¿Se puede evitar el envejecimiento?

¿Qué puede ofrecernos la Medicina Natural como alternativa para evitar el deterioro físico y funcional que acompaña al avance de la edad?

Según Danielle D’Arc: “la edad que se querría tener perjudica la que se tiene”. Esto último no es ni más ni menos que la expresión del “inconformismo” con que la mayoría de nosotros recibimos la noticia del paso inexorable del tiempo fisiológico, siendo éste último un parámetro no siempre correlativo con las cifras cronológicas. 

Los adictos al “ Movimiento por la Inmortalidad” están convencidos que el envejecimiento es simplemente el resultado de una mala nutrición del cuerpo y del espíritu, y que la prevención y/o la mejoría del Síndrome de la Vejez, debería basarse en dietas, ayunos, ejercicios, tomas de conciencia y un regreso a las Naturaleza. Algo así como el recurso de la “Fuente de la Juventud Eterna”. 

Desde otra óptica, J.L. Barrault solía decir que “la edad madura es aquella en la cual se es joven todavía, pero con mucho más esfuerzo”.

Es justamente para este último punto de vista, en donde la Medicina debería ofrecer respuestas más claras y acciones preventivas más precisas y eficaces, ya que en términos prácticos lo que más nos interesa en la vida es transitarla sin contratiempos y gastar nuestras energías físicas y mentales solamente en el “placer” de la existencia cotidiana. 

Recorrer la vida con la obligación de sentirnos cada día más jóvenes es una cuestión que deberíamos encarar no sólo desde el punto de vista médico, sino que también nos llevaría a convertir ese axioma en nuestro lema existencial, transformándolo en una verdadera obsesión, obligando a que quienes nos rodean, sientan y piensen igual al respecto. 

“La tragedia de la edad (al decir de Andrés Segovia) no es ser viejo, sino que uno aún es joven y la gente no lo nota”

Desde un punto de vista clínico-esquemático, se acostumbra a diferenciar el “envejecimiento normal que se debe al mero transcurrir de los años, del envejecimiento patológico” que se atribuye a causas originadas en
enfermedades agudas y/o crónicas, a factores agresivos ambientales, a intoxicaciones relacionadas con el abuso del tabaco, el alcohol o las drogas, a accidentes vasculares cerebrales, a la presencia de tumores, a traumas físicos y emocionales intensos del pasado, al stress cotidiano y -más a menudo de lo que se piensa- a reacciones secundarias a cierta clase de medicación recibida. 

Un ensayo de Definición arbitraria del Envejecimiento:

Tanto una forma como la otra (independientemente de las causas predisponentes y desencadenantes) hacen referencia a los cambios físicos, funcionales, emocionales (sensibilidad y afectos), psicológicos e intelectuales (memoria, concentración, evocación y elaboración de ideas) que se producen con mayor o menor rapidez, a partir de los 50 años de edad. 

La aparición de algunos de estos signos, no es sinónimo absoluto de envejecimiento inexorable, ya que existe todo un arsenal terapéutico capaz de, por un lado, frenar y hacer más lento el proceso de deterioro, y por otra parte, existen herramientas capaces de revertir algunos de sus síntomas y signos cuando se los encara en forma temprana.

Tanto la intensidad como el tiempo necesario para el desarrollo de los procesos de envejecimiento, varían de una persona a otra, dependiendo esto de factores muy variados, que van desde el tipo de alimentación, la preparación genética de los tejidos, la personalidad individual, los objetivos existenciales, el estilo de vida, el ámbito geográfico,etc.

Para explicar las causas del envejecimiento, se han propuesto dos grupos de teorías:

1) Teorías Genéticas 

2) Teorías No-Genéticas

Las Teorías Genéticas: sugieren trastornos relacionados con la estabilidad del ADN a medida que trascurren los años.

Propone como causa principal, una serie de problemas en la transcripción de información desde el ADN cromosómico hacia el ARN del citoplasma celular (encargado de la síntesis de proteínas), siendo éstos unos procesos biológicos fundamentales, a tal punto que cualquier falla en alguno de estos pasos esenciales para la vida, comprometería seriamente la reproducción celular.

Estas comprenden:

a) Teoría del Error,

b) Teoría del Mensaje Redundante,

c) Teoría de la Transcripción, y

d) Teoría de la Programación. 

Las Teorías No-Genéticas: es en este campo en el que la Medicina Natural puede ejercer una influencia benéfica contundente, en especial la Fito-Medicina. Ellas comprenden:

a) Teoría de los Radicales Libres: ( la más difundida y aceptada) los RR.LL. son moléculas inestables que tienen un electrón libre altamente reactivo, capaz de adherirse a las membranas celulares y de combinarse con algunos metabolitos químicos, interfiriendo por ello con los procesos de intercambio celular, lo que hace que los tejidos se vuelvan menos resistentes, y que se acorten los ciclos vitales de los mismos. 

b) Teoría del Reloj Celular: nuestras células responden a un programa vital, cuya información se origina en los códigos genéticos.

Algunos factores Químicos (tóxicos ambientales, tratamientos agresivos, tabaco, alcohol, etc), Físicos ( radiaciones, calor, frío, etc), Biológicos ( bacterias, virus, parásitos, etc) y/o Emocionales (stress, traumas psíquicos) pueden favorecer la producción de sustancias OXIDANTES capaces de interferir en el ciclo vital de las células con el consiguiente deterioro y envejecimiento patológico.

c) Teoría del Entrecruzamiento de las Micro-fibrillas (Cross Linking) o Teoría del Tejido Conectivo: propone que si se llegaran a producir cambios en la producción de proteínas, se vería afectada la fabricación del tejido de sostén, ya que se elaborarían micro-fibrillas de elastina y colágeno orientadas de una manera diferente a la de los tejidos normales. Esto traería aparejado:

1º) Pérdida franca de la elasticidad de algunos tejidos (arrugas) ; 
2º) Rigidez de musculatura lisa y estriada ( vasos sanguíneos, corazón, etc.); 
3º) Cambios degenerativos en tendones, músculos, cápsulas articulares y cartílagos; 4º) Opacificación de estructuras visuales y presbicia; 
5º) Fallas en los filtros renales y hepático ( auto-intoxicación);
6º) formación de ovillos neuro-fibrilares en el Sistema Nervioso Central ( disminución del volumen cerebral y de los núcleos nerviosos), 
7º) Disminución auditiva para los tonos agudos, etc.

d) Teoría Inmunológica: refiere que con el avance de la edad, el sistema inmunológico (defensivo) se vuelve menos eficiente, y como resultado de esa menor capacidad de reconocimiento y respuesta ante un agente patógeno se producen reacciones auto-inmunes (auto-agresión) , que van mermando la vitalidad del organismo.

El arsenal “TERAPÉUTICO PREVENTIVO”: incluye 

1) la Terapéutica celular (implantes de tejidos extraídos de embriones ovinos y bovinos), 
2) la Terapia con Cotiledón Placentario (bovino y ovino), 
3) la Lisadoterapia (hidrolizados bebibles de órganos específicos de similar origen), 4) la Opoterapia (extractos secos bebibles de órganos), 
5) los Extractos de plantas con actividad “símil-hormonal” (fito-estrogénica y/o progesterónica), 
6) la Terapia con productos Anti-oxidantes (protección contra los Radicales Libres) , entre muchas otras, 
7) Estrategias Higiénico-gimnásticas (dieta, ejercicios aeróbicos, stretching, socialización, control del peso corporal, Tai Chi y Quigong, etc). 

Los productos naturales de COMBATE: a los que se recurre en circunstancias de deterioro ya instalado, comprenden: 

1) las Fórmulas Anti-aging compuestas por especies vegetales de origen asiático y selvático,
2) la antigua Terapia Fu-Zheng
3) los Hongos Medicinales revitalizadores
4) las Terapias de Rejuvenecimiento Celular, 
5) la Terapia Tímica de Activación Inmunitaria, 
6) los Extractos concentrados de Algas y Líquenes del Ártico
7) la Terapia de choque con Aminoácidos, Vitaminas y Oligoelementos, etc.

Referencias:

CAPE, COE & ROSSMAN. Fundamentals of geriatric Medicine.(1983).

BENSKY & GAMBLE: Chinese Herbal Medicine, 1986, Eastland Press.

CLOSTRE F. From de Body to the cell membrane: the different levels of Pharmacological action of Gingko Biloba extract. Presse Med. 1986.Sep.15(31):1529-38. 

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