En el Siglo XVIII fue el lugar elegido por los aristócratas, músicos y
escritores, hoy en día visitantes de todo el mundo se sientan en sus escalones
simplemente a observar, sin importar la estación del año que sea.
Pero Piazza Spagna no es sólo la escalinata más famosa de Europa, también es un
complejo de belleza arquitectónica e histórica que consta de tres espacios: la
plaza propiamente dicha (abajo), la escalinata y arriba la iglesia Trinidad del
Monte.
Cuando uno va llegando por la calle España (su nombre se debe a la cercanía de
la embajada de ese país) se sorprende al ver su extraña forma de dos triángulos
unidos por un vértice, algo parecido a una mariposa que gira en torno de la
Fontana della Barcaccia, una fuente barroca construida por Pietro Bernini, que
representa a un barco hundiéndose.
Alrededor de la plaza se observan los edificios del Siglo XVIII, todos pintados
en tonos brillantes, ocres y rojizos.
En la base de uno de los triángulos está el Palazzo di Propaganda Fide y
enfrente la Colonna dell’Immacolata, una estatua de una virgen muy venerada por
esos lares.
La escalinata propiamente dicha, la Scalinata della Trinitá dei Monti, consta de
137 escalones realizados en un precioso travertino por F. De Sanctis en el año
1723.
Estos escalones suben por doce tramos, algunos anchos y otros angostos y se
ramifican en varios bloques hasta llegar a la plaza de la iglesia Trinitá dei
Monti.
A su alrededor se levantan muchos restaurantes, de los más exquisitos de Roma
(aunque son bastantes costosos).
Cuando se hace de noche la belleza de Piazza Spagna es mayor debido a la
impresionante iluminación de todos los monumentos. Muchos estudiantes suelen
reunirse allí a tocar la guitarra, cantar y divertirse.
También la escalinata es sede de la moda. En una noche del mes de julio se
transforma en la pasarela del desfile Donne Sotto le Stelle (mujeres bajo las
estrellas). Las modelos más codiciadas pasean sus elegantes cuerpos por esas
escalinatas.
Una vez que se llega a la Piazza della Trinitá dei Monti – donde se levanta el
Obelisco de Salustio – y un poco más arriba, a la iglesia, una construcción
francesa desde donde se obtiene una excelente panorámica de la ciudad.
Otra atracción es la casa rosada de los poetas John Keats y Percy B. Shelley, al
costado izquierdo de la fuente, que se mantiene igual a como la dejaron (Keats
murió allí a los 26 años). Ahora está transformada en museo.
Otro clásico es tomar el té en el Babington’s Tea Room donde lo sirven desde
hace un siglo en tazas turquesas con fondo blanco, cucharas de plata con un gato
grabado y una servilleta de papel roja.
Las calles de sus alrededores también son imperdibles. Por ejemplo la Via
Condoti, la más elegante de toda Italia, que concentra las reconocidas tiendas
de Armani, Gucci, Bulgari o Ferragamo, y donde cada vidriera es una obra de
arte. Allí se puede disfrutar del café espresso del histórico Caffe Greco (siglo
XVIII) muy frecuentado por artistas como Byron, Goethe, Listz, y Federico
Fellini. Justamente desde allí se puede obtener una vista completa de la Piazza
Spagna con la escalinata y la iglesia en lo alto.
También están las calles Via Margutta donde viven y exponen muchos artistas, Via
del Babuino con sus tiendas de antigüedades y Via Frattina con sus boutiques
lujuriosas.
Para alojarse muy cerca de allí hay hoteles de distintas categorías desde el
Grand Plaza Hotel (5 estrellas) hasta los hoteles Forte o Manfredi de 3
estrellas. También hay hostels o pensiones más alejadas a precios más
económicos.