El reino perdido de Indiana Jones
La mayor parte del atractivo de Petra procede de sus
impresionantes montañas de arenisca multicolor; es un lugar aislado de escarpada
laderas rocosas, cimas recortadas y profundos acantilados, en los que se
excavaron la mayoría de las tumbas, fachada, teatros y escaleras.
Naturaleza y arquitectura concurren para conferirle un aura mítica al lugar. La
mayoría de la gente, cuando se les pregunta, le dirán que Petra es una antigua
ciudad que fue excavada en la roca por los nabateos y que se convirtió en su
capital.
No es del todo correcto. Para apreciar completamente el lugar, hay que saber
algo mas obre sus constructores.
Los nabateos
Los nabateos eran antiguas tribus árabes procedentes de la península arábiga,
que se asentaron en el sur de Jordania hace más de 2200 años.
Con el correr de los siglos, acabaron convirtiéndose en los indiscutibles amos
de las rutas comerciales de la región.
Los beneficios obtenidos con el negocio de las caravanas les permitió establecer
y organizar un poderoso reinado que se extendía hasta Damasco e incluía partes
de los desiertos del Sinaí y Negev, gobernando con eficacia la mayor parte de
Arabia.
No era una tarea fácil si consideramos que la región estaba bajo la dominación
de las principales facciones rivales, los hasmoneos y posteriormente los
romanos.
Lucharon en encarnizadas guerras y recurrieron a astucias diplomáticas para
conservar su independencia y civilización, pero el todo poderoso Imperio Romano
no estaba dispuesto a tolerar una reino nativo fuerte, y lo inevitable acabó
pasando, en el año 106 d.C., cuando el reino nabateo fue anexado al Imperio
Romano.
Pero incluso así, Petra y la civilización nabatea siguieron floreciendo y
prosperando durante muchos años mas, hasta que sus fuentes de riqueza empezaron
a mermar debido a varios factores como la sustitución de las rutas comerciales
por el transporte en barco y la menor demanda de incienso a medida que la
cristiandad iba sustituyendo las religiones paganas.
Finalmente, los gloriosos logros nabateos y la maravillosa ciudad de Petra se
convirtieron en ruinas.
Los nabateos eran gente inteligente y práctica, nunca creyeron en la
exclusividad nacional, estaban abiertos alas influencias de culturas externas,
las absorbían y les añadían su propio toque nativo.
EI resultado final de esta interacción fue una maravillosa mezcla cultural. Un
pequeño paseo por Petra da testimonio de ello.
Contemple cualquiera de los monumentos excavados en la piedra y podrá distinguir
estilos propios del arte clásico (grecorromano), egipcio, mesopotámico y local
fusionados en cada obra de arte.
Petra rebosa influencias de las culturas extranjeras y locales. La ciudad
palpitaba de vida, recorrida par calles pavimentadas, terrazas agrícolas,
sistemas de canalización del agua, obras de arte y templos, sin olvidar los
teatros.
No obstante, tras alcanzar su punto culminante en la
historia, Petra fue abandonada gradualmente y después del siglo XIV se perdió
completamente en el oeste, hasta que el viajero suizo llamado Johann Ludwig
Burckhards la redescubrió en el año 1812.
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