Una de las dolencias que más ha sufrido la humanidad es el dolor a nivel de la columna lumbosacra.
En el pasado, la lumbalgia llego a adquirir la importancia de una entidad nosológica (es decir, una enfermedad independiente), pero a medida que se fueron conociendo las distintas etiologías, se observó que tenían en común el dolor, hasta llegar a nuestros días en que solo tiene la categoría de síntoma (que puede tener diversos orígenes).
La lumbociatalgia es uno de los principales motivos de consulta en un gran número de servicios médicos en todo el mundo. Este síndrome, considerado uno de los más incapacitantes, en ocasiones resulta desesperante por la potencia atormentadora del dolor.
Son múltiples sus causas, las mas frecuentes son en hernia del disco intervertebral y la osteoartrosis de la columna lumbar.
Su tratamiento ha experimentado una tendencia hacia la utilización de métodos conservadores, la intervención quirúrgica rara vez es necesaria y, en ocasiones, deja al paciente con una discapacidad mayor.
Además, con el tratamiento medicamentoso no siempre se obtienen los resultados esperados, y los fármacos empleados no están exentos de reacciones indeseables.
Para el tratamiento del dolor lumbar existe un incremento en los últimos años del uso de la acupuntura y la electroacupuntura.
La acupuntura es un método terapéutico tradicional chino del cual entre los años 5000 y 2000 a.e.c. ya se registraban sistemáticamente los conocimientos teóricos y la experiencia clínica.
En el presente siglo, la técnica acupuntural se ha desarrollado adicionalmente sobre la base de la popularización y, en particular, a través de la combinación de la Medicina Tradicional asiática y la occidental.
En 1970, la Organizacion Mundial de la Salud presenta la acupuntura como una terapia eficaz para tratar 43 enfermedades: sinusitis aguda. rinitis aguda, dolor de muelas, dolor por extracción de muelas, gingivitis, gastritis, estreñimiento, diarrea, enuresis. parálisis intestinal, neuralgia del trigémino, parálisis facial, ciática, lumbalgia, cervicalgia, cervicobraquialgia, osteoartrosis, cefalea tensional, migraña y otros.
Además de las citadas, en los últimos años se ha impulsado el tratamiento de la obesidad, el insomnio, la jaqueca y la adicción al tabaco.
La acupuntura consiste en la punción de la piel con agujas filiformes en puntos determinados, no produce dolor -aunque sí es molesta- siempre que la realicen manos expertas.
Una mano hábil, con mucha practica, insertará la aguja con rapidez, y esta es la clave para que no duela. La colocación de agujas debe ser seguida de estimulación manual, aunque existe también como una de sus formas mas modernas la electroacupuntura (EA), que se basa en la estimulación de las agujas por medio de la electricidad.
Ambos son métodos prácticamente inocuo, con el que se reportan magníficos resultados en el tratamiento de esta afección.
Algunos autores plantean que la estimulación manual es superior, pero también la EA tiene ventajas manifiestas como el ahorro de tiempo, o un menor traumatismo en los tejidos.
Ambas técnicas están avaladas por estudios neurofisiológicos realizados por Wall y Melzack, que plantean la conducción del estimulo acupuntural por fibras mielínicas rápidas. También se plantean –para explicar sus efectos benéficos- mecanismos neuroendocrinos con liberación de encefalinas y endorfinas a nivel central.
Entre otras opciones de tratamiento para el dolor lumbar tenemos a la intradermoterapia que es una nueva orientación de la medicina, que acerca la terapéutica al lugar de la patología.
Esta técnica consiste en aplicar sobre la piel microgotas de medicamentos en puntos puntos "gatillo", mediante agujas muy cortas y finas, montadas en jeringas convencionales o mecánicas y que tienen efecto retard (que se extienden en el tiempo).
Otra combinación es el uso de ultrasonido (US) terapéutico que permite seleccionar la profundidad logrando de este modo una mejor respuesta en un menor tiempo de terapia.
El efecto benéfico que pose el US en la liberación de las contracturas musculares reflejas o post-traumáticas es desde varias décadas conocidas. A este efecto descontracturante se suma una acción sedante y analgésica, inducida principalmente por hiperemia (aumento del flujo de sangre) propia del electo térmico local, que favorece a la relajación de la zona afectada.
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