¿Quieres
agregar algo de sal y pimienta a tu vida? ¿Entonces por qué no pruebas con una
profesión diferente? La industria de los
cruceros puede
ser el lugar ideal para ti.
Trabajar en un crucero es realmente una tarea titánica, pero aun así es un
empleo que puede ser disfrutado —y que se sale de lo común—.
A
continuación, analizaremos los pros y las contras del mundo de los empleos sobre
cruceros.
Beneficios del trabajos en cruceros
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Puedes
viajar a todas partes del mundo gratuitamente. La mayoría de los miembros de
la tripulación firman contratos de entre cuatro y doce meses. Durante este
período, el crucero cambia su recorrido al menos una vez para recorrer
distintas partes del mundo.
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Los
tripulantes reciben su alimentación diaria y su alojamiento sin costo
mientras trabajan en la nave.
No hay que viajar todos los días para ir al
trabajo —olvídate de los embotellamientos y de cargar nafta a tu vehículo—.
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Además,
una de las características más atractivas de estar en un crucero es el
salario.
El dinero está completamente libre de impuestos dado que el pago se
produce en aguas internacionales, dándote la oportunidad de ahorrar en forma
considerable.
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Los
miembros de la tripulación son expuestos a distintos tipos de personas en el
crucero, dado
que esta industria emplea personal de diferentes partes del mundo.
En consecuencia, cada tripulante tiene la oportunidad de relacionarse con
distintos tipos de personas y con diferentes culturas, de y establecer
relaciones a largo plazo.
Desventajas del trabajo en cruceros
Como bien
hemos repasado los beneficios, también debemos señalar el costado malo de
trabajar en un crucero.
-
A raíz
de la escasa cantidad de miembros, además de su función principal o
primaria, la mayor parte de los tripulantes deben cumplir varias funciones
secundarias en el
crucero.
Esto suele robar gran parte del tiempo libre, y hace que, muchas veces, no
haya espacio ni siquiera para visitar los puertos en los que el barco
amarra.
-
Algunos
tripulantes comienzan a añorar y tienen grandes sentimientos de nostalgia,
dado que se encuentran lejos de sus familias y amigos —al menos por un
período de cuatro meses—.
Además, hay que tener en cuenta que los tripulantes abandonan su hábitat
natural por uno nuevo y completamente desconocido.
En pocas palabras, esta
nostalgia hace que algunos tripulantes rompan sus contratos antes de
finalizar el período de trabajo.
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Los
miembros de la tripulación deben seguir en forma estricta las reglas y las
regulaciones mientras se encuentran viajando.
Por ejemplo, ni siquiera podrán beber una mínima cantidad de cerveza o vino,
ya que esto podría afectarles en su desempeño durante una situación de
emergencia.
Si bien las reglas y las disposiciones son completamente sensatas, el hecho
de tener que cumplirlas resulta una tortura para la mayoría de los
tripulantes.
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Por
último, podemos señalar que no es demasiado sencillo trabajar en un
crucero, aunque
de seguro es uno de los empleos más glamorosos y excitantes que existen en
el mundo.
Cabe preguntarte: ¿le pagarías a alguien por viajar por el mundo? Bien, hay
gente que sí lo haría. Y tú puedes aprovecharte de ello.
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