La posibilidad de tener unas vacaciones casi gratuitas seduce a todo el mundo. Gran cantidad del presupuesto se invierte en alojamiento.

Mediante esta nueva estrategia turística es posible ahorrar mucho dinero y pensar en la probabilidad de viajar fuera del país o a lugares realmente lejanos, y pagar solamente el billete de avión.

Hay páginas de empresas que mediante una suscripción paga se encargan de encontrar a alguien que desee también optar por un intercambio, aunque también hay foros gratuitos en donde cada persona sea del país que sea, promociona su hogar y lo coloca en intercambio.

Esta opción es gratuita, pero puede resultar ser peligrosa ya que no se conoce quién podrá contestar un anuncio y de qué modo tratará la vivienda. Hay que ser cuidadoso para no encontrar daños o robos al regreso de las vacaciones.

Las ventajas más evidentes de este negocio residen en el considerable ahorro económico, en la posibilidad de conocer más estrechamente los hábitos y costumbres del país que se visita, de hacerse amigos de los vecinos y estar en un ambiente más cálido que lo que supone el hospedaje en un hotel.

Esta opción permite al turista que su estadía sea más larga y profunda.  Por otro lado, la casa de uno nunca estará vacía, lo que se traduce en un beneficio sobre todo si se tienen mascotas a las que hay que cuidar o plantas que hay que regar.

Si se trata de un viaje internacional, también se puede disponer de intercambio de vehículo y de esta manera se podrá conocer la ciudad desde una perspectiva más personal y no como si se fuera un turista más.

Advertencias antes de realizar un intercambio de casas

El intercambio de hogar es gratuito. Si hay una empresa o familia que pide dinero para ocupar la vivienda, es mejor optar por otra alternativa.

No solamente se intercambia una casa sino también la confianza. Aunque es una modalidad que no a todos convence, hay que comprender que en el hogar se quedará un completo desconocido.

Más allá de las garantías de la empresa que hace el contacto, lo más indicado es tomar las precauciones pertinentes antes de dejar la casa a merced de un extraño.

Quienes viajan de esta manera aseguran que es una buena experiencia para valorar lo que se tiene y para aprender a tratar lo ajeno como gustaría que se trate lo propio.