Comida vegetariana para los niños
Si eres un padre vegetariano, probablemente hayas considerado poner a tu hijo bajo la misma dieta. Esto es muy factible, ya que crees que es la mejor elección desde el punto de vista dietario y, tal vez, desde el ángulo ético. Por otra parte, ahorrarás tiempo y facilitarás la planificación de las comidas. Eso es un hecho.
Por otra parte, puedes no ser vegetariano y tener un hijo que está atravesando una fase vegetariana, en la que él o ella rechaza las carnes pero no ingiere alimentos suficientemente nutritivos como para compensar el agujero nutricional.
Cualquiera sea el caso, debes querer saber si una dieta vegetariana es una opción sustentable y saludable para un chico. Además, posiblemente hayas escuchado que una dieta vegetariana podría estancar el crecimiento de tu hijo.
Todas estas cuestiones pueden haber frenado, hasta ahora, esa decisión de poner a tu hijo bajo una dieta vegetariana.
Dieta vegetariana: ¿sí o no?
En cualquier caso, debes tener en cuenta que lo antedicho es, de hecho, absolutamente cierto si la dieta vegetariana está diagramada de forma pobre. Es decir, que una dieta mal programada puede llegar a causar deficiencias serias a corto y largo plazo, especialmente en los niños, que aún no tienen suficientes reservas de vitaminas y minerales en sus cuerpos.
Si no has hecho una investigación minuciosa y si no te sientes preparado para poner a tu hijo bajo una dieta vegetariana, entonces lo mejor sería no hacerlo. No obstante, si has llevado a cabo una investigación, y estás al tanto del tipo de nutrientes que faltan en una dieta vegetariana, sabrás que estos problemas pueden ser revertidos con alguna clase de planificación alimenticia.
Del mismo modo, posiblemente estés al tanto que esta dieta puede mejorar la salud de tu hijo, limitando su exposición a productos que, con frecuencia, son tratados con hormonas y preservantes.
Para iniciar a tu hijo en una dieta vegetariana debes asegurarte que el plan alimentario asegure una cantidad adecuada de los siguientes elementos (que muchas veces suelen escasear en éste tipo de dietas):
- Proteínas: corrobora que tu hijo consuma suficientes proteínas a partir de fuentes adicionales tales como nueces y soja.
- Calcio: procura que la dieta de tu hijo sea rica en calcio incluyendo gran cantidad de vegetales de hojas verdes.
- Hierro: incrementa la proporción de hierro en la dieta incluyendo porotos, soja y cereales.
- Zinc: enriquece el plan alimentario de tu hijo incrementando la cantidad de nueces, mantequilla de maní, y hongos.
Si te concentras en compensar todas estás deficiencias comunes que tienen las dietas de vegetales, verás que tu hijo no correrá riesgo alguno al practicarlas.
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