Desde su corta infancia aprendió entonces a conocer la
naturaleza, estudiando plantas, y hierbas curativas. Estudió gran variedad de
plantas tanto de los prados, como de los bosques y de los pantanos.
El habla de su primer maestro, su padre que lo instruyó en latín,
botánica y cirugía. En su juventud lo envían al monasterio de los benedictinos
de San Andrés en Levanthal y allí se conoce con el obispo Eberhard Baumgartener
gran alquimista. Luego pasa a Basilea donde continúa con los estudios y alli es
cuando reconoce que es imposible dedicarse a la medicina sin saber astrología.
Paracelso quería la unión del alma y el
espíritu divino, para concebir el funcionamiento del Espíritu Universal dentro
de la Naturaleza.
Fue el primero en hablar de la transmisión psíquica, o sea
transmisión de pensamiento a distancia. En sus escritos se lee: ”la Magia es
sabiduría, es el empleo consciente de las fuerzas espirituales, para la
obtención de fenómenos visibles, o tangibles, reales o ilusorios, es el uso
bienechor del poder de la voluntad, del amor y de la imaginación; es la fuerza
mas poderosa del espíritu humano empleada en el bien. La Magia no es brujería.”
Paracelso fue quien dividió la naturaleza
en Fuego, Aire, Agua y Tierra como lo hacían los antiguos, pero él quería
separalos y analizarlos. Su laboratorio era el de un gran alquimista, con
crisoles, balanzas, alambiques.
Comparó y utilizó el Macrocosmos y Microcosmos y dice “la fe es
una estrella luminosa que guía al investigador a través de los secretos de la
Naturaleza. Es necesario buscar vuestro punto de apoyo en Dios”. Y hace que el
macrocosmos y el microcosmos no quede solo en teoría, sino que debe ser una
terapéutica eficaz.
Para él “ un médico antes de extender una receta hay que mirar el
cielo” “No se puede comprender al hombre, sino por medio del cielo, pues somos
hijos del cielo”. “El médico debe ser lo Astral”.
Cuando fallece, se celebran sus funerales con gran pompa y en su
lápida se lee la siguiente inscripción:
“Aquí yace Felipe Teofrasto Bombast von Hohenheim. Famoso doctor
en Medicina que curó toda clase de heridas, la lepra, la gota, la hidropesía y
otras varias enfermedades del cuerpo, con ciencia maravillosa. Murió el día 24
de septiembre del año 1541”.
Fuente:
Mujer Bonita