El número de participantes solteros por crucero varía en forma amplia, pudiendo
haber entre 100 huéspedes hasta más de 300. Las nacionalidades varían
igualmente.
Si bien la mayoría de los turistas provienen de Estados Unidos y Canadá, también
hay gran número de participantes de otros países. El promedio de edad de los
viajeros es de 45 años, estando la mayoría entre los 30 y 60 años de edad.
Existen, asimismo, algunos cruceros que son exclusivos para solteros mayores de
40 años.
Una razón equilibrada de mujeres y hombres puede apreciarse en cada uno de los
cruceros, aunque vale dejar en claro que no es objetivo de estos viajes el
formar parejas. Si bien no se trata de un servicio de citas, es cierto que son
muchas las personas que encuentran el romance sobre las aguas.
De hecho, no son pocos los casos de matrimonios entre personas que se han
conocido en un crucero de solteros. En cualquier caso, las personas solas podrán
disfrutar de todas las comodidades de un crucero de primera línea y, al mismo
tiempo, conocer nuevas personas.
Antes de partir
La diversión de un crucero de solteros puede comenzar algún tiempo antes de la
partida. De hecho, algunas empresas de cruceros ofrecen en sus Web sites salas
de chat para los participantes de un mismo crucero, de modo que los turistas
podrán comenzar a conocerse algunos meses antes de la partida.
A menudo, los pasajeros usan la sala de chat para encontrar a otros que vivan en
las proximidades y quieran viajar hacia el punto de embarque en forma conjunta.
Algunas veces, los pasajeros que arriban al puerto de embarque la noche anterior
a la partida pueden unirse a una fiesta pre-crucero.
Muchos participantes optan por hacer el crucero con otros amigos solteros,
compartiendo con ellos el camarote. Aquellos que viajan solos, y deseen un
camarote para sí mismos, deberán pagar un suplemento, que puede incrementar el
costo del crucero entre un 50% y un 100%. Por otra parte, las empresas de
cruceros pueden buscar coincidencias entre los gustos y hábitos de los viajeros
(por ejemplo, si son fumadores o no) y sugerir posibles compañeros de camarote.
Algunas personas se han convertido en mejores amigos con sus compañeros de
cuarto, y en muchas ocasiones se las pasan juntos todo el viaje, e incluso
vuelven a hacer otros cruceros juntos. Y, desde luego, otras personas no son más
que compañeros de cuarto; después de todo, de eso se trata.