En San Cristóbal conviven con armonía la cultura moderna mexicana y las
costumbres nativas.
Enclavada en un alto valle, se encuentra rodeada de cerros que enaltecen aún más
la imagen de la ciudad.
Su arquitectura se caracteriza por su diseño colonial que se refleja en cada uno
de los edificios y casas rodeadas de cerros y de un paisaje natural que
contrasta estéticamente con la ciudad.
Entre las atracciones más importantes podemos destacar:
La Catedral de San Cristóbal: de color amarillo, está ubicada frente a la plaza
del mismo nombre, posee una fachada barroca y es un importante punto de
encuentro.
Iglesia de la Merced. Fue el primer convento. En su interior es conservada una
pieza original única que representa el sol y la luna.
Plaza Mayor. Esta plaza era sede de reunión en la que se desarrollaban
actividades cívicas y funcionaba también como centro de abasto. Hoy la rodean
diversos comercios y edificios religiosos. Su fachada es de estilo barroco.
Ex Convento de Santo Domingo. Construido entre 1547 y 1551. Es imposible apartar
la mirada de la pieza más bella y destacada de la Iglesia: el púlpito tallado en
madera y recubierto de oro.
Es considerada una obra cumbre del barroco centroamericano. En su interior se
encuentra el museo de Los Altos de Chiapas. Edificación del siglo XVI donde se
exhibe una amplia colección de piezas arqueológicas y objetos del arte
virreinal.
Museo del Jade: esta piedra era símbolo de amor, eternidad y poder. En su
interior, es posible admirar colecciones de joyería y arte.
Grutas de San Cristóbal: situadas dentro de un bosque de pinos en donde hay
locales de venta de artesanías, zonas dedicadas a la alimentación y área de
juegos para los más pequeños.
Gastronomía de San Cristóbal:
Los platos son muy elaborados y la influencia es española. Se destacan los
embutidos como la longaniza, el jamón serrano y la butifarra.
Los sabores ciento por ciento locales los encontramos en el chipilín con bolita,
que se consume como acompañamiento de los tamales.
Los pescados y mariscos también forman parte de la dieta diaria, los platillos
más habituales son el salpicón de pescado, la salchicha de mero, la lisa ahumada
y el caldo shuti (de caracol).
La estrella gastronómica es el tamal chiapaneco, aunque las carnes rojas, como
el armadillo en mole, el venado y la carne de res seca en pulque son también
especialidades que se recomiendan degustar.
Las bebidas tradicionales son: agua de canela, una combinación aromática de
canela, azúcar y colorante rojo; ponche caliente de piña con cubitos de
marquezote (pan de harina y huevo), atole agrio (de maíz) y la relajante
mistelita (basada en diferentes frutas maceradas en licor).
Los postres más habituales son los dulces de yema , tartas de turrón y de yema,
cocadas, nuégados, chimbos,
higo, copepé, mazapán, cajetas, y los duraznos pasa
y pastelitos
En épocas festivas son típicas las hojuelas elaboradas de harina, huevos
enteros, manteca, azúcar, sal y zumo de naranja, adornadas con azúcar y canela.