¿Por qué algunos ambientes elevan nuestros espíritus y nos hacen respirar profundo, mientras que otros succionan nuestra energía? Parece que muchos de nosotros hemos olvidado qué tan profundamente estamos conectados al espacio que habitamos, y la importancia que tiene un microclima balanceado para nuestro bienestar.
Es un hecho que el mundo moderno no se caracteriza por habernos facilitado las vidas. Por lo tanto, la necesidad de crear un ambiente hogareño saludable y vibrante no puede ser subestimada. Debemos tener un espacio seguro, pacífico y energéticamente balanceado, donde nuestros cuerpos puedan quitarse sus caparazones protectores y concentrarse en la regeneración y la reconciliación con el propio ser.
El Feng Shui es un arte y una ciencia antiguos, que se ha usado por más de 5.000 años para sanar, balancear y enriquecer la vida de los individuos. Es un cuerpo complejo de conocimientos que revela cómo los humanos están conectados con su medio ambiente, y que muestra las distintas maneras de cambiar aspectos específicos de la vida personal, a partir de cambios en el ámbito laboral u habitacional.
Estar al tanto de este tipo de conexión y su influencia en todos los aspectos de la vida, hace que lleve a la valoración del Feng Shui como elemento para mejorar la salud, la vitalidad y el bienestar general.
Los cinco elementos
Una de las principales bases del Feng Shui es la Teoría de los Cinco Elementos, que son Fuego, Tierra, Metal, Agua y Madera. Estos elementos son las cinco posibles manifestaciones de la energía universal, y están representados en nuestro medio ambiente por colores, formas, texturas, aromas, sabores, etcétera.
Estos interactúan, los unos con los otros, en ciertas formas. De este modo, el ciclo básico puede ser Constructivo (cuando los elementos se apoyan entre sí) o Destructivo (cuando un elemento destruye al otro).
El entendimiento de esta teoría y sus aplicaciones puede ser una herramienta muy poderosa para tu vida. En vistas de experimentar altos niveles de vitalidad e incrementar el sentimiento de bienestar, los maestros del Feng Shui recomiendan vivir en sitios que apoyen y nutran tu elemento natal.
Cada uno de nosotros tiene un elemento predominante, que es calculado a partir del año de nacimiento. Para saber cuál es tu elemento propio, busca en las tablas específicas que aparecen en numerosos libros de Feng Shui. Una vez que conozcas tu elemento, echa un vistazo a tu hogar y fíjate qué elemento aparece con mayor frecuencia.
Asimismo, cada ambiente tiene su propio elemento predominante. Por ejemplo, si tu living posee cortinas púrpuras, piezas de arte en su mayoría de color rojo o anaranjado, varias velas, chimenea, objetos triangulares, formas en puntas, etcétera; entonces el elemento del ambiente es el Fuego.
Si tu elemento natal es la Madera, y vives en un ambiente de Fuego, tendrás una tendencia a experimentar dolores de cabeza, incapacidad de relajación, discusiones familiares constantes y sentimientos prolongados de agotamiento.
Ya que el Fuego quema a la Madera, si quieres mejorar tu bienestar, necesitarás reducir el elemento Fuego en tu ambiente. Para remediar esta situación, puede que quieras agregar objetos de tu propio elemento (Madera) y/o algunos elementos de Agua, que atenúan la intensidad del Fuego.
Puedes llevar el elemento Madera a tu ambiente con los colores marrón y verde. Por su parte, y en ese sentido, el bambú verde es una planta especialmente poderosa. Los objetos de formas rectangulares y los objetos de madera también son efectivos.
El Agua puede ser representada por una pequeña fuente o una cascada, imágenes de agua (océanos, lagos y ríos), espejos, formas ondeadas y curvas. En cuanto a los colores, el negro y el azul profundo son los más poderosos.
El escenario descrito anteriormente también es verdadero para las personas cuyo elemento natal es el Metal, ya que éste es derretido por el Fuego. Sin embargo, un sujeto de Tierra o Agua se sentirá muy bien en ese ambiente, y fácilmente te puedes imaginar por qué. Ambos elementos no son desbordados por la energía del Fuego.
El Feng Shui y la salud
Un antiguo proverbio chino dice que los maestros del Feng Shui son el equivalente de los doctores occidentales. Y esto tiene una explicación. El arte y la ciencia del Feng Shui tiene un número inagotable de recomendaciones, curas y soluciones para cada persona y espacio, ya sea el hogar, la oficina o el jardín.
Al igual que nuestro cuerpo tiene su anatomía específica, el espacio en que habitamos también tiene su fisonomía, con sus propias particularidades. Las áreas específicas de tu vida, así como los órganos específicos de tu cuerpo, se relacionan a áreas puntuales de tu hogar. Por ejemplo, el área Este es responsable de la Familia y la Salud.
Por otra parte, el elemento del Este es la Madera, de modo que es inteligente evitar la colocación de objetos representativos del Fuego o el Metal en esta área de tu casa o negocio. Si sufres de ciertos padecimientos corporales, puedes elegir colocar en el área Este una pintura, fotografía, o cualquier otra representación de una planta medicinal, particularmente saludable para ti (por ejemplo, amargón para los problemas relacionados al hígado).
Recomendaciones para mejorar la salud y la vitalidad
Mantén el centro de tu casa limpio y libre de desorden. Éste es considerado el Corazón del Hogar y es un área sagrada para muchas culturas milenarias. Asimismo, se debe evitar la colación de objetos pesados.
El centro de tu casa es un excelente lugar para ubicar una fuente, algunos cristales, campanas o campanillas de sonido armonioso, fotos felices de tus seres queridos, y otros artículos que se comuniquen directamente con tu corazón.
Elimina o reduce la cantidad de elementos de metal de tu dormitorio. Lo mismo para los conductos metálicos de electricidad. Trabaja en la reducción de los campos electromagnéticos en tu dormitorio. Provee a tu cuerpo un espacio ideal para regenerarse, curarse, y purificarse durante el sueño.
No duermas bajo vigas o techos en pendiente. No duermas con los pies en línea con la puerta. Elije un buen colchón y una buena cabecera de cama.
Ten en cuenta la calidad del aire en tu espacio. Ventila tu casa a menudo y utiliza aceites esenciales de lavanda, manzanilla, salvia, olíbano, bergamota, etcétera, para purificar el espacio, elevar los espíritus y mejorar el sentido de bienestar.
Considera que emplear un purificador de aire puede ser necesario para mantener la pureza del ambiente. Ten plantas específicas destinadas a la purificación del aire, tales como lirios, helechos, azucenas, etcétera. El color verde, por su parte, es muy sanador.
Ten una entrada agradable, que de la bienvenida a quienes ingresan. Ésta debe ser chispeante y espaciosa, de modo que eleve los niveles de energía. Si la entrada enfrenta a paredes o escaleras, aplica curas específicas del Feng Shui o tu vida podría verse plagada de padecimientos evitables.
Rodéate de los objetos que amas y de las personas que enaltecen tu espíritu. Trata de destinar algo de tiempo a la naturaleza, al menos una vez al día. Haz de tu casa un refugio sanador del estrés que encuentras durante el día, aplicando diversas técnicas del Feng Shui y reduciendo los contaminadores internos presentes en la mayoría de las viviendas.
Siguiendo estas recomendaciones básicas y simples, puedes mejorar sensiblemente tu sentido del bienestar. La belleza y la armonía se harán presentes en tu vida y crearán un nuevo ambiente para ti y para tus seres queridos.
Go to this article in english:
Y ya que estamos hablando de lograr el hogar que siempre soñaste, ¿has pensado en el feng shui?
Inscríbete ahora en nuestro curso gratis de Feng Shui, haciendo clic aquí.