San Petesburgo, del Imperio Ruso a nuestros días    

San Petesburgo es de esos lugares históricos en que uno siente retroceder en el tiempo. Es de esos lugares que muestran, a través de sus muros, la forma de vida, las costumbres y la glamorosidad en tiempos de esplendor...

San Petesburgo, del Imperio Ruso a nuestros días


 

  


Historia de una ciudad

Aunque también por razones comerciales, fue fundada por el zar ruso Pedro I en 1703 con la intención militar de construir una base naval contra el poder sueco. En ese entonces, los accesos de Rusia al mar estaban bloqueados por Turquía, en el mar Negro, y al norte por los hielos que cerraban el puerto de Arhangel´sk durante muchos meses del año. Pedro "el grande", como lo recuerdan los libros de historia, era consciente de la importancia de la navegación. Entonces, quiso hacer de San Petesburgo la sede central del poder naval ruso. Como tal, la ciudad debía ser impactante y ostentosa. Luego, en 1712 la declaró capital temporaria del Imperio.

Paradójica San Petesburgo

Pero la paradoja siempre toca las puertas de la Historia. A pesar de haber sido fundada por un zar, San Petesburgo fue la ciudad protagonista de la Revolución Socialista de 1917.

También, el nombre de la ciudad tiene su historia. En 1914 se la rebautizó como Petrogrado, en 1924 como Leningrado (en homenaje al líder socialista Lenin), y luego como Stalingrado (por Stalin, claro). Con la Perestroika y la caída del comunismo, volvió a su antiguo nombre: San Petesburgo.

Una vuelta por la ciudad

Los edificios tienen un estilo clásico o barroco, típicos del siglo XVIII. La recorrida puede empezar por el Palacio de Invierno, una de las construcciones más impresionantes y lujosas. Fue la antigua casa del Imperio. Hoy es el Museo de Arte Ermitage, el tercero del mundo, convertido en tal desde 1922.

El museo tiene 22 km. y está compuesto por trescientas cincuenta salas que muestran tres millones de obras de arte y objetos antiguos. Así, se pueden ver 15 mil cuadros, 12 mil esculturas, y una gran cantidad de grabados, medallas y monedas. Dentro de las colecciones de pinturas, se destacan dos originales de Leonardo da Vinci (robados a los nazis). También hay obras de artistas muy conocidos, como Matisse, Rapahel, Pablo Picasso, etc.

Dentro de la Fortaleza, no puede dejar de visitarse la Catedral de Pedro y Pablo, donde fueron enterrados todos los emperadores rusos, hasta Nicolás II (asesinado por los revolucionarios, y cuyos restos fueron encontrados hace no mucho tiempo).

Otro lugar imperdible es la torre y la aguja del oro del Almirantazgo, donde se construían los barcos de combate. Allí comienza la avenida principal Nevsky: una avenida tan ancha que los números de las casas tienen 80 cm. de altura y medio metro de ancho para que se puedan ver desde la vereda del frente. En esta avenida están instaladas una gran cantidad de tiendas (son muy comunes los "mercadillos" donde se pueden adquirir antigüedades), restaurantes y otros edificios importantes.

Recorriéndola

Pero el tour no termina ahí. Hay una gran cantidad de lugares que vale la pena visitar, como las Catedrales de San Nicolás y de San Isaac, el palacio Mijailovski, la Biblioteca Nacional, la antigua Bolsa de Valores, los puentes de Dvortsovy y Bankovsky; y por supuesto, el antiguo teatro de Mariinski, la cuna de Baryshnikov y Nureiev.

San Petesburgo ofrece mucho más, tiene más de veinte palacios y varios parques. Y como en algunas ciudades de clima hostil como Montreal, los jardines están muy bien cuidados y decoran los palacios de manera espectacular.

En síntesis, esta ciudad nórdica es una cita obligada para aquellos que se internen en la aventura de conocer Rusia.

Datos y consejos útiles para viajeros

Comidas típicas para probar: Zakuski (entremeses de hasta doce platos), caviar, pollo a la Kiev, cerdo asado con ciruelas, sopa de remolacha, col y carne, esturión en salsa de tomate.

Para comprar: cosas típicas, buenas e interesantes: vodka, cajas de Palekh, matrioshkas (muñequitas de madera decoradas que se ponen una dentro de la otra), cassetes, libros, ropa usada, abrigos (que son de muy buena calidad y relativamente baratos), gorros de piel de nutria siberiana.

Sugerencias: dos por dos

Dos datos y dos consejos

En el verano (junio), el día dura casi 19 horas, y la noche es muy clara. Se trata de las famosas "noches blancas". Es caluroso y seco.

El invierno es largo. Los mejores meses para viajar en esa época son enero y febrero. Aunque el frío es intenso y hay nieve, es también seco, y por tanto, soportable.

Si se quiere ver la Rusia típica, como la conocemos en las películas, hay que ir en invierno y ver las ciudades nevadas. Además, se pueden ver, congelados, el Río Neva y el Báltico.

Si ya en San Petesburgo necesita información o contratar guías, vaya a Intourist, la única operadora turística (oficial). También pueden contratarse paquetes turísticos completos, que, por lo general, son económicos.

Ficha técnica de San Petesburgo

* La ciudad está asentada a orillas del Mar Báltico, al noroeste de Rusia y frente al golfo de Finlandia.

* Está construida sobre 45 islas (En Venecia, 116).

* Cercana al Polo Norte, está a la misma latitud que Alaska en América.

* La atraviesan varios ríos, como el Neva.

* De Moscú está a una noche de viaje en tren.

   

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