Cuencos Tibetanos

¿Qué son, y cómo se utilizan los cuencos tibetanos, o cuencos cantores?  

Los cuencos
cantores, oriundos de los Himalayas, son también conocidos como cuencos
tibetanos. El origen y la función primaria de estos cuencos metálicos, junto con
sus sonidos fascinantes y etéreos, y su innegable influencia en el cuerpo, mente
y alma, aun sigue rodeada de un aura de misterios.

Los cuencos cantores se usan
como una ayuda en la meditación, relajación, armonización y desbloqueos
energéticos, entre otras cosas.

Son un instrumento que produce un efecto equilibrador y armónico en toda nuestra
existencia humana, los cuencos tibetanos pueden ejercer gran influencia, ahora y
en el fututo, sobre nuestra capacidad de expandir la conciencia, en nuestra
transformación y sanacion.

Los cuencos cantores, realizados de siete metales sagrados; oro, plata,
mercurio, cobre, hierro, estaño y plomo. son instrumentos singulares.

Sin
embargo, cuando uno empieza a golpear o mover estos cuencos con distintos tipos
de palillos o batidores, se transforman en el aire circundante, vibraciones
inesperadamente calidas, profundas y perceptibles, convirtiéndose en sonidos
plenos y armoniosos, preñados de una orquesta completa de armonías.

Debido a sus
cualidades espirituales, los sonidos que desprenden los cuencos pueden conmover
en lo más profundo de las almas, transfiriendo su poder transformador.

Dado que cada uno de nosotros vibra en una frecuencia exclusiva no
necesariamente un cuenco sonando produciría el mismo efecto en las personas que
reciben los sonidos.

Desde un punto de vista físico, las vibraciones de un
cuenco cantor resuenan con las vibraciones particulares de la persona, mas
profunda y esencialmente, y penetran en los huesos, fluidos corporales y sus
células.

Los cuerpos mas enrarecidos de su aura, como el cuerpo etéreo, astral,
emocional, mental y espiritual también reciben estas vibraciones, y ejercen
influencia entre si.

El poder
curativo del sonido

Los seres humanos han empleado el sonido desde los albores de la humanidad para
recibir información de su entorno y para comunicarse, así como también para
sanar y transformar.

Casi todas la culturas antiguas y todas las poblaciones
autóctonas creían que el sonido era la fuerza creativa, generatriz, responsable
de la creación del universo.

Sabemos con toda certeza, como también lo sabían los antiguos, que todo el
universo está formado por átomos. Cada átomo está formado por un núcleo
(neutrones y protones) y un electrón o electrones que giran a gran velocidad
alrededor del núcleo.

El número de cada una de estas partículas difiere según la
naturaleza de la materia. El movimiento de giro de los electrones origina un
compás o cadencia que crea una onda; onda que es posible distinguir mediante
nuestra percepción humana como forma o materia. Siempre que coexisten cadencia,
onda y forma, se produce Sonido.

Este conjunto recibe el nombre de la "Ley de
los tres". No es difícil relacionarlo con otros conjuntos o tríos como el de la
"Santísima Trinidad", así como otros grupos de tres divinidades o aspectos que
también se da en otras religiones y culturas.

Si comparamos la distancia de los electrones al núcleo de cualquier átomo,
descubriremos que resulta proporcional a la de la Tierra al Sol (de
aproximadamente 220 millones de Km).

En otros términos, lo que nuestros sentidos
humanos perciben como materia, no es otra cosa que un conjunto de campos
electromagnéticos resonantes, estrechamente vinculados e ínter penetrados: en
resumen una manifestación densa de SONIDO (con mucho espacio intercalado).

Toda
la materia es sonido y emite sonido, aunque dichos sonidos se encuentren, en su
mayoría, fuera de nuestro limitado sentido físico de la audición. Nuestros
cuerpo físicos, por consiguiente, son también campos electromagnéticos
resonantes, como también lo son nuestras auras, ambos generados por los átomos
que nos configuran.

La ciencia de la cimática demuestra de forma visual el modo
en que el sonido configura la materia. La cimática consiste en el estudio del
fenómeno de las ondas, y fue "descubierto" (como también se afirma que Colón
"descubrió" América), en la década de los 30 por el científico alemán, Dr. Hans
Jenny.

Sus experimentos demostraron que, si se colocan polvos finos, arena y
virutas de acero sobre una lámina de metal y se les aplica una vibración de
ondas acústicas, dichas partículas se organizaban formando patrones intrincados.

Las diferentes sustancias se concentran en los senos o depresiones de las ondas
acústicas, destacando de ese modo el lugar donde el sonido es más denso.

Estos
sorprendentes patrones, también conocidos como figuras Chalynadi, configuran, en
el caso de los sonidos armoniosos, mandalas geométricos simétricos. En algunos
casos no son simétricos, sin embargo resulta fascinante su contemplación.

Nosotros estamos vibrando constantemente. Cada molécula, célula, tejido, órgano,
glándula, hueso y fluido de nuestros cuerpos tiene su propio índice
(coeficiente) de vibración. Lo mismo ocurre con cada chakra y cada estrato de
campo electromagnético, o aura.

Estos puntos y campos de energía son de igual
importancia para el cuerpo físico, aunque menos densos. En cierto sentido
reflejan el estado del cuerpo físico aunque, lo que es más importante, el cuerpo
físico refleja el estado del aura.

La ciencia de la cimática prueba más allá de
toda duda, que cualquier sonido cercano al organismo humano originará un cambio
físico en el interior del organismo y sus campos electromagnéticos.

Este cambio
puede que solamente sea temporal, pero mientras perdura es posible que provoque
ciertos factores muy poderosos y mágicos. Este es el momento de la sanación.

La mayoría de las enfermedades empiezan en uno de los cuerpos sutiles. Nuestros
pensamientos, emociones y programación negativos adoptan una forma densa, a modo
de patrones de energía cristalizados en nuestros campos etéricos.

Esos patrones
cristalizados van penetrando gradualmente, hasta que, en última instancia, se
manifiestan como la enfermedad física en el cuerpo, nuestro campo
electromagnético más denso.

El sonido es capaz de disolver estas
cristalizaciones o energías potencialmente dañinas mucho antes de que lleguen al
cuerpo físico. Lo cual no es otra cosa que medicina preventiva en su estado más
puro.

Mediante el empleo regular del sonido combinado con la intención, podemos
empezar a vibrar de manera más rápida, a un nivel celular o molecular.

Esto
recibe el nombre de "subir la frecuencia". Un índice de vibración más elevado
crea mayores espacios entre las células, lo que las hace menos densas, evitando
que las energías negativas o ajenas se nos adhieran fácilmente.

Los cuencos cantores como apoyo para la relajación, meditación, concentración y
transformación.La meditación es un estado de descanso para la mente.

Es una oportunidad para
permitir, que nuestra psiquis se pueda relajar y liberar las tensiones, el
agotamiento y el estrés. Una vez que hemos aprendido a calmarnos, esta técnica
puede servir para accedes a niveles mas profundos en nuestro ¨ser¨, de manera
directa y concreta.

El uso de cuencos tibetanos durante la meditación es una herramienta que nos
ayuda llegar mas rápidamente a dicho estado.

Ya que al igual que los mantras se
utilizan para lograr que la mente llegue mas fácil a un estado de descanso y
relajación ingresando así a un estado contemplativo y meditativo el sonido que
producen los cuencos tienen ese mismo fin, es un sonido tan armónico que nos va
llevando sin esfuerzo alguno, las vibraciones del cuenco penetran a nuestro
cuerpo y armonizan, acomodando nuestras energías, a la vez que su sonido
circular nos va llevando a la expansión de la conciencia.

Son muchas las
personas que coinciden en describir el estado que se alcanza dejando se llevar
por este sonido como una …vuelta la hogar…donde sin lugar a duda existe una
sensación de paz absoluta.

Las vibraciones de los cuencos pueden afectarnos desde lo mas profundo de
nuestras almas. Los sentimientos comienzan a fluir en direcciones que no pueden
preverse, formando canales para futuros acontecimientos. El timbre del cuenco y
el ritmo de los sonidos también pueden producir una inesperada transformación
interna.

La mayoría de las personas sienten las vibraciones de los cuencos como una
experiencia muy apaciguadora, y por eso los cuencos son tan utilizados en los
ejercicios de relajación y entre los grupos de meditación.

A fin de utilizar
los cuencos es esencial que las personas estén en calma o logren un estado de
tranquilidad y relajación. Solo cuando se sienta completamente apaciguado podrá
entregarse a la vibración sonora y conectarse con ella.

Al escuchar los cuencos tibetanos y sentir sus vibraciones, estará en
condiciones de trabajar sobre su propia conciencia espiritual.

El aspecto
musical de los cuencos se convierte en una actividad sagrada, particularmente
cuando sus energías sanadoras y transformadoras ejercen un efecto sobre usted,
pudiendo experimentar su propia belleza interior, alcanzando un sentimiento de
dicha y satisfacción en esta atmósfera meditativa.

Relajación,
yoga nidra y cuencos tibetanos

Dentro de la práctica del yoga una de las
técnicas más eficaces de relajación es el ¨yoga nidra¨.
El yoga nidra se deriva de los tantras y es muy poderosa técnica en la que se
aprende a relajarse de manera consciente. Para obtener la relajación absoluta hay
que permanecer consciente. Esto es el yoga nidra: el estado de sueño dinámico.

Es un método sistemático de inducir completa relajación física, mental y
emocional. Durante su práctica parecería que la persona esta dormida, pero la
conciencia esta funcionando a un nivel mas profundo. En este estado intermedio
entre el sueño y la vigilia, ocurre espontáneamente el contacto con las
dimensiones consciente e inconsciente.

El estado de relajación se alcanza cuando la mente se torna hacia adentro,
alejándose de la experiencia exterior.
Al emplear esta o cualquier otra técnica donde se busque la relajación y
descanso de la persona en todos sus niveles ( físico, psíquico y espiritual) se
puede incorporar la utilización de sonidos producidos por los cuencos.

A fin de permitir que el sonido lo penetre, usted puede creas un estado de
¨sueño en vigilia¨ (yoga nidra…). Este estado de conciencia en el que se entra
es el umbral entre la conciencia diurna y la nocturna. Lo que se busca es
desconectar los patrones normales de pensamientos, ingresando en un estado de
trance leve.


Este estado puede alcanzarse escuchando las vibraciones armoniosas
de los cuencos tibetanos, que aumentan la relajación. En este momento usted se
encuentra mas abierto a las impresiones y percepciones, y un baño de sonido
funcionara en todos los niveles, es decir, físico, emocional, mental, social y
espiritual.

Las opciones para la incorporación de sonidos son variadas, … desde el hacerlo
durante las visualizaciones, haciendo un reequilibrio de hemisferios, relajando
cada parte del cuerpo con los sonidos o simplemente utilizando su sonido con un
golpecito para marcar el comienzo y fin de la relajación.


Sincronización de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro

Para la mayoría de los adultos, el hemisferio izquierdo del cerebro es el mas
activo. Este se relaciona con el pensamiento lógico, las matemáticas y el
análisis, y el centro del lenguaje. El hemisferio derecho maneja los
sentimientos, las percepciones visuales, los sueños, la creatividad, la música,
la sexualidad, la intuición y la espiritualidad.

Idealmente, las dos mitades del cerebro están en armonía entre si. Muchos
métodos alternativos, que van desde el trabajo con ejercicios de yoga, taichi, o
la incorporación de la terapia con sonidos, apuntan a estimular el hemisferio
derecho subdesarrollado, para que el equilibrio pueda restablecerse.

La técnica de reequilibrio se puede incorporar en visualizaciones, en la
relajación o simplemente como una practica ahislada.

La técnica en si consiste en golpear primero el cuenco 3 veces en la coronilla,
luego 3 golpes en el lado derecho de la cabeza, 3 golpes al lado izquierdo y
terminamos nuevamente con 3 golpes en la coronilla.

Si la persona es una sola se
trabaja directamente haciendo los movimientos reales con el cuenco, y si fuesen
mas de una se puede hacer que las personas trabajes visualizando el sonido
ingresar a su cuerpo en el recorrido explicado anteriormente.

Conclusión

Los cuencos tibetanos son simplemente una herramienta mas que dentro de una
clase de yoga se pueden utilizar tanto como complemento de meditación como de la
relajación. Utilizando el sonido como una forma mas rápida de hacer llegar a las
personas a un estado que se desee.

Al igual que el yoga busca el equilibrio energético de las personas los cuencos
con el sonido y la vibración que emiten producen dicho efecto…insisto…es
simplemente una herramienta mas…


Bibliografía utilizada:

– ¨Armonizacion personal mediante los cuencos cantores¨
Anneke Huyser
– ¨El poder curativo del sonido¨; articulo Nestor Kornblum
– ¨Yoga Nidra¨ Swami Sastyananda Saraswati

Por Prof.
Romina Allemanni

http://www.bioarmonia.com.ar

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