Verano eterno en las Bahamas

Viajes a Bahamas 

Las Islas Bahamas son un paraíso tropical de 100.000 millas cuadradas, con más de 700 islas y 2500 arrecifes, que descansa a sólo 50 millas de las costas de Florida.  

Alguna vez bautizadas como “Islas del Junio Perpetuo” por George Washington (en referencia, a su clima estival prolongado), las Bahamas están bendecidas por un clima tropical que las hacen, durante todo el año, un destino para aquellas personas que buscan un respiro de la vorágine de las grandes ciudades.  

El mejor momento para visitar las Bahamas es durante el verano norteamericano, es decir entre junio y agosto. Aunque el invierno puede ser sorpresivamente frío, las altas temperaturas diurnas en las Bahamas difícilmente bajen de los 16º desde febrero a diciembre, y el sol brilla en un promedio de 320 días al año. 

¡Bahamas para todos!  

Conocida como el “patio de recreo de los ricos y famosos”, las Bahamas ofrecen una gran cantidad de atracciones tan coloridas y únicas como su historia, su herencia y sus habitantes. La diversidad geográfica y la riqueza en recursos naturales de las Bahamas garantizan la satisfacción de los turistas, cualesquiera sean sus preferencias e intenciones.  

Los amantes del surf encontrarán lo necesario para satisfacer sus corazones ardientes en la calma ilimitada y exótica de las playas del archipiélago. Aquellos que prefieran esconderse un poco del sol o que no gusten del contacto de la arena con el cuerpo, podrán disfrutar de la exploración subterránea en las cuevas Hatchet Bay o del avistaje de aves en Inagua.  

Muchos turistas, al ver que hay tanto para ver y para hacer en las Bahamas, entienden que la única forma de llegarlas a conocer a fondo es a través de un segundo y, muchas veces, un tercer viaje.       

¡A empaparse en las islas Bahamas! 

¿Qué es lo bueno de ir a las Bahamas si piensas permanecer seco? Resistir el encanto de las playas prístinas y de su suave arena talcosa, sería lo mismo que no realizar un viaje en góndola al visitar Venecia.  

Con su extensión interminable de arena y agua, es un paraíso imperdible para aquellos amantes de las playas. Éstas son un refugio idílico para todos los viajantes que quieran permanecer embelezados a la luz de la luna. Ostentando casi 500 millas de las aguas más claras del mundo, las Bahamas cuentan con un amplio abanico de actividades de playa y acuáticas.  

Las aguas, de tono verde esmeralda y el azul cristal, son un marco magnífico para los deportes acuáticos, como el esquí acuático y el windsurf. La Isla Bimini es la capital mundial de la pesca en aguas profundas, y es el sitio que Ernest Hemingway solía elegir para recluirse del mundo.  

Los visitantes que no se sientan atraídos por los encantos de los deportes acuáticos y de la pesca, siempre encontrarán un lugar especial en la playa donde acurrucarse y disfrutar de un excelente libro, al tiempo que adquieren ese bronceado matador. 

Vida salvaje en las islas Bahamas 

Los amantes de la vida salvaje, que aborrecen los trajes de baño, encontrarán cientos de destinos y aventuras en las Bahamas. Los arrecifes de Exuma y el Parque Marítimo son una reserva ecológica de 176 millas cuadradas y un refugio que ofrecen extrañas aves, peces coloridos y reptiles exóticos, incluyendo la famosa Iguana de las Bahamas (en peligro de extinción).  

¿Te gustan los flamencos? Dirígete al Parque Nacional Abaco en Out Island y al Great Inagua, considerados dos de los mejores destinos de contemplación de aves de todas las islas del caribe. Visitando las Bahamas, los espeleólogos aficionados podrán calmar su sed en las Cavernas de Hatchet Bay, con imponente colección de estalactitas y estalagmitas. 

Bahamas: una muestra de cultura y hospitalidad 

Con el objetivo de darle a los visitantes un auténtico y enriquecedor encuentro con los habitantes y la cultura de las Bahamas, el ministerio de turismo de las islas lanzó, en 1975, el programa People-to-People Encounter.  

Más de 1200 nativos participan en el este emprendimiento de participación comunitaria, que acerca a los visitantes y a los residentes sobre una base más personal. Los turistas logran ver de cerca la vida en las islas, participando de las actividades cotidianas de sus huéspedes, tales como compartir una comida casera y tradicional, pasar una noche agradable de pláticas, o asistir a la iglesia y participar del culto religioso local.  

De este modo, los participantes de este programa obtienen una visión valiosa de la cultura y una fortuna de recuerdos que harán de su visita a las Bahamas una experiencia aún más gratificante.    

Cómo se compone el Archipiélago de las Bahamas        

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