“La salud depende de que estemos en armonía con nuestra alma”
Dr. Edward Bach
Cuántas emociones involucradas en el, por todos conocido stress, o distress para utilizar el término más apropiado, ya que el stress es lo que todo ser vivo siente ante las diversas situaciones cotidianas, y el distress es el stress patológico que altera nuestra salud psíquica y física.
Según el Dr. Edward Bach, quien creó este sistema floral basado en los principios del Dr.Hahnemann referentes a la homeopatía, toda enfermedad tiene su origen en nuestra alma.
Las conductas o sentimientos no reconocidos o aceptados se manifiestan ante todo como conflictos anímicos y más tarde como enfermedades físicas.
A esta conclusión llegó el Dr. Bach después de muchos años de estudio y que lo llevaron al descubrimiento de la terapia floral.
El sistema de las 38 flores nos ofrece la posibilidad de controlar disposiciones de ánimo negativas y lograr un mayor equilibrio de la personalidad.
En los puntos de conexión de nuestra personalidad, en los que la energía vital fluye por conductos equivocados o está bloqueada, nos pone de nuevo en contacto armónico con nuestra totalidad, con nuestra verdadera fuente de energía.
El Dr. Edward Bach fue un médico bacteriólogo inglés que incursionó en la homeopatía creada por el Dr. Hahnemann. Descubrió una serie de vacunas aun hoy utilizadas y conocidas como “Nosodes de Bach”, y yendo más allá que el creador de la homeopatía, descubrió el poder armonizador de las esencias obtenidas de varios tipos de flores.
Así como el Dr. Hahnemann aplicaba la homeopatía predominantemente en el área física, el Dr. Bach supo encontrar en estas esencias los remedios que cualquier ser humano puede utilizar para armonizarse y al mismo tiempo “tomar conciencia de” para poder evolucionar como persona.
De esta manera, estas nobles esencias florales pueden ayudarnos a transformar el distress, para sentirnos centrados, y de este modo tener poder sobre nosotros mismos para poder accionar de forma adecuada.
En principio habría que determinar en cada caso cuál es el origen del distress. Generalmente al hablar de distress abarcamos diferentes emociones cuya aparición dependerá de las características de personalidad, historia, experiencias y modalidad de reacción frente a las mismas.
Podemos citar en primer lugar al “caballito de batalla” del sistema: el Rescue Remedy (Remedio de rescate).
Este remedio floral está compuesto por cinco flores: Star of Bethlehem, Rock Rose, Cherry Plum, Clematis e Impatients.
Estas flores logran, actuando en conjunto, recuperar a una persona en las siguientes situaciones:
desmayo
estado de shock por diversas causas (accidentes, malas noticias, ser víctima de robos o asaltos, etc.)
ataque de pánico
ansiedad
miedos
crisis nerviosas
sensación de desborde emocional
Las flores citadas anteriormente armonizan las siguientes emociones:
– Star of Bethelem: sensación de pérdida, de shock. Esta flor reencuentra a la persona con su “guía interna” para volver a centrarse.
– Rock Rose: pánico, miedo paralizante. Su función es transformar el miedo en coraje.
– Cherry Plum: miedo al descontrol. En situaciones como las descriptas, esta flor hace que fluya la emoción que busca expresarse a fin de equilibrar a la persona.
– Clematis: ensoñación, “irse de la realidad”, desmayos. Actúa volviendo al “aquí y ahora”.
– Impatients: impaciencia, ansiedad. Transforma estas emociones en calma y centramiento en el sí mismo.
El Rescue Remedy, como así también cualquiera de las otras esencias florales del sistema, pueden adecuarse a la necesidad del consultante, haciendo tomas más seguidas o ingiriendo las mismas en forma directa, decisión que, obviamente, estará a cargo del terapeuta floral.
Existen también fórmulas específicas para personas que sufran distintos tipos de miedos, que incluyen el pánico o las fobias, y que, según el caso, se administran conjuntamente con el Rescue Remedy.
En mi experiencia como terapeuta floral podría decir que estas flores que mencioné son las más utilizadas en casos de pacientes que consultan por stress, al menos en un primer momento.
Luego, una vez que este estado de desborde empieza a ceder, se utilizan específicamente para cada persona la o las flores que están relacionadas con su tipo de stress, ya que éste puede ser causado, como señalé al comienzo, por múltiples emociones.
A modo de ejemplo, voy a citar algunas:
Agrimony: angustia sentida a nivel físico (opresión en el pecho o garganta)
Sweet Chestnut: angustia mental
Impatients: ansiedad, impaciencia
Aspen: miedo a lo desconocido, no poder dormir por esta causa
Mimulus: fobias, miedo a hablar en público
Rock Rose: pánico, miedo paralizante
Cherry Plum: miedo al desborde emocional
White Chestnut: excesiva preocupación, mucha actividad mental
Hornbeam: cansancio mental
Olive: cansancio psicofísico
Elm: dispersión por exceso de responsabilidades
Oak: abrumamiento por exceso de tareas
Vervain: tensión por entusiasmo desbordante
Walnut: influenciabilidad
A causa de la importancia que reviste en estos tratamientos la toma de conciencia y la participación activa del paciente, incluyo en los mismos algunas recomendaciones en cuanto a actividades, ejercicios, visualizaciones, afirmaciones y la utilización de aceites esenciales (aromaterapia), indicación de una oportuna consulta con un psicoterapeuta, todo esto a fin de revertir este estado en el menor tiempo posible.
Quiero transmitir a toda persona stressada por los tiempos que vivimos o por situaciones estrictamente personales, que este sistema es compatible con cualquier otro tratamiento, que no tiene contraindicaciones y que no contiene sustancias químicas.
Invito a la persona interesada en disminuir y eliminar su stress como así también en comprender los procesos emocionales que la conducen al mismo, a conocer esta maravillosa medicina floral.
Por Elsa B. Mirol
Psicoterapeuta Floral
Coord. Talleres de Musicoterapia
Terapeuta Corporal
[email protected]
4702-7734 / 15-6228-2120
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