Cuando estamos en un viaje, una de las cosas que muy probablemente se nos viene
a la cabeza es como podemos hacer para asegurarnos que podamos estar siempre en
contacto.
Porque salir de casa durante un periodo prolongado de tiempo implica con casi
total seguridad no poder mantenernos tan al tanto como nos gustaría tanto de los
asuntos de negocios que hemos dejado atrás (¿tal vez para atender otros?) como
de todo lo que se relaciona con nuestra familia y nuestros afectos.
A
nadie le gusta la idea de que si pasa algo importante (y cuando salimos de viaje
siempre tenemos la seguridad de que algo inusitado y que nunca hubiera pasado
estando nosotros presentes, sucederá) podamos llegar a enterarnos demasiado
tarde, cuando ya no podemos hacer nada para solucionarlo, sacarle provecho o por
lo menos reducir los posibles efectos nocivos que pudiera tener sobre nuestro
ambiente laboral o familiar.
Así que seguramente tomamos todas las medidas que nos parecen lógica para
evitarlo. Damos todos los teléfonos de todos los lugares donde vamos a estar, en
que fechas, en que momentos suponemos que es mas simple que nos vayan a
encontrar, pedimos una y mil veces que cualquier cosa que pase nos llamen y
aseguramos que vamos a hacer lo propio en cada oportunidad que tengamos (algo
innecesario, ya que seguramente aun si no lo hubiésemos dicho nos apresuraríamos
a cumplirlo).
Pero aun así, hay siempre algo más. Porque la verdad es que la posibilidad de
estar comunicados, especialmente cuando estamos en un país que no conocemos, es
algo que realmente nos abre un montón de puertas, nos da una serie de
seguridades que no podemos gozar simplemente pasándole el teléfono del hotel a
todos nuestros conocidos.
Si estamos por negocios, seguramente necesitaremos que nos encuentren
fácilmente, con lo cual el que tengan que llamar y dejar un mensaje en la
recepción del hotel solo agrega tiempo e incomodidad.
Porque si bien puede ser que nos encuentren, también es muy posible que no nos
encontremos en nuestra habitación en el momento de la llamada. Y encima eso hace
que tengan que dejarle el mensaje, que tal vez sea delicado, a otra persona.
Y, si estamos simplemente de haciendo turismo, la verdad es que tener una forma
de comunicarse en caso de estar perdidos o tener algún problema siempre es algo
útil.
Por otro lado, todos sabemos como suele ser el servicio de teléfono en los
hoteles. Si tenemos que, por las características de las negociaciones que
estemos llevando adelante, usarlo mucho, para arreglar reuniones, hablar con
empleados/empleadores, pedir información o comunicarnos con quien sea, sabemos
que cuando nos llegue la cuenta al final de nuestra estadía esta será mucho más
alta de lo que nos gustaría. Y posiblemente también mucho más alta de lo que en
realidad habíamos pensado que podía llegar a ser.
Y esa no es la única complicación, aunque por si sola es lo suficientemente
importante como para que le prestemos atención y hasta tomemos decisiones
basados exclusivamente en ella.
También hay que pensar que cuando estamos en el extranjero muchas veces
necesitamos adecuarnos (y adecuar a los demás) a todo un nuevo sistema de pago,
con mas o menos números, diferentes tipos de códigos, compuestos de forma
distinta a la que estamos acostumbrados con los teléfonos de nuestro hogar.
Nuevas tarjetas, prepagas o no, teléfonos públicos que funcionan de forma
particular.
Esto puede generar toda una serie de complicaciones y, en especial, una gran
perdida de tiempo, tratando de entender como es exactamente que estos funcionan.
Esto puede tener una solución, que tiene algunos puntos a su favor y algunos en
contra y que es de lo que hablaremos en este articulo. Cada vez es mas común la
utilización de teléfonos celulares y la posibilidad de alquilar uno cuando
llegamos al país de destino es algo que, de ninguna forma, podemos dejar de
lado. Después veremos si realmente es algo que se adecua a nuestras necesidades
y presupuestos, pero por lo menos es una idea que tenemos que tener en cuenta.
gual, primero una aclaración: por supuesto que, si no salimos del país, y salvo
que tengamos un plan realmente muy malo, lo más seguro es que no necesitaremos
hacer nada (salvo, tal vez, activar el roaming) para poder seguir usando nuestro
teléfono.
El tema es cuando salimos del país. Prácticamente no existe ninguna empresa con
una cobertura internacional (y las que existen brindan un servicio de un alto
precio), así que necesitaremos contactarnos con una empresa local.
Alquilando un
móvil:
por
qué
sí
En general, si alquilamos un teléfono celular (y salvo con algunas excepciones,
como por ejemplo los Estados Unidos) solo tendremos que pagar el costo de
alquiler del equipo propiamente dicho, mas el costo de llamada, lo cual
dependerá exclusivamente de las leyes del país y del tipo de servicio contratado
(puede ser que un servicio con tarjeta nos resulte más cómodo o que prefiramos
que directamente nos manden una factura luego o debiten de nuestra tarjeta de
crédito los gastos de las llamadas).
Esto indica que, por supuesto, si lo único que deseamos realmente es ser fáciles
de encontrar y no ser los que realizamos los llamados, entonces los costos serán
muy bajos, ya que solo estaremos pagando los costos de alquiler y no
preocuparnos por los costos de las llamadas.
Teniéndolo siempre encima, será fácil que nos ubiquen si pasa algo y, si
llegamos a necesitar hacer una llamada, entonces también podremos hacerlo. Y no
gastaremos si es que no hacemos ninguna llamada.
Hay otra ventaja muy interesante cuando alquilamos un celular en el lugar al que
estamos viajando: el número de teléfono será local. O sea, que esto hará la vida
mucho más sencilla para aquellas personas del país que estamos visitando que
necesiten hablar con nosotros por motivos laborales o personales.
Si nuestro celular de cobertura internacional, ellos tendrían que marcar un
numero internacional para contactarnos. En cambio, de esta forma se les hace
mucho más sencillo y también se les reducen los costos. Al final del día,
créanme que nos lo van a agradecer.
Estos son puntos interesantes a tener en cuenta y sopesar a la hora de tomar una
decisión.
Alquilando un
móvil:
por
qué
no
Por otro lado,
no todo es color de rosa y también tenemos que pegar un vistazo a algunos
motivos por lo cuales puede no ser tan buena idea el alquilar un teléfono cuando
llegamos al lugar de destino.
El primero es
que no sabremos cual es el numero que vamos a tener durante nuestro viaje hasta
el momento en que hemos llegado. O sea, si nos llevamos nuestro teléfono podemos
dejar dicho como ubicarnos a todas las personas que puedan necesitar hacerlo. En
cambio, si alquilamos el teléfono al llegar, entonces necesitaremos avisar a
todas las personas que lo necesiten cuando llegamos allá.
Puede no ser una
complicación grande, pero es una molestia y un trabajo a hacer, que si bien no
es grande, si indica que tendremos que perder una cantidad de tiempo que
podríamos estar utilizando probablemente de forma mucho más útil.
Otro punto
positivo de llevarnos nuestro propio teléfono es que lo tendremos desde el
momento en que nos vamos hasta el momento en que volvemos. No habrá ningún
momento en que estaremos totalmente incomunicados, como si sucede si alquilamos
al llegar.
Además, el
alquiler indica que tendremos que tratar con los contratos y ofertas en
extranjero, tal vez en un idioma que no entendemos, esperas y complicaciones
burocráticas. Es cierto que muchas veces podremos encontrar lugares que se
especializan en alquilarle a extranjeros, pero también es verdad que es toda una
serie más de tramites a realizar, que tal vez deseemos evitarnos a favor de un
poco mas de calma y tiempo para dedicarle de forma exclusiva a los negocios.
Teniendo todo
esto en cuenta, nos damos cuenta que, si bien nos saldrá más caro, la verdad es
que es dinero que podemos estar invirtiendo en un poco más de calma y tiempo
libre.
Un último
detalle que deberíamos tener en cuenta antes de tomar una decisión, que puede
ser a favor o no del alquiler: dependiendo del país al que estemos viajando, los
costos de llevarnos nuestro teléfono varían.
Hay ciertos
acuerdos y contratos que hacen que no sean en todos los mismos y que, inclusive,
algunos costos se eliminen en ciertos lugares y se apliquen en otros.
Averigüemos con nuestra compañía telefónica, para tener más información que nos
permita ver que nos conviene en el momento de decidir.
Conclusión
Como siempre, la
decisión pasa por nosotros y depende casi pura y exclusivamente de cuales son
nuestras necesidades y las de las personas con las que nos vamos a encontrar y
relacionar durante nuestro viaje.
Teniendo en
cuenta esto que hemos dicho es el primer paso, pero luego tenemos que ver que es
lo que queremos y encontramos útil, para así saber como es que tenemos que
actuar en definitiva.
Averigüemos con
la compañía que nos brinda el servicio y cuales ventajas y desventajas nos da.
Con esto y algunos datos más podemos tomar nuestra mejor opción.
Por
último, recuerde aprender algunas palabras y frases básicas en el idioma de
los países que va a visitar. Puede hacerlo ya mismo inscribiéndose ahora en
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