la bicicleta, dar una
caminata, jugar al tenis, o hacer cualquier otro(s) ejercicio que la divierta,
pero de una forma diaria.
4.
Delegue
Las mujeres tienden a hacerse cargo de más de lo que pueden
manejar, y de hecho parecen tener siempre el temor de que nadie más podría
hacer las cosas tal como las hacen ellas.
Empiece a aliviarse de las cargas. Si
su marido mezcla las prendas de color y las blancas cuando pone su ropa sucia,
sugiérale que las separe, antes que tomarse el trabajo de hacerlo usted.
Si sus
hijos adolescentes no mantienen en condiciones sus cuartos, cierre las puertas de sus
dormitorios, hasta que ellos mismos se decidan a ordenarlos. Encontrará que
estará más relajada, pero también que le resultará mucho más fácil convivir con
ellos, pues una vez que deje de tratar de encargarse de las tareas de todos los
que están alrededor suyo, se sentirá más armónica incluso para tratar con
ellos.
5.
Priorice
Esfuércese sólo por las cuestiones importantes. Olvídese de
las pequeñas y secundarias. Sepa decir basta.
Finalmente, tómese tiempo para usted misma. Si no lo tiene,
créelo, dejando de hacer cualquier actividad que le haga perder tiempo y no
esté relacionada con una obligación personal (¡como limpiar el cuarto de su
hijo adolescente!).
En el trabajo, llegue cinco minutos antes para leer y
memorizar una afirmación positiva en la mañana. Tome su bebida favorita,
mientras la lee.
En su casa, cierre la puerta del baño y ponga un cartel de
no molestar, mientras se da un baño de inmersión con hierbas aromáticas y
relajantes.
Medite y reflexione por unos pocos momentos, tanto en el
trabajo como en su casa.
Trate de sentirse feliz,
exitosa, y libre de estrés, mediante pensamientos positivos. Su productividad
aumentará. Su actitud mejorará.
Y su cuerpo, mente, y alma, le estarán agradecidos.
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