Camping con niños

Salir de campamento con los niños es una excelente propuesta para compartir en familia y con amigos, pero ¿cuales son las sugerencias que hay que considerar para que el plan resulte una perfecta eleccion?


Para los niños, salir de
acampada
es toda una aventura y es la posibilidad de
disfrutar al aire libre y aprender mucho acerca de la
naturaleza.


Sin embargo,
para que la salida sea perfecta, hay que planificar los momentos lo mejor
posible para evitar los imprevistos y riesgos que puedan ir surgiendo.


Cómo ir a acampar con los niños


1.- Esperar a que los niños tengan una edad prudencial para poder llevarlos de
camping. Con cinco años, los niños ya pueden disfrutar y comprender el entorno.
También a esta edad, se tendrá una mejor disposición para comportarse
debidamente.


2.- Hacer una prueba en el jardín de la casa o en un ambiente lejano a la
habitación para determinar si los niños tienen miedo a la oscuridad. Analizar si
son capaces de adaptarse a otras situaciones y si pueden prescindir de las
comodidades.


3.- Visitar con antelación el lugar en donde se realizará el campamento para ver
el terreno, la capacidad, las condiciones y sobre todo, para saber qué
herramientas, alimentos y demás necesidades deben cubrirse.


4.- Escoger una buena época del año en la que no haga frío ni llueva ya que los
niños pequeños son más predispuestos a enfermarse.


5.- Elegir muy bien el tipo de camping ya que los hay de montaña, de playa,
rurales o temáticos.


6.- Una vez que se haya llegado al campamento, es preciso darle pequeñas
referencias orientativas a los niños para que sepan dónde estás situados.


También es muy importante que siempre tengan en los bolsillos, apuntado el
teléfono móvil de los padres y una dirección para que en caso de extravío puedan
desenvolverse.


7.- Llevar siempre abrigos de más para los niños ya que es bastante habitual que
se ensucien o se mojen más de la cuenta y tengan que cambiarse de modo más
seguido que un adulto.


8.- Si se decide llevar a un bebé a un camping, una buena alternativa para tener
la situación bajo control es la de llevar un intercomunicador para poder
escuchar todo lo que ocurre en caso de distanciarse unos metros.


9.- Llevar comida de más. El alterar la rutina puede ocasionar que un niño
pierda el hambre o al contrario, necesita comer de más.


Es conveniente poder
contar con más comida de la debida en caso de necesidad, y que entre los
alimentos se incluyan aquellos que prefieren los niños.