¿Tomaste la sopa…?

Fue motivo de tortura de la inolvidable "Mafalda", y el ogro que nos persiguió a lo largo de toda nuestra niñez y adolescencia; tal vez ahora de grandes podamos descubrirle un sabor y significado diferentes, ¿te atreves...?

Un
perfume como una ácida espada
de ciruelas en un camino,
los besos del azúcar en
los dientes,
las gotas vitales resbalando en los dedos,
la dulce pulpa erótica,
las eras, los pajares, los incitantes
sitios secretos de las casas anchas,
los colchones dormidos en el pasado, el agrio valle verde
mirando desde arriba, desde el vidrio escondido:
toda la adolescencia mojándose
y ardiendo
como una lámpara derribada en la lluvia.

-“América,
no invoco tu nombre en vano”. Pablo Neruda, “Canto general”

Tal vez
la presentí de igual forma…: “un perfume como una ácida espada de
ciruelas en un camino”; tal vez la hallé en “los besos del azúcar en
los dientes”; tal vez la imaginé aferrándose a la vida como ” las
gotas vitales resbalando en los dedos”; tal vez me encendió su relación
abrupta con la vida y con el sexo viviéndola como “la dulce pulpa erótica”;
tantas veces la imaginé en “las eras, los pajares, los incitantes sitios
secretos de las casas anchas”, desparramándose con amantes desconocidos e
ignotos en “los colchones dormidos en el pasado”; y su vida como
“el agrio valle verde mirando desde arriba, desde el vidrio escondido: toda
la adolescencia mojándose y ardiendo como una lámpara derribada en la
lluvia…”.
Y sí, te leo Pablo…, pero pienso en Edith; en esa pequeña pero a la vez
enorme y destellante imagen de mujer, de apariencia triste y taciturna pero con
todo el arrebato y el desparpajo irónico de quien se burla de la vida, de quien
la supera riendo aun en el más crudo de los dolores….

Pienso en la mujer cuyo canto fue un llanto colmado de esperanza, cuya piel fue
pasión, cuyo corazón fue una entrega absoluta, ciega y desmedida…., cuyos órganos
genitales acogieron a cuanto hombre se haya atrevido a acercarse para enseñarle
los límites y no límites del amor y el desamor.
Pienso en la mujer que fue hembra, madre y amante, risa y llanto, alegría y
dolor, vino y barro… Sí, pienso en Edith Piaf mientras escucho casi sin
querer muy dentro de los recovecos de mi memoria: “Himno al amor”,
“Milor”, “Bajo el cielo de París”, “Rien de rien”,
“La vie en rose”….

Y
pensando en ella es que llegué a esta sopa de ciruelas:

“Edith Piaf”

Sopa de ciruelas con crema de menta
y albahaca

Ingredientes para dos
amantes impetuosos

-1/2kg. de ciruelas frescas ( puede
suplantarse por cerezas)
-1 echalotte picado
-3/4 l. caldo de ave
-1/2 vaso de aguardiente de ciruelas o kirsch
-100ml. de crema de leche
-1 Cda. de menta fresca, picada muy fina.
-1 Cda. de albahaca fresca, picada fina (hojas para decorar)
– Sal y pimienta negra recién
molida.

Procedimiento

Lavar las ciruelas. Partir a la mitad y extraer el carozo o hueso.
Colocar en una cacerola u ollita la echalotte picada con un chorrito de aceite
de oliva, rehogar 1-2 minutos incorporar las ciruelas, salar e incorporar el
caldo de ave. Llevar a ebullición y cocinar 3-4 minutos. Retirar 6 mitades (en
el caso de cerezas, 10-12), quitar las cáscaras con cuidado y reservarlas.
Licuar el resto con el caldo, incorporando el agua ardiente y pasar luego por un
colador de malla fina. Llevar nuevamente al fuego
y reducir un poco.
Corregir la sal y pimienta y dejar enfriar, para servir a temperatura ambiente.
Batir a medio punto la crema e incorporar la menta, condimentar con un poco de
pimienta y sal.

Armado del plato

En un
plato hondo colocar 1 y 1/2 a 2 cucharones de la sopa obtenida, en los ángulos
y hacia afuera las tres mitades peladas de ciruelas (las que se reservaron).
Partiendo del centro del plato y hacia afuera, dibujar una espiral con la crema
de menta (con ayuda de una manga o cuchara); terminar espolvoreando con albahaca
picada y con pimienta negra recién molida decorando con las hojas de albahaca o
menta fresca.

Como
opción y elemento contrastante puede servirse la sopa tibia o caliente y la
crema fría. Acompañar con grisines y galletitas de champagne.

Me
imagino también esa sopa de ciruela como un encuentro entre ambos…

Análisis afrodisíaco del plato

La “ciruela” para el Tao es un alimento rico en Qi (energizante) de
característica neutra Yin/Yang (ni masculino, ni femenino; ¿andrógino?),
perteneciente o inherente al elemento “tierra, madera”; y estimulante
del sexto chakra “ajna” o tercer ojo.

El sexto
chakra tiene que ver con el conocimiento intuitivo, con la comprensión de lo
inconsciente y un enlace con las imágenes más profundas de nuestro
subconsciente. Si se bloquea este chakra se provoca una falta de concentración,
desorientación e indiferencia intelectual, por el contrario si está estimulado
se produce un gran espíritu libre y creador; y ¿qué mejor que esos impulsos
intuitivos de aceptación combinados con los malabares de la creatividad para el
buen sexo?. Los platos “ajna” aumentan la capacidad de decisión,
favorecen el espíritu y la conciencia, establecen los lazos afectivos y el
amor.

“…y
finalmente: “tu me otorgarás la voluptuosidad como un socorro, como el
exorcismo soberano que expulsarán de mí los demonios de la fiebre, de la cólera,
de la inquietud… Tú me darás la voluptuosidad, inclinada sobre mí con los
ojos llenos de ansiedad material, tú que buscas a través de tu amiga
apasionada el hijo que no tuviste”.

-Colette-

Y espero
que esta sopa sirva como elemento de encuentro para todos aquellos amantes
insatisfechos… o poco creativos.