Guía de San Francisco: North Beach

Seguimos con nuestra recorrida por San Francisco, y esta vez nos adentraremos en el barrio de North Beach

Ya visitamos Chinatown, y ahora –caminando solo unas pocas cuadras más- visitaremos a su vecino, el barrio italiano de North Beach, sede de algunos de los mejores restaurantes y bares de San Francisco, y asiento de una vibrante vida nocturna. 

Este barrio se encuentra inmediatamente adyacente a Chinatown, enclavado entre las colinas Russian y Telegraph, atravesado en forma transversal por Columbus Avenue, una de las columnas vertebrales del trazado urbano de San Francisco.

El centro del barrio es Washington Square, una plaza frente a la iglesia de San Pedro y San Pablo –la iglesia católica más grande de la ciudad- rodeada de cafés donde se puede disfrutar del estilo de vida relajado y bohemio tan característico del barrio.

San Francisco, la hippie

Aunque North Beach no es el barrio “hippie” por excelencia, allí se encuentran algunos iconos del movimiento contracultural de los Estados Unidos, como la librería City Lights Bookstore,  abierta en 1953 por el poeta y novelista Lawrence Ferlinghetti.

Ubicada entre las luces de neón y los clubes para adultos de la intersección de Columbus Ave. con Broadway, fue la primera librería de publicaciones de bolsillo de Estados Unidos y está abierta hasta medianoche los 7 días de la semana (en un vecindario poco recomendable para ir con niños de noche, y tampoco para dejarlos curiosear los locales vecinos a cualquier otra hora del día)..

La generación beat hizo de North Beach  la “capital literaria” de Estados Unidos, sobre todo a partir del día de 1957 en que se recitó por primera vez el poema “Aullido“ de Allen Ginsberg, en el Cow Hollow de 3119 Fillmore Street.

A partir de ese momento, North Beach pasó a simbolizar el estilo de vida “alternativo” que intentaba romper con el orden establecido y todo tipo de represión (comenzando por la sexual), y los turistas llegaban de todas partes a North Beach para el “Beatnik Tour” de sus vidas. 

Junto a la librería, el Vesuvio”s, un antiguo bar que hacía las delicias de Dylan Thomas y Kerouac, sigue siendo un refugio para intelectuales (o supuestamente tales) de todo tipo.

En la misma esquina, se agolpa un conjunto de locales de strip-tease, cafeterías y drag queens (travestis). El más famoso era el Condor Club, donde los pechos de Carol Doda inciiaron la moda de las camareras en topless.  

Antes de que te apures a buscar, debemos decir que su sucesor -el Condor Sports Bar- ya no presenta topless en vivo, aunque ha inmortalizado sus pezones en neón en su museo, junto a fotografías y recortes de los días de gloria del Condor”s Club.

La Coit Tower 

Siguiendo hacia el norte por Columbus Avenue, se llega al corazón del antiguo barrio italiano, lleno de calles estrechas y locales emblemáticos como el Cafe Trieste, donde la música ambiente regala clásicos de la ópera a los artistas y aspirantes a serlo.

Al llegar a Washington Square, doblaremos para llegar  -por la empinada Filbert Street- a Telegraph Hill y la Coit Tower que se encuentra en su cima, desde donde se disfrutan de bellas vistas de la ciudad y más allá (si no te ha tocado un día de niebla).

Esta torre fue construida en 1933 con el legado de una rica mujer que quería “añadir belleza” a la ciudad de San Francisco y rendir al mismo tiempo homenaje a los bomberos voluntarios de la ciudad, que la habían salvado de la muerte cuando era pequeña.

El acceso a pie es un poco fatigante por lo empinado de la calle de acceso, pero vale la pena por la vista de la ciudad –y en todo caso, siempre tienes el bus 39 que te lleva hasta ella sin tener que caminar-.

La Coit Tower abre todos los días de 10 a 18, y la entrada cuesta 3 dólares para los adultos y 1 dólar para los niños entre 6 y 12 años (hay descuentos para jubilados y estudiantes).

Antes de subir a la cima, tómate unos momentos para ver los murales titulados Life in California, 1934 que se encuentran en su base, realizados por 25 muralistas discípulos de Diego Rivera.

Lombard Street 

Al oeste de Columbus, la Russian Hill debe su nombre a los marineros rusos que murieron allí a principios de la década de 1800.

El punto principal a visitar es la Lombard Street, a quien los locales llaman “la calle más retorcida del mundo” (ya que es tan empinada que la única manera de poder transitarla en automóvil es realizando gran cantidad de zig zags).

Debes armarte de mucha fortaleza si quieres llegar a ella a caminando, pues se ubica en la cima de una colina a la que se llega por calles muy (pero muy) empinadas. Pero, si el estado físico no te acompaña, puedes llegar a ella en teleférico (hay una parada justo allí).


La mejor época para visitarla es el verano, pues sus curvas están enmarcadas por hermosos canteros de plantas y arreglos florales, pero las otras épocas del año no están nada mal tampoco.

Sugerimos visitarla tanto de día –para poder recorrerla en automóvil o a pie (hay escaleras, en línea recta) y sacar esas fotos que no puedes dejar de sacar- como de noche –ya que desde ella se tiene una preciosa vista de distintas partes de San Francisco-.

Y, si aún tienen aire y ganas, ya que estás allí puedes visitar el San Francisco Art Institute, en 800 Chestnut St. (mar.-sáb., 10-17 h; entrada gratuita), la escuela de arte más antigua del Oeste de los Estados Unidos, donde la Diego Rivera Gallery contiene un excepcional mural creado por el pintor mexicano en 1931.

Si caminamos cuatro cuadras hacia el sur desde el instituto y por la Jones Street, encontraremos la Macondray Lane, una calle peatonal que se cree que fue una de las que inspiraron las Historias de San Francisco de Armistead Maupin (un libro que retrata como ninguno la vida en San Francisco).  

Museos en North Beach

Museo de North Beach. 1435 Stockton St.  Abre de lunes a viernes de 9.00 a 17.00 horas, entrada libre.

En este museo, encontrarás fotos y objetos referentes a la historia de Chinatown, North Beach y Fisherman”s Wharf.

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