El euro y el dólar
El debilitamiento del dólar a lo largo de los últimos años ha hecho que los viajes a Europa sean más caros para los ciudadanos del resto del mundo, especialmente en aquellos destinos del continente europeo que han adoptado al euro como moneda, tan frecuentados por fines profesionales como vacacionales.
Desde luego, este encarecimiento no alcanza sólo a quienes viven en Estados Unidos, sino a todos los que ganan en dólares.
Esto ha hecho que obtener el mayor rendimiento de tu dinero sea más importante que nunca.
¿Y cuál es la mejor forma de hacer rendir con mayor eficiencia tus alicaídos dólares? Simplemente consiguiendo la mejor tasa de cambio posible a la hora de viajar al exterior.
Dicho así, todo parece fácil. Pero, ¿cómo hacerlo en realidad? Aquí van algunos consejos:
Conoce la tasa de cambio (conversión) del euro
El conocimiento es poder. Antes de ponerte en camino, acércate a tu computadora y echa un vistazo a la tasa de cambio actual. Revísala periódicamente mientras estés de viaje.
Esta información es tu arma más poderosa a la hora de cerrar buenos acuerdos —y evitar los malos tragos—. Ignorar el valor cambiario sería algo parecido a comprar un auto usado sin mirar su valor en el libro azul.
Usa tu tarjeta de crédito
En general, las compras hechas con tarjeta de crédito son pasadas de una moneda a otra usando la tasa de cambio mayorista.
Esta tasa de cambio suele estar reservada sólo para importantes operaciones interbancarias, y difícilmente un viajero pueda conseguir algo mejor.
A la hora de usar tarjetas de crédito en exterior, no obstante, es importante prestar atención a los aranceles involucrados.
Algunos bancos y compañías de tarjetas de crédito te cobrarán un arancel aproximado del 3% por las operaciones efectuadas en el exterior, de modo que tendrás que tener en cuenta esto también antes de salir de casa.
Llama a tu banco y pregúntales qué cargos se te realizarán. Si te cargarán con un arancel, averigua en otras entidades bancarias si ocurre lo mismo.
Posiblemente puedas conseguir un mejor trato, pero deberás planificar bien todo de antemano.
Usa cajeros automáticos
Al igual que las tarjetas de crédito, los cajeros automáticos te darán el valor cambiario actualizado para tus dólares.
Encontrar un cajero automático que no esté lanzando chispas, comiendo tarjetas o vomitándolas, ya no es un problema —como sí lo fue en el pasado—.
Si tu tarjeta usa una de las redes más comunes deberías poder encontrar un cajero que te ofrezca moneda extranjera en cualquier lugar. Ambas redes están presentes en más de 200 países en todo el mundo, y cada una tiene más de un millón de cajeros automáticos.
La red PLUS está asociada a Visa, de modo que tu tarjeta Visa funcionará sin problemas en todos estos cajeros. Por su parte, Cirrus está asociado a Mastercard, por lo que ya sabes adonde dirigirte si tienes esta tarjeta.
Hagas lo que hagas, en cualquier caso, deberás estar al tanto de los aranceles. Antes de usar un cajero automático, asegúrate de averiguar cuánto se te cargará.
Algunos cajeros te cobrarán cinco dólares o más. Si el arancel que pretende cobrarte la máquina es excesivo, ve en busca de otro cajero.
Por lo general, los aranceles extranjeros suelen ser razonables y, en muchos casos, son menores a los que pueden encontrar en el mismo país de origen de la moneda.
Los cajeros automáticos actualizan sus valores cambiarios todos los días. Así, incluso podrías llegar a tener un golpe de suerte, y un día encontrar que el dólar es más fuerte que la moneda particular del país en el que te encuentres.
Un problema siempre latente con los cajeros automáticos, es que los cambios repentinos en la actividad de tu cuenta, como los retiros frecuentes en un país del extranjero, pueden disparar un alerta de fraude.
Esto podría hacer que tu banco congele tu cuenta y frenar en seco el transcurso normal de tus vacaciones.
Para evitar quedarte varado en medio de la Torre Eiffel, sin un cajero automático que pueda socorrerte, procura llamar a tu banco antes de partir y avísales que estarás de viaje.
Lleva efectivo en euros
Ok, no confiarás en los cajeros automáticos. O sí lo harás, pero esa remota isla a la que te diriges no está conectada a tu red de cajeros.
En consecuencia, tu mejor apuesta será obtener el dinero extranjero en tu país de residencia.
Sin dudas, la tasa bancaria será mucho mejor de la que conseguirás cambiando el dinero en una tienda o en un kiosco una vez que estés allí.
Si bien no es recomendable llevar grandes cantidades de efectivo, una buena cantidad de dinero será siempre bienvenida, sobre todo para arreglar cualquier inconveniente que pudiera surgir durante los primeros días del viaje.
No te molestes con los cheques de viajero
¿Cheques de qué? Si bien los cheques de viajero solían ser muy comunes, están siendo reemplazados por tarjetas de crédito y tarjetas de cheques.
Si un lugar es lo suficientemente sofisticado como para aceptar cheques de viajero, casi seguro que éstos tendrán alguna conexión con una red monetaria importante.
Cambio de euros: nunca en aeropuertos (ni hoteles)
Mantente alejado de las ventanillas de cambio de dinero en los aeropuertos y estaciones de tren. Suelen ser trampas para turistas.
Los hoteles y los comercios, sobre todo en las áreas turísticas, con frecuencia te cambiarán dinero, aunque difícilmente consigas hacer un buen negocio allí.
Estos establecimientos, al saber que cuentan con una base de clientes potencialmente cautiva e ingenua, suelen cargar una tasa superior a la de los bancos.
Si necesitas obtener efectivo y no puedes encontrar un cajero automático, tu mejor opción es ir a un banco importante o a una oficina de correos.
Mantente lejos de los pequeños comercios y operaciones con gente desconocida. Todos éstos intentarán maximizar su tajada en la transacción.
Es más posible que consigas una buena tasa de cambio en las grandes ciudades que en los pequeños pueblos. En algunos países, ni siquiera serás capaz de conseguir cambio fuera de los grandes centros urbanos.
Cambio de dólar a euro: consejos prácticos
Regatea
Si bien los grandes bancos son más seguros, está claro que no serás capaz de negociar una mejor tasa allí.
No obstante, si te ves obligado a cambiar con algún pequeño vendedor, serás capaz de negociar una mejor tasa —o, al menos, intentarlo—. Muchas culturas esperan que regatees. La debilidad actual del dólar estadounidense lo hace indispensable.
Lleva una calculadora contigo
Convertir dinero de una moneda a otra puede ser una tarea complicada. Si piensas manejar grandes sumas de dinero, pasar por varios países, o si viajas hacia un destino con altos niveles de inflación, la máquina calculadora será una compañera de viaje indispensable.
Aléjate del mercado negro
Ten cuidado de los cambiadores de dinero ilegales. Puedes ser víctima de varios engaños, desde falsificaciones hasta robos.
Mantente alerta y evita las ventanillas de cambio y las personas que se te aproximan en la calle o en las estaciones de tren.
Muchos países requieren que los cambiadores de divisas estén licenciados. En consecuencia, busca certificados o estampillas gubernamentales de aprobación.
En general, mantente lejos de todo lo que no te parezca normal. Si un trato es demasiado bueno para ser real, posiblemente no lo sea.
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