Siempre se habla de “consumo moderado de alcohol” pero, ¿sabe usted cuánto es mucho y cuánto es “moderado”?

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Los varones Don José Y su almacén Si un chico de hasta 15 años participa en un delito de ninguna forma<br /> podrá ser enjuiciado ni recibir una condena

Recién llegada de mi provincia y con mis esmirriados y curiosos 10 años Todo rengo

Los
efectos de las
bebidas alcohólicas
pueden ser estimulantes en mayor o menor
grado, por lo que su consumo debe ser siempre moderado.

En
cantidades excesivas o consumiéndolas en forma habitual y prolongada puede
conducir a una peligrosa dependencia con el consiguiente perjuicio para la
salud.

También
es precisó tener en cuenta que cada persona reacciona de modo distinto ante el
alcohol, por lo que una pequeña dosis que para unos resulta totalmente inocua,
para otros puede ser dañina.

Los factores que determinan tales diferencias aparte de la constitución orgánica
de cada persona, son la edad y el peso.

Como
regla general, los médicos parten del hecho que un hígado sano puede eliminar
aproximadamente 160 gramos de alcohol en 24 horas.

Consumiendo alcohol habitualmente, una dosis diaria de 60 gramos, puede ya ser
perjudicial para la salud (y esto referido sólo a los hombres).

En el caso de las mujeres, de constitución más delicada, el límite
establecido es de aproximadamente 20 gramos.

Bien
entendido que no es el sexo el factor decisivo, sino más bien su menor peso y
las diferencias metabólicas.

¿Pero
cómo se puede determinar el contenido alcohólico de una bebida?


Cuando
se trata de bebidas fuertes y vinos, la graduación figura en las etiquetas, con
lo cual, de un solo vistazo tenemos la información necesaria: 1 Vol. % de
alcohol corresponde a 8 gramos de alcohol puro.

Por lo tanto, un litro de coñac de 40 Vol. % contiene 320 gramos de alcohol
puro. Con cada 0,2 copas tomamos e ingerimos 6,4 gramos de alcohol puro.

El
problema resulta un poco más complejo cuando hablamos de licores caseros, ya
que es imposible determinar con exactitud las cantidades de alcohol.

Por eso, en todo caso, lo recomendable es moderar el consumo.

En términos generales conviene recordar, pues, que bebidas alcohólicas de
cualquier tipo no se han hecho para echar un trago, sino para el disfrute del
paladar.

Finalmente quiero advertir que, aunque los licores suelen ser dulces, en ningún
caso deben ser consumidos, ni siquiera probados por los niños y los menores.

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