Una mirada sobre las tradiciones familiares

Casi todas las familias poseen una tradición. Sus relatos e historias, sus formas de celebrar un acontecimiento, o sus comidas, son algunos de los diversos aspectos que contribuyen al patrimonio cultural de cada hogar.

A menudo, las
familias trasladan sus tradiciones
de generación en generación. Las mismas,
pueden hacer referencia a acontecimientos o sucesos extraordinarios de sus
ancestros, como el hecho de que su tatarabuelo era un pirata o de que su tío
abuelo dirigía una orquesta sinfónica.

Las historias sobre
nacimientos o muertes durante un viaje de inmigración en alta mar, también son
muy frecuentes. Las peligrosas y difíciles condiciones en que se navegaba
durante las masivas inmigraciones del siglo 19, hicieron que no sean pocas las
familias que tuvieran esta clase de anécdotas.

Una de las
equivocaciones más comunes de muchas familias, es pensar que son descendientes de una persona famosa que posee el mismo apellido. En
realidad, un mismo apellido puede haber sido utilizado para varias personas, por
haber compartido estas una misma profesión, residencia, e incluso características
físicas.

Por solo citar un
caso, el ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, recibió, luego de
su ascenso, varias cartas de personas del mismo apellido que lo consultaban
sobre la posibilidad de ser parientes lejanos.

Lo cierto es que Carter, que
significa carretero, era el apellido que se le asignaba a todos aquellos que se
dedicaban a esa profesión, por lo que son miles las personas que, sin tener
ningún lazo sanguíneo, poseen un mismo apellido.

Otro error
frecuente, es relacionar en forma directa el apellido de una familia con una
nacionalidad. Pero esto no es siempre así, por ejemplo en el caso del apellido
Romarovsky, que lejos de significar descendiente de Roma, Italia, hace
referencia a una localidad rusa.

Una de los
elementos que más se legan, son las recetas. Por caso, puede existir un plato
especial que los miembros de una familia mantienen intacto a través de generación
en generación, y de país en país.

Por ello mismo, es muy recomendable
destinar una o dos cenas al año para que sus hijos prueben esta comida, ya que
de ello depende que la tradición se siga manteniendo.

En efecto, muchas
familias continúan las tradiciones de sus antepasados cuando celebran Navidad u
otros días festivos. La mayoría de estas celebraciones, tienen solo una o dos
generaciones detrás, pero algunas culturas, como las de los Moravianos, se han
venido continuado desde hace cientos de años.

Pero las
tradiciones no tiene por que no haber padecido rupturas. En más de un caso se
dejó de continuar con una determinada costumbre, por prohibiciones políticas,
religiosas, u de otra índole, y sin embargo, las generaciones posteriores las
rescataron.

¿No será hora de que consulte a sus parientes mayores, si su
familia ha abandonado alguna tradición? De ser así… ¡Podría ser usted
quien la retome, y la legue a varias generaciones!