Los tratamientos
de revitalización consisten en la aplicación de implantes Intramusculares de Complejos
Tisulares de alta bio-disponibilidad.
Esto significa
que la política de aplicación depende exclusivamente de factores biológicos y
fisiológicos, y no de un ritmo impuesto por el médico.
Debido a que
existen varias estrategias de
tratamiento, cada una dependiente de lo que el paciente quiera obtener a priori,
hay que determinar primero si lo que se desea lograr es una
revitalización general de todo el organismo, o en cambio, una revitalización
de un órgano en especial o de alguno de los sistemas de órganos del cuerpo.
Esto es
importante porque muchas personas desean tan solo aumentar la vitalidad, la
energía muscular y el rejuvenecimiento de alguna de sus glándulas para poder
sentirse más fuertes, jóvenes y vitales; mientras que otros tienen por
objetivo principal "apostar" al futuro y prevenir el deterioro
corporal que sobrevendrá en el futuro cercano, evitando de antemano la
"decrepitud" de su unidad cuerpo-mente, y basándose en historias
familiares de tendencias particulares ( artrosis, Alzheimer, cáncer, prolapsos
viscerales, osteoporosis, etc.) proyectan por anticipado la batalla que les
prevendrá de tales trastornos.
Como se podrá
apreciar, no siempre es el profesional el que decide ¿Qué hacer?, sino que
corresponde decidir en "conjunto".
Todo es válido
cuando se trata de gozar de la existencia con la mejor calidad de vida
posible.
Para dar una
idea, hay tratamientos que se aplican de una sola vez, realizando varios
"implantes" en el mismo día (se los denomina: una serie),
los cuales se repiten cada 3 meses (comprenden 3 series en total).
Por otra
parte, existen tratamientos que se aplican cada 40-45 días (en total 4 veces) y
que incluyen toda una serie de HIDROLIZADOS bebibles que complementan a
los inyectables, y que el paciente va tomando entre cada implante.
Sea cual fuere
el tratamiento a efectuar, es imprescindible contar con un "chequeo"
previo de laboratorio básico y obligatorio, que consiste en Hemograma completo,
Hepatograma, Colesterolemia total, HDL y LDL, Glucemia, Uremia y Uricemia, y un
Proteinograma electroforético.
A las personas con antecedentes de trastornos de
la Glándula Tiroides, se les pide también un Perfil Hormonal Tiroideo
reciente.