La región napolitana conocida como Campania posee una de las costas más
maravillosas de toda Italia, incluyendo una gran variedad de islas mágicas,
muchas de ellas repletas de una rica herencia rica de ruinas antiguas.
La isla de Capri, anclada en las azules aguas del Golfo, y considerada en la
época romana como un "lugar dado por la naturaleza para al descanso del espíritu
y el placer de los sentidos", es una de las preferidas por todas las personas
que desean abandonar el continente para dirigirse a ellas, en un paseo que no
necesita de más de un día para ser recorrido a pleno.
Desde el puerto del continente, se embarca un ferri con destino al puerto
principal de Marina Grande. Luego se aborda el funicular para llegar a Capri, y
es entonces cuando uno se da cuenta que ya no está más en su ciudad...
En ese momento gran parte de la bella costa del continente de Italia se asoma
ante los turistas, así como las paradisíacas islas Faraglioni. Bien debajo, el
agua parece una alfombra azul con una perla en el medio: las olas de la orilla
de esta fantástica isla, donde a medida que se llega se puede divisar la
Piazzeta, dominada por la Torre del Reloj y antiguo Palacio del Arzobispado.
Desde esa gran posición, usted realmente creerá que hay algo mítico sobre todo
esta área.
Capri fue centro del antiguo poblado medieval, y desde ese entonces se ha venido
reuniendo la alta sociedad desde la época romántica. En la actualidad, continúa
siendo lugar de encuentros de los personajes del jet-set.
Las atracciones naturales y comerciales de Capri tienen más de lo que cualquier
viajero podría buscar. La isla abunda en arboledas de olivas, acantilados,
colinas, y grandes terrazas de jardines desde los que se puede ver todo el azul
del mediterráneo.