Consejos de seguridad para viajeros de negocios
Quienes viajen al
exterior por negocios deben saber que podr�an ser abordados de diferentes
maneras por una agencia de inteligencia, por un servicio de seguridad, por
terroristas, criminales, o por un competidor, si tienen informaci�n sensible.
Para hacer un negocio en el exterior, existen indicadores que se deben reconocer como peligros potenciales, sobre todo los que indiquen un injustificable inter�s en sus actividades. Estos son:
- Repetidos contactos con una persona local o extranjera que no est� implicada en sus intereses de negocio o prop�sitos de su visita, pero, como resultado de invitaciones sociales o a ciertos eventos de negocio, aparecen en cada concentraci�n. Este comportamiento por parte de ciertos individuos puede indicar algo m�s que s�lo un inter�s pasajero en usted y sus actividades econ�micas.
- A menudo es inevitable mantener una relaci�n cercana con un representante de un gobierno del pa�s que visita por razones de negocio. En estos casos, sea cauteloso y no permita que la relaci�n se desarrolle m�s all� del nivel que usted desea.
- Encuentros accidentales con un desconocido, que comienza una conversaci�n por el hecho de �querer practicar su idioma�, �hablar sobre su pa�s de origen o su empleo�, �invitarlo a una bebida porque le ha ca�do bien�, �discutir sobre pol�tica�, o cualquier otra excusa para comenzar una relaci�n �amigable�.
Reconociendo la vigilancia
Los servicios de seguridad o inteligencia extranjeros, los terroristas, y los delincuentes, pueden estar vigil�ndolo para preparar sus operaciones antes de tomar medidas y abordarlo. Para saber si puede ser v�ctima de uno de estos abordajes, tenga en cuenta lo siguiente:
- La mayor amenaza terrorista para un viajero es estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, y convertirse as� en una inadvertida v�ctima de un acto terrorista.
- Est� atento y preste atenci�n a su sexto sentido. Si tiene el presentimiento de que algo no es correcto o de ser vigilado, no lo tome como algo secundario y preste mayor atenci�n, Informe sus sospechas o cualquier informaci�n que tenga al director general de la empresa para la que trabaja o a su embajada o consulado, por si algo le ocurre.
- Si tiene razones para creer que est� siendo vigilado, contin�e, igualmente, actuando naturalmente.
- No trate de escabullirse, perderse, ni hacer pasar por tonta a la vigilancia, ya que esto podr�a hacerlos enojar o bien alertarlos para actuar m�s r�pidamente.
- No juegue a ser �James Bond�, pero t�mese todo esto seriamente y no haga ni diga nada que lo haga luego aparecer en primera plana del peri�dico.
Seguridad en los negocios
- Guarde todos los papeles y documentos importantes o de propiedad que lleve al extranjero; no los deje sobre el escritorio de la oficina o sueltos en cualquier sitio de esta sucursal.
- Mantenga en reserva y protegidas sus conversaciones, para que el personal no autorizado no sea capaz de escuchar, escondido, charlas que tiene relaci�n con las propiedades, los asuntos del personal, la planificaci�n de la administraci�n, o los problemas de la empresa. En muchos pa�ses, los empleados locales son enviados por los servicios de inteligencia o de seguridad para saber tanto como les sea posible acerca de las actividades de ciertas compa��as y de su personal.
- Tenga cuidado con todas las comunicaciones. Est� atento de controlar el tel�fono, los mails, y el correo internacional.
Finalmente, sepa que la mayor�a de las organizaciones de inteligencia suelen estar atentas de encontrar ejecutivos que sean vulnerables a la coerci�n, vicios, corrupci�n, o manipulaci�n emocional.
Para eliminar, o por lo menos reducir, la posibilidad de hacer algo que le traer�a como consecuencia la atenci�n especial de una de estas agencias, deber�a, en primer lugar, no hacer nada que pueda ser malinterpretado, mal visto hacia su persona, o vergonzante tanto para usted como para su compa��a, as� como tampoco realizar chismes sobre los problemas de car�cter, los problemas financieros, las relaciones emocionales, o las dificultades maritales de alguien que pueda trabajar para su compa��a, inclusive usted mismo.