A la distancia, se logra también contemplar las magnificas
ciudades de Nápoles y el Vesuvio, rodeadas por blancos ferris y aliscafos que
cruzan todos los puertos, así como la Marina Piccola, las Islas Faraglioni Y
Punta de Tragara.
El hecho de que casi todas las trayectorias sean cortas y fáciles de realizar
sin ningún vehículo, ofrecen la posibilidad de explorar la isla a pie,
atravesando los los Jardines de Augusto, iglesias, antiquísimos chalet, ruinas,
y toda clase de construcciones históricas.
Capri tiene dos lugares principales, el primero es la Ciudad de Capri, que se
encuentra en la mitad este de la isla. Un funicular asciende del centro de la
ciudad hasta el puerto de Marina Grande, desde donde zarpan los ferris y
aliscafos. La otra parte es Anacapri, que se encuentra en la parte más alta de
Capri, por lo que se debe llegar en autobús o taxi. Anacapri tiene una elevación
de 980 pies y es la que cuenta con más vida nocturna entre las dos.
Tanto Julio como Tiberio Cesar construyeron residencias de verano en Capri,
pero año a año varios turistas que visitan la isla siguen sus pasos, y compran o
construyen una residencia propia para pasar sus veraneos. Según afirman los
especialistas, Tiberio construyó doce chalet en la isla.
Sin dudas el que más se destaca, tanto desde lejos como desde cerca, es el
Chalet San Michele, construido en un altiplano sobre la isla de Capri. La vista
que se tiene hacia el este desde ese lugar, a través del puerto Marina Grande
es, sencillamente, impactante. Hoy en día, el chalet es un museo y un lugar a
visitar en cualquier itinerario.
San Michele fue construido a principios de 1896 por el médico y autor sueco Axel
Munthe. Su estilo arquitectónico, es una mezcla de elementos de varias culturas
y eras, cada una de ellas según las propias instrucciones de Munthe.
Cuando
comenzaron las excavaciones para construir el San Michele, fueron encontrados
restos de una ciudad romana, que todavía pueden ser vistas. Muchas de las
esculturas clásicas de la ciudad fueron recuperadas del fondo del mar de Capri,
hacia donde fueron lanzadas (quizás durante la celebración por muerte de
Tiberious) cientos de años atrás.
El Dr. Munthe escribió una controversial
memoria sobre esta inusual residencia. El libro, que fue muy elogiado por sus
contemporáneos, es en parte un producto de la sola imaginación de Munthe.
Mucha gente elige como favorito el chalet Jovis, (chalet Júpiter) el más grande
y preservado de todos los chaletes romanos en la isla. En su apogeo, el chalet
era un complejo que incluía cuartos imperiales, magníficos pasillos y baños y
extensos jardines.
Razones para visitarla no le faltan. ¿Qué está esperando para sacar su pasaje?