En bicicleta, uno de los medios de transporte mas populares, se puede conocer
otras playas de la zona como por ejemplo Punta Uva, ubicada a 10 kilómetros del
pueblo y que posee aguas quietas color esmeralda, palmeras y arena blanca que la
transforman en un imperdible destino con aires de paraíso.
Las playas paradisíacas del Parque Nacional Cahuita que está localizado en la
ciudad de Cahuita, ofrecen además de su agua y su arena, una rica vida marina
que vive en los diversos bosques acuáticos, donde florece el coral cerebro.entre
aguas mansas y cristalinas y en la superficie, árboles de coco (cocoteros) que
parecen dibujados por su belleza.
Justamente, si de cocos se trata, está la maravillosa Isla del Coco, declarada
por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad ostentando las 2.400 hectáreas de
superficie, que la convierten en la isla deshabitada más grande del planeta y
también la única isla del Pacífico cubierta de bosque tropical siempre verde,
debido a las abundantes y torrenciales precipitaciones.
Y para quienes buscan algo más que playas, el Museo del Oro de la ciudad de San
José posee una de las más importantes colecciones precolombinas del continente,
1.600 piezas de oro moldeadas por las comunidades indígenas que habitaron la
región a partir del año 300.
Una maravilla para los ojos que se impresionan ante
tales riquezas. Además, no hay que olvidar el paso por Guayabo que es el sitio
arqueológico más importante y de mayor tamaño descubierto en Costa Rica, ubicado
en las laderas del volcán Turrialba, donde arcos y acueductos resisten el paso
del tiempo.
Para terminar, no hay que dejar de lado el tour por el Teatro Nacional de la
ciudad de San José, que es el principal teatro de la ciudad ubicado a un lado de
la plaza central. Realizado a fines del siglo XIX, su arquitectura neoclásica es
asombrosa y digna de ser admirada para perderse luego en la Plaza de la Cultura,
el centro de la ciudad de San José.