Tu perro y el frisbee

Uno de los ejercicios más saludables para tu mascota, y más entretenido para ti, es el entrenamiento con un disco volador. Si deseas saber como iniciarlo en esta práctica, no dejes de leer esta nota

La imagen, congelada en
el anuncio de una revista, resulta asombrosa por su gran armonía y estética. Se
trata de aquella que más de una vez habrá podido ver, la de un perro saltando en
toda su libertad hacia los aires.

 Tal vez jamás se la haya
ocurrido que su perro también podría hacer estos grandes saltos, hermosos a los
ojos de cualquier persona, pero lo cierto es que esto es mucho más fácil de lo
que usted cree, ya que sólo necesita contar son un simple y económico objeto: un
disco volador.

 Lo cierto es que, aunque
algunos perros sean más receptivos que otros a este tipo de  instrucciones, la
mayoría de estos inteligentes animales rápidamente se darán cuenta de lo que
usted desea, y comenzaran a perseguir este objeto, haciendo de esta manera un
muy sano deporte, y pudiendo entretenerlo a usted durante largas horas.

 Comenzando el entrenamiento

 La primera cuestión que
debería lograr, es generar algún tipo de entusiasmo en su perro, para que este
responda mejor a su instrucción. Comience llamando al perro por su nombre y
dándole algunos convites, como trocitos de salchicha, queso, etc.

 Haga esto varias veces en
un determinado horario, hasta que él busque ansiosamente ese gusto. El secreto
aquí estará en darle una pequeña cantidad, la suficiente para que la pueda
tragar rápidamente y buscar aún más. Caso contrario, si le da algo que, en vez
de tragar, el perro apoyará en el piso e irá comiendo de a poco, será más
difícil mantener su nivel de entusiasmo.

 Una vez que su mascota
haya aprendido a asociar la llamada en un determinado horarios con la cuestión
de que usted tiene algo bueno para darle comer, ya será tiempo de introducir el
disco volador.

 Allí tendrá que tirar el
disco volador en el suelo, con su frente dada vuelta. Esto le permitirá usar los
bordes disponibles para tomar el disco volador y arrastrarlo por el piso. Si el
perro sigue al disco volador, felicítelo con énfasis, y déle, como antes, los
convites.

 Para el caso de que l
mascota se quede quieta mirando el disco volador, podría tirar el convite sobre
el disco, y felicitar al perro cuando lo coma. Continúe de esta manera, tirando
primero el disco volador, y entonces tirando encima el convite, hasta que el
perro comience a buscar el disco por sí mismo, luego de loa cual, por supuesto,
usted deberá felicitarlo.

 Se sorprenderá de cuán
rápidamente el perro comenzará a responderle. La cuestión principal, será
mantener sesiones reducidas de práctica, es decir de no más de diez a quince
minutos, para que el perro pueda mantener su entusiasmo.

 Una vez que el perro ya
esté acostumbrado a seguir al disco cuando lo tire en el suelo, comience a
tirarlo al aire, no muy alto, pero sí con el suficiente nivel como para darle la
oportunidad de tratar de alcanzarlo sin temor de golpearse contra el suelo.

 Nuevamente, tan pronto
como lo obtenga, déle un convite y llénelo de efusivos elogios. Algunos perros
tienen una verdadera facilidad natural para realizar esta práctica, mientras que
otros pueden ser más lentos, y tomar varias sesiones de entrenamiento hasta
lograrlo, pero la mayoría lo lograrán en algún momento.

 La cuestión principal que
debería recordar, como señalamos es mantener siempre la diversión del
entrenamiento, y no exigir excesivamente al perro hasta el punto de llegar a
aburrirlo. Caso contrario, perderá rápidamente el interés de realizar está
práctica, y no habrá incentivo que valga.


 
Una vez que el perro ya
tenga facilidad para agarrar el disco volador en el aire, habrá pasado la parte
más dificultosa del entrenamiento, ya que su mascota habrá entendido el concepto
básico, con lo cual usted podrá continuar haciendo tiros progresivamente más
altos, más lejanos, y más dificultosos.

 En este sentido, también
podría ir reduciendo la cantidad de convites que le ofrece como recompensa, para
que el perro se acostumbre a realizar este ejercicio por puro placer, y sin
esperar nada cambio, lo cual sin dudas le facilitará a usted la tarea.

 De cualquier manera,
siempre asegúrese de ser generoso con su elogio verbal. Pronto su perro se
acostumbrará a realizar este sano y maravilloso ejercicio, y a deleitarlo a
usted, a sus familiares y vecinos, con este fabuloso y estético espectáculo.