Nuestras vidas cotidianas suelen ser un tanto monótonas. Es por esto que no es
de extrañar que muchos de nosotros consideremos que las ciudades perdidas son
ejemplos fascinantes de misterios, aventuras y fantasías.
Ya sea que estos lugares se hayan vuelto inaccesibles por un desastre natural,
hayan sido devastados por la guerra o hayan desaparecido por completo, las
ciudades perdidas han despertado la curiosidad de millones de aspirantes a
antropólogos y buscadores de tesoros de todo el mundo.
¿Qué es exactamente una ciudad perdida? Pues bien, los criterios son bastante
amplios.
En algunos casos, las ciudades fueron enterradas o destruidas.
Muchas de las ciudades que comúnmente consideramos como perdidas no se perdieron
realmente; simplemente eran desconocidas para los occidentales que más tarde las
"descubrieron" y las hicieron famosas. Irónicamente, las ciudades perdidas que
han generado las impresiones más fuertes en la cultura popular son las que
pueden no haber siquiera existido.
Esto se da probablemente porque las asociamos con ideas de riquezas fantásticas,
iluminación y prosperidad.
Hay leyendas y ruinas de decenas de ciudades perdidas en todo el mundo. Hemos
recopilado un listado de cinco ciudades de importancia histórica, que abarcan
una amplia gama de situaciones, desde conflictos y devastaciones hasta
prosperidad e intriga.
Pompeya: la ciudad enterrada
Prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, la próspera comunidad de Pompeya,
Italia, fue reducida a ruinas y cenizas, que quedaron permanentemente congeladas
en el tiempo.
Era un día normal en el año 79 D.C. para los habitantes de Pompeya. De repente,
el volcán Vesubio entró en una erupción tempestuosa, regando la ciudad con
cenizas, rocas y otros residuos.
Muchos residentes pudieron evacuar antes de que llegaran los residuos volcánicos.
Sin embargo, las 2.000 personas que no escaparon a tiempo quedaron atrapadas
bajo las cenizas, que casi al instante formaron un sello hermético sobre toda la
ciudad.
Las ruinas de Pompeya no fueron perturbadas hasta que fueron descubiertas en
1748, y los arqueólogos comenzaron el proceso de excavación.
Los arqueólogos no esperaban la conservación casi perfecta de los edificios y
objetos que estaban enterrados desde hacía más de 1.500 años.
Incluso pudieron crear moldes de las personas que estaban atrapadas bajo los
escombros.
Aunque hacía tiempo que sus cuerpos se habían convertido en polvo, las bolsas de
aire en las que quedaron atrapados permanecieron intactas.
Una vez llenos de yeso, los moldes cobraban una semejanza llamativa con las
víctimas del volcán, atrapadas durante la evacuación.
El Dorado: la ciudad imaginaria
La búsqueda de riquezas ha motivado, desde tiempos inmemoriales, a los
buscadores de tesoros a jugar a la lotería, participar en sorteos y buscar ollas
de oro al final del arco iris.
Sin embargo, son pocas las leyendas que han provocado respuestas tan apasionadas
como la de El Dorado, la famosa (y, casi sin duda, imaginaria) ciudad de las
riquezas, que ha eludido a los exploradores durante siglos.
El origen de El Dorado se remonta al siglo XVI o XVII, cuando los exploradores
europeos en América del Sur escucharon historias sobre un jefe indígena
fabulosamente rico, que estaba perpetuamente cubierto de polvo de oro.
Se decía que esta ciudad, supuestamente ubicada en algún lugar al norte de
América del Sur, estaba repleta de piedras preciosas y oro.
Miles de exploradores han tratado en vano de localizar las riquezas de esta
ciudad, y muchos de ellos han muerto en el proceso por causas variadas,
incluyendo enfermedades y hambre.
Uno de los casos más famosos es el de Percy Harrison Fawcett, un explorador
británico que se propuso, en el año 1925, encontrar El Dorado, al que llamó “la
Ciudad de Z”.
Fawcett y su expedición entraron en la Selva Amazónica y nunca
mas
se supo de ellos.
Muchos otros exploradores intentaron encontrar al grupo de Fawcett, pero en
muchos casos terminaron muertos o volvieron con las manos vacías.
Troya: la ciudad legendaria
Pocos
relatos
épicos
fueron
tan estudiados como "La Odisea" o "La Ilíada", escritos por Homero, alrededor
del 800 AC.
Estos poemas de ficción describen la guerra de Troya. La ciudad de Troya estaba
situada en lo que hoy es Turquía, entre Asia y Europa.
Debido a su accesibilidad, Troya era un hervidero cultural y una plaza comercial
ideal.
Los poemas épicos de Homero describen cómo Helena, la hermosa esposa del rey
Menelao de Esparta, se fugó con un príncipe troyano llamado Paris.
Se supone que esto causó la guerra de Troya, e hizo que Helena se ganara la
reputación de ser “el rostro que movió mil barcos”.
Menelao lanzó una gran ofensiva en Troya, lo que deriva en la guerra en la que
se destacan el famoso caballo de madera, Aquiles y muchas otras leyendas.
Con una historia tan arraigada en la cultura, no es de extrañar que los
historiadores hayan estado seguros de que Troya realmente existió.
Es evidente que Troya fue abandonada después de la Guerra de Troya, entre el
1100 y el 700 AC.
Luego, fue repoblada y revitalizada, antes de que fuera conquistada por los
romanos en el año 85 AC. Poco después, la civilización se apagó y quedó en
ruinas hasta su descubrimiento en 1822.
Desde entonces, los arqueólogos han identificado varias capas de ciudades,
construidas una encima de la otra.
Los muros y fortalezas de piedra halados en las capas sexta y séptima son
considerados como los que coinciden con la Troya descrita por Homero, y la
leyenda de la Guerra de Troya es ahora ampliamente aceptada, aunque su causa es
aún incierta.
Cartago: la ciudad desgarrada por la guerra
Al igual que Troya, la ciudad de Cartago estaba situada en una zona muy
codiciada en el Mediterráneo, cerca de la actual Túnez.
Cartago fue fundada por los fenicios (probablemente alrededor del 800 AC) como
una posta comercial al norte de África, justo enfrente de la punta de la “bota”
de Italia.
Aunque su ubicación privilegiada generó una gran prosperidad para la ciudad,
también provocó 150 años de guerra (principalmente contra Roma), lo que
finalmente llevó a la desaparición de Cartago.
En la Primera Guerra Púnica (260-241 AC) se impusieron las tácticas navales
superiores de Roma, y esto dio lugar a una derrota contundente de Cartago.
Durante la Segunda Guerra Púnica (218-201 AC), Cartago y Roma combatieron por
los derechos sobre Hispania, y Cartago fue derrotada una vez más.
Roma pudo incluso superar al estratega militar legendario de Cartago, Aníbal.
A raíz de esta derrota devastadora, Cartago subsistió únicamente como una
cáscara de su antiguo esplendor, hasta el 151 AC, cuando los romanos notaron que
la ciudad estaba experimentando una especie de renacimiento.
La idea de que Cartago pudiera prosperar puso nerviosos a los romanos, por lo
que declararon la guerra, después de que Cartago infringiera los términos de un
acuerdo de paz.
Esta guerra duró sólo unos años y dio lugar a la destrucción total de Cartago y
de todas sus construcciones, así como la muerte de miles de cartagineses.
La ciudad fue finalmente reubicada, pero nunca se recuperó como una potencia.
Hoy, Cartago es un suburbio rico de Túnez.
Atlántida: la ciudad utópica
Según el filósofo griego Platón, la Atlántida era una sociedad bulliciosa, llena
de riquezas, maravillas arquitectónicas y una cultura floreciente.
Si bien se
cree que las descripciones coloridas de Platón sobre la Atlántida son ficticias,
algunos historiadores piensan que la ciudad ha existido, aunque sus conjeturas
en cuanto a cuándo y dónde son muy variables.
Platón señaló que la isla de la
Atlántida había desaparecido 9.000 años antes de que el escribiera sobre ella,
pero algunos estudiosos del tema piensan que este número fue transcrito o
traducido incorrectamente, porque 900 años parece más plausible.
Algunos
arqueólogos sostienen la teoría de que la Atlántida estaba ubicaba en las islas
griegas, y se hundió por una erupción volcánica.
Otros presumen que su ubicación
debía ser bajo el agua, cerca del Caribe, Irlanda, América del Sur o incluso la
Antártida.
Independientemente de si la Atlántida existió realmente, la idea de esta ciudad
utópica ha cautivado a muchos, a tal punto que numerosos libros, películas y
documentales han intentado resolver el misterio de su desaparición.
Recientemente, en febrero de 2009, un ingeniero aeronáutico fue noticia en todo
el mundo cuando afirmó haber encontrado la Atlántida utilizando la herramienta
de Google Ocean, que permite a los usuarios revisar miles de fotos de paisajes
del océano.
Hasta la fecha, los expertos aún están deliberando la cuestión de si
la ciudad sumergida bajo el agua, frente a la costa noroeste de África, es en
realidad la Atlántida.