El tren del cielo

Hay un tren que pasa por el firmamento y queda en Argentina. Aunque puede parecer pretenciosa la afirmación es cierta, ya que se trata del...

El
Tren de las Nubes, en la provincia
argentina de Salta, asciende a 4.200 metros de altura en un recorrido de 434 kilómetros
fascinantes y cargados de adrenalina.

Este tren es uno de los
tres ferrocarriles más altos del mundo y surca las montañas de la Cordillera de
los Andes regalando paisajes para el asombro.

La trayectoria incluye parte de la
ciudad de Salta, atraviesa el valle de Lerma, para introducirse en la Quebrada
del Toro y llegar hasta la Puna debe su nombre a que muchas veces pueden
apreciarse nubes debajo de los puentes o en las laderas.

El tren parte de la
estación General Belgrano, en la ciudad de
Salta, a 1.187 metros sobre el nivel
del mar, y termina en el viaducto de La Polvorilla, es capaz de transportar a
468 pasajeros y su velocidad máxima es de 35 kilómetros por hora.

El nombre "Tren
a las Nubes" nace a partir de una película realizada por dos estudiantes de la
Universidad Nacional de Tucumán durante los primeros años de la década del ”60,
que hicieron el tramo Salta-Socompa a bordo del tren de pasajeros, que en esos
tiempos corría traccionado por máquinas a vapor.

La cantidad de rulos,
viaductos, túneles y otras sinuosidades que recorre el tren se debe a que el
autor del proyecto, el ingeniero estadounidense Richard Maury, tomó partido
teniendo en cuenta el principio de adherencia de las ruedas del tren a las vías
y por las leyes de la física, desechando el sistema mecánico de cremallera
comúnmente usado para que las formaciones ferroviarias puedan trepar con
solvencia las alturas.

No utiliza ruedas
dentadas, ni siquiera para las partes más empinadas de la subida, porque las
vías están dispuestas de una manera peculiar circulando por un sistema de
zigzags y espirales.

Para situaciones de emergencia el tren lleva en cada viaje,
además de la locomotora que arrastra la formación, otra adicional.

En esa enorme máquina
cuasi espacial pero pegada a la tierra, no falta nada: Cuenta con servicio de
comedor a bordo, traductor y asistencia médica por los problemas que pudiera
ocasionar en algunos pasajeros la falta de oxígeno que provoca la altura.

El
recorrido tarda unas dieciséis horas, desde las siete de la mañana hasta
aproximadamente medianoche o más. Posee un recorrido de 217 kilómetros.
Atraviesa 29 puentes, 21 túneles, 13 viaductos, 2 "rulos" y 2 zigzags.

Durante todo el
recorrido se realizan dos paradas: una, en la estación de San Antonio de los
Cobres, y la otra, en el viaducto La Polvorilla.

Parte de la ciudad de
Salta, el punto más bajo, y desde allí inicia el camino de ascenso hasta el
punto final del recorrido, el viaducto La Polvorilla, el más elevado de toda la
línea del convoy.

En las diferentes estaciones los habitantes de los pueblos
presentan pintorescos puestos con artesanías, vestimenta y productos regionales
para adquirir como recuerdo del interesante viaje.

El tren tiene un receso
programado en las salidas que va desde el 2 de diciembre al 3 de marzo y luego
funciona durante todo el año, las reservas pueden hacerse por internet aunque se
recomienda previsión por la alta demanda.

La provincia de Salta,
situada al noroeste de Argentina, asombra al viajero por su heterogeneidad
geográfica y cultural. Rodeada por tres países (Chile, Bolivia y Paraguay) y
seis provincias  su vasto territorio abarca todo tipo de paisajes, desde la
aridez del desierto puneño, hasta el verde exuberante de la selva.

Además de la
cordialidad de sus habitantes, es conocida por su patrimonio cultural, ya que es
heredera de la antigua nación diaguita-calchaquí, del Imperio Inca, del pasado
colonial hispánico y del espíritu criollo que luchó por la independencia
nacional.

Muchos rasgos de este rico legado aún perduran en la fisonomía humana
y arquitectónica de sus pueblos.