¿Tienes alguna idea de cuántas expresiones faciales hacemos al día?. Desde luego que no sabemos el número con certeza, pero de seguro que es grande, tal vez sea más grande de lo que jamás hubieras creído, y sumale a la mezcla todas las tensiones y malas emociones, y nuestros músculos faciales se convertirán en un verdadero desastre.
Desde el mentón hasta el cuero cabelludo, la mayoría de nosotros no tenemos idea de la importante función que cumplen los músculos de la cara en nuestra vida diaria.
La musculatura facial consta de cincuenta y siete músculos que hay que trabajar con una batería de toques muy concretos, su práctica estimula la circulación y oxigena los tejidos, lo que hace que mejore el tono de la piel.
Como por otra parte este ejercicio pasivo hace que los músculos ejercitados aumenten en tamaño y fortaleza, el rostro adquiere firmeza y sus volúmenes se definen.
Los masajes faciales son fantásticos para evitar las tensiones que se van reflejando a lo largo de la vida, y generalmente de forma negativa en nuestra expresión facial.
Antes de poner las manos sobre algún rostro, será bueno que leas nuestro artículo sobre técnicas básicas del masaje, luego, podrías refinar un poco tus técnicas con masajes menos exigentes, como son los masajes de pies o de espaldas, y ahora sí, conviértete en un masajista experto dándole a tu pareja un masaje de rostro relajante e irresistible.
Nota: Hemos dividido este artículo en dos series de técnicas de masajes que pueden ser utilizadas en la cara y en el cuero cabelludo.
Si bien cualquiera de estas técnicas sirven para hacer gozar a tu pareja, recomendamos altamente que experimentes con aquellas que más te gustan, de modo que puedas aprender a moverte con suavidad de una a otra, pero antes, algunos consejos que debes tener en cuenta:
· Lava tus manos. Es sorprendente la mugre y la cantidad de gérmenes que pueden recoger.
· Asegúrate de que tus uñas no estén filosas, ya que esto podría generar algunos inconvenientes.
· Procura ser suave con la piel de la cara, no querrás producir ningún estiramiento o desgarro doloroso.
· Usa aceite para masaje facial para conseguir un masaje más efectivo.
· Poco aceite es mejor que mucho. En todo caso, siempre hay tiempo para agregar un poco más.
· Mantén abiertas las líneas de comunicación con tu pareja de manera que puedas conocer sus preferencias y sus sensaciones.
· A no ser que así te lo soliciten, no descanses tus manos sobre la cabeza de tu pareja mientras te encuentras en sesión de masajes.
· El éxito se alcanza únicamente con la práctica, así que relájate y aprende.
Acariciando al gatito
Con tu pareja recostada boca arriba, comienza a efectuar caricias en la zona entre las cejas, subiendo gradualmente al cuero cabelludo, casi sin realizar presión. Empuja el tejido frontal ligeramente hacia el cuero cabelludo.
Tus manos deberán alternarse, mientras una comienza el movimiento, la otra lo va terminando. De esta manera, tu pareja tiene una sensación de relajación continua, y desde luego, no es necesario que mantengas un ritmo específico. Puedes variar tanto los tiempos como los movimientos de las manos.
Masajeando las cejas
Con los dedos pulgares comenzando justo en el interior de cada ceja —apenas sobre la órbita del ojo—, ejerciendo una presión muy ligera, presiona cada pulgar a lo largo de cada ceja y en dirección al cuero cabelludo. El movimiento debe finalizar al alcanzar el casco capilar.
Escalera al cielo
Similar a la técnica anterior, con la diferencia de que antes de volver a iniciar el movimiento debes repetir la técnica a lo largo de las líneas de la frente hasta llegar al nacimiento del cabello.
Relajando la quijada
Ubica tus manos a ambos lados de la cara de tu pareja, y con cada pulgar —o con los tres dedos medios—, dibujando círculos medianos y livianos, muévete hacia arriba y hacia abajo entre el mentón y el lóbulo de la oreja.
Puedes agregar un buen toque cambiando aleatoriamente el tamaño de los círculos que dibujan tus dedos, la dirección de los mismos, haciendo pequeños ochos en vez de círculos, y modificando el grado de presión.
Ojos contentos
Para este movimiento, masajea alrededor de los ojos, siguiendo su contorno. Efectúa golpes pequeños y ligeros con las yemas de los dedos, en el hueso de la fosa orbital. Haz círculos hacia arriba con tus yemas a ambos lados de la nariz, puedes apostar que una sonrisa se dibujará en el rostro de tu pareja.
Masajes sobre las sienes
Junta los dedos índice y medio de cada mano y ubícalos sobre las sienes de tu pareja. Ahora, dibuja lentos círculos con presión media y repite algunas veces. Comienza a agrandar el dibujo cada vez y dirígete lentamente hacia el cuero cabelludo, luego repite.
Frotando los lóbulos
Usando los dedos índice y pulgar de cada mano, presiona suavemente sobre los bordes de las orejas de tu pareja, realizando un movimiento circular. Viaja hacia arriba y hacia abajo del lóbulo de la oreja, procurando siempre tener cuidado con los aretes —si los hubiera—.
Masajeando el cuero cabelludo
Usando todas las yemas de tus dedos, y ejerciendo una presión ligera o mediana, explora el cuero cabelludo de tu afortunada pareja.
Puedes dibujar círculos pequeños, círculos grandes, o simplemente mover los dedos de un lado a otro, de cualquier manera, el efecto sobre la otra persona será agradable.
Para un efecto superador, seguramente querrás prestar especial atención a la parte posterior del cuero cabelludo —la parte de la nuca—.
Como siempre, recuerda que la diversidad de movimientos impide que el cuerpo se acostumbre y continúe gozando, así que asegúrate de mantener la variedad.
Aliviando la comezón
A algunas personas no les gusta esta técnica, pero a aquellos que sí les gusta, lo disfrutan enormemente, así que vamos a hacerlo después de todo. Usando tus uñas, en forma muy suave, rasca la cabeza de tu pareja. Comienza por la nuca y lentamente explora toda la cabeza.
Relajando
Usando los dedos pulgar e índice de tu mano dominante, sujeta la parte posterior del cuello de tu pareja y masajéala haciendo pequeños círculos en la línea de la nuca.
Experimenta con círculos de distintos tamaños y asimismo, puedes recurrir a un movimiento similar al del masaje de las cejas.
Los masajes en esta zona pueden hacerse con ambas manos, pero la mayoría de las personas tienen dificultades para ejercer una presión justa y adecuada de esta manera. En consecuencia, recomendamos hacerlo solo con una mano.