Existen alimentos que
pueden ayudar tanto a prevenir como a retardar el progreso de un determinado
tipo de cáncer, por lo que serían muy apropiados para consumir tanto por
aquellos que buscan evitar los riesgos de tener esta enfermedad, como por
quienes ya la tienen pero buscan combatirla con todas las armas posibles.
Por cierto, siempre será
necesario que se consulte a un doctor o nutricionista, -quienes posiblemente
podrían pedirles algunos análisis para evaluar si el consumo ampliado de estos
alimentos no podrían provocarle algunos efectos colaterales-, antes de seguir
cualquiera de las sugerencias que aquí o en otros artículos se enlistan.
Alimentos
para comer más a menudo
- Brócoli, repollo, o coliflor, que serían más
beneficios aún si se los ingiere condimentados con un poquito de aceite de
oliva o de canola, pues esto ayudará a su cuerpo a absorber los carotenoides
que contienen (que son los compuestos protectores).
- Salmón, caballa, sardinas, arenques, y otros peces que
contengan el tipo de grasas llamada EPA, que pueda aumentar el colesterol
“bueno” y, potencialmente, limitar el desarrollo de las células
cancerigenas. Se debe consumir de uno a cinco porciones por semana, y comer
también la piel y la grasa.
- Frijoles, lentejas, y porotos de soja,
que estimulan las enzimas que previenen el cáncer, y pueden ayudar a bajar
los niveles perjudiciales de estrógenos.
- Tomates, especialmente si están cocidos.
- Calabaza, especialmente cocida, que posee un más alto
nivel de beta caroteno que cualquier otro de los alimentos aquí enlistados.
- Zanahorias levemente cocidas, que son mejores que las
crudas pues así se pueden liberar mejor los carotenoides en el organismo.
- Batatas
- Verduras verdes de hoja
- Zapallo
- Pizza casera de bajo contenido graso
- Ajo y cebollas, que estimulan las enzimas que suprimen
el crecimiento de los tumores.
- Harina de soja, por lo menos un tercio de taza por día.
- Pechuga de pollo o pavo, libre de grasa en al menos 97%.
- Carne libre de grasa en por lo menos 97%.
- Brotes de brócoli (que contienen grandes cantidades de
sulforafano, que combate el crecimiento de los tumores).
- Pastas con salsas de carne roja o de pollo libres de
grasa en al menos 97%.
- Aceite de oliva en lugar de otros aceites.
- Hojas verdes de mostaza
- Té verde
- Uvas rojas o negras
- Jugo de la uva, un vaso por día
- Pomelo, especialmente en su variante rosa, que tiene un
40 por ciento más de betacaroteno que el blanco.
- Jugo de naranjas fortificado con calcio, al menos dos
vasos por día
- Frutas secas o pasas, sin agregado de azúcar.
- Yogur casero descremado, con agregado de leche
deshidatrada. Dos vasos por día.
- Miel como substituto del azúcar para las tortas,
dulces, etc.
- Nueces, para el omega 3
- Arroz integral
- Panes de trigo integral, idealmente con agregado de
harina de soja
- Leche descremada
- Harina de avena, trigo molido, cereales sin o con poca
azúcar
- Frutas frescas, especialmente los arándanos, que tienen
un 40 por ciento más de antioxidantes que los que le siguen a continuación,
las fresas.
Cinco alimentos para considerar evitar
- Aceites hidrogenados, como la margarina. O los alimentos
que tienen aceites hidrogenados entre sus ingredientes, así como también
cualquier tipo de comidas fritas. - Comidas con grasas animales, como por ejemplo la leche
entera o cremas, queso, yogur entero, manteca, salsas. Este tipo de
productos pueden contribuir al desarrollo del cáncer y pueden interferir en
la absorción de los carotenoides.
- Leche entera.
- Carne con 96 por ciento de grasa.
- Carnes rojas en general.