¿Los vuelos largos te pueden matar?

Un estudio demuestra que el aumento de casos de embolia pulmonar asociada a viajes en avión es mayor cuanto mayor es la distancia recorrida


Con el fin de afirmar esta presunción se han estudiado 135,29 millones de
pasajeros de 145 países que arribaron al aeropuerto francés Charles de Gaulle
durante siete años.


Se pudo confirmar mediante la investigación que la
embolia pulmonar afecto a 56
pasajeros. La incidencia de embolia fue mucho mayor entre aquellos que tenían
como destino un sitio que estaba a más de 5000 km de distancia.


El síndrome de clase turista es una enfermedad reconocida por la Organización
Mundial de la Salud y lo puede padecer todo aquel que tenga predisposición a
tener problemas circulatorios como várices o que ha sufrido antes un episodio de
estas características. Es importante que las mujeres embarazadas tomen las
debidas precauciones.


Síntomas más evidentes:


Hinchazón, dolor, calambres y hormigueo en las extremidades.


Sugerencias para evitar complicaciones:


Si el viaje será lo suficientemente largo, lo más adecuado es poder caminar cada
treinta minutos. Recorrer todo el avión una vez es suficiente para poder
descansar las piernas y reiterar estos ejercicios.


Mientras se está sentado, lo más conveniente es estirar las piernas, y
flexionarlas. El ejercicio nunca viene mal y en estos casos es lo más acertado.
Es recomendable llevar ropa cómoda y floja.


Es aconsejable quitarse el calzado una vez se esté en el
avión y poder hacer
ejercicios circulares con los pies y mantenerlos en movimiento siempre que se
pueda. Dejar el talón en el suelo y levantar la punta hacia arriba.


Un buen masaje con aceites esenciales también es de gran utilidad cuando se
permanecerá tantas horas sentada. Masajear suavemente la zona de las piernas y
pies y reiterar las veces que sea necesario hasta sentir alivio.


No solamente los viajes largos en avión pueden traer problemas. Cualquier
situación que haga que la persona permanezca muchas horas en una misma posición
tiene riesgo de padecer trastornos en la circulación y en cualquier
circunstancia es bueno tomar las medidas permanentes para evitar incidentes.


Si se viaja en avión o transporte público, es ideal solicitar los asientos
situados al lado del pasillo. De este modo se dispondrá de mayor movilidad sin
tener que estar constantemente molestando al compañero de asiento.


Evitar comer alimentos con sal para que no exista retención de líquidos. El uso
de una crema hidratante puede ayudar si se la aplica acompañada con un masaje
que vaya desde los tobillos hasta los muslos.


Si padece de alguna enfermedad relacionada a la circulación sanguínea lo más
apropiado es consultar a un médico antes de viajar para que pueda brindarle más
consejos pertinentes y si está indicado, el uso de alguna medicación que pueda
prevenir cualquier tipo de trastorno.

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