Misterios de la vida?… No. Diferentes
factores influyen en cada individuo para provocar el mareo durante un viaje.
Este tipo de descompostura es absolutamente normal en algunas personas que se
trasladan en diferentes medios de transporte.
Concretamente,
el mareo se produce por la repetición de movimientos repetidos y la estimulación
excesiva de un dispositivo natural ubicado en el oído interno y que constituye
el órgano que regula el equilibrio a través de nervios dirigidos a una parte
del cerebro.
Si
la persona está en movimiento continuo durante un periodo de tiempo, produce
nauseas, vómitos, y malestares, que pueden aparecer tanto en
viajes en barco,
aviones o vehículos terrestres.
En
ese tiempo, el cuerpo humano está sometido a movimientos y aceleraciones
desconocidas regularmente, lo que provoca la desregulación de los receptores
dentro del oído,
por unas estimulaciones nerviosas en los músculos y articulaciones de los ojos,
que relacionan la posición del cuerpo.
Aunque
suele desaparecer con la edad, debido a que la sensibilidad disminuye de la
estructura del oído, hay métodos que te pueden ayudar a aliviar los síntomas
aunque algunos contienen contraindicaciones. Para asegurarse, lo mejor es
consultar a su clínico antes de viajar.
Sin
embargo, existen formas de disminuir los efectos del movimiento durante el
viaje. Para empezar, en un auto es preferible ir en el
asiento delantero y mirar lo más posible al frente, sin girar la cabeza
haciendo movimientos bruscos. Mantener una buena ventilación e intentar no
pensar todo el tiempo en el viaje, hablar de otra cosa.
Es
recomendable que no leas, mientras viajas en automóvil, si vas en barco, sitúate
en la parte central, en donde los movimientos son menos balanceados. En cambio,
si vas en avión, colócate a la altura de las alas, pues el movimiento es mínimo.
En
ningún caso, ingerir alimentos pesados y abundantes antes de abordar cualquier
tipo de vehículo y por su puesto, evitar la ingesta de alcohol.
Los
efectos del mareo, tienen una base científica concreta, sin embargo, la
disposición psicológica puede influir en gran medida sobre quienes creen estar
predispuestos a este tipo de trastornos.