Imagine que usted
está frente a una brasa encendida.
Sople, buscando crear una llama.
Observe cómo lo hace:
¿Toma aire por la nariz o por la boca?
¿Respira por el pecho o por la panza?
¿Se fuerza o lo hace suavemente?
¿Se está mareando o energizando?
¿Cómo
se siente?. Quizás, diferente a cómo
comenzó. Algo tan sencillo como la respiración
transforma rápidamente los estados físicos,
emocionales y mentales.
Por ser una función
natural, la da por sentada y no valora su trascendencia,
pero, a través de ella, recibe la energía
universal, fuente de vitalidad.
La respiración
cambia frente a cada emoción. Recuerde
y observe: ¿cómo es en la alegría,
en la tristeza, en el enojo, en la ansiedad?.
¿Cuál
es su reacción automática frente
al dolor, el miedo, algo inesperado o traumático?.
DEJA DE RESPIRAR O SE RESTRINGE, con lo cual
queda atrapado en la emoción o el problema;
se cierra y los contiene adentro en lugar de
exhalarlo y abrirse a lo que trae.
¿Sabía
usted que esta pauta se incorporó tempranamente
(en su infancia, frente a circunstancias en
las cuales no podía actuar) y ya no se
da cuenta de ella?. Por eso, ser conciente de
la respiración es la llave para ser usted
mismo, sin los condicionamientos del pasado.
Respirar totalmente
implica que se relacione con el mundo que lo
rodea sin miedos, restricciones ni reservas,
con su Ser completo. Si la tiene en cuenta,
percibe la riqueza y la profundidad de cada
vivencia, lo que lo conecta con su genuina naturaleza
y con la Vida misma.
¿Tanto por
tan poco?. Así es, la simpleza es la
clave de la Naturaleza.
¿Cómo puede ampliar su pauta respiratoria?.
PARA VIVENCIAR
Volvamos
a su brasita encendida.
Respire por la nariz y sople muy
suavemente.
Si toma aire por el pecho, hágalo
por la panza. Imagine que su vientre
es un globo, que se infla cuando
inhala y se desinfla a medida que
va exhalando.
¿Cómo sopla?. ¿Mucho
de entrada y después se queda
sin aire?. Sople siempre a un mismo
ritmo, la misma cantidad del principio
al fin, gradualmente.
¿Se dio cuenta de que puede
usar los abdominales para terminar
de sacar el aire?. Si no, hágalo
ahora. Sin forzar, empuje con los
músculos de la panza hacia
adentro, sacando hasta la última
gota de aire.
Respire así unos momentos.
Ahora, pruebe exhalar totalmente
y quedarse sin aire. ¿Qué
sucede?.
¿Inhala espontáneamente
con amplitud?. ¡Muy bien!.
Es imposible no respirar:
su cuerpo se lo pide... Hágalo
algunas veces: inhale inflando la
panza y exhale sacando el aire lentamente,
ayudándose con los abdominales.
¿Siente que se expande su
respiración y necesita tomar
también aire por el pecho?.
Bien, hágalo. Comience por
la panza, abra las costillas hasta
el cuello (¡sin levantar los
hombros!) y exhale, cerrando el
pecho y luego la panza. Ahora, respire
siempre por la nariz.
Cierre los ojos y sienta que la
respiración expande su cuerpo.
Se contrae levemente en la exhalación
y se amplía placenteramente
en la inhalación. Todo su
cuerpo respira, cada célula
se llena de la energía vital
del Universo. |
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¿PARA
QUE HACERLO?: ¿Cómo se siente?.
¿Relajado, energizado, expandido?. ¡Qué
maravilloso regalo es la respiración!.
Y sin embargo, no le prestamos atención...
Tome conciencia de su respiración
en todo momento y úsela para: disolver
el estrés, incrementar la energía,
aumentar la resistencia física, favorecer
una excelente madurez, ampliar la atención
mental, reducir el dolor, mejorar algunas enfermedades
(asma, trastornos cardíacos, hipertensión),
aceptar y transmutar las emociones, simplificar
el autoconocimiento psicológico, colaborar
en la conexión espiritual.
¿Quiere saber
algo más de ella?. La pieza clave de
la respiración es un músculo del
que quizás ni escuchó hablar y
que no se ve, pero que es sumamente importante:
EL DIAFRAGMA. Separa el tórax del abdomen
y tiene forma de paraguas. En la inhalación,
se estira, dejando lugar a que los pulmones
se ensanchen y se llenen de aire y sangre. Al
exhalar, vuelve a su posición y los ayuda
a exprimirse.
Cuando respira por
el pecho, está usando las costillas y
los músculos intercostales, lo cual es
un esfuerzo innecesario, ya que el diafragma
es el que mejor está preparado para esta
función. ¿Se da cuenta de que
el esfuerzo está instalado desde lo más
básico?.
Además, respirar
por el pecho genera muchas veces TRASTORNOS
DE ANSIEDAD e incluso ATAQUES DE PANICO. Entre
otras causas, estos inconvenientes son también
la consecuencia de respirar rápidamente
o forzando la exhalación, lo que expulsa
demasiado dióxido de carbono, creando
un desequilibrio químico, responsable
de muchos cambios orgánicos. Para ello,
es conveniente respirar en una bolsa de papel
o con un pañuelo sobre la cara, hasta
que el balance se restablezca. Quizás,
también sea necesario moverse, para ayudar
a liberar la rigidez que suele producirse.
Vuelva a tomar
conciencia de la respiración.
Siéntese cómodamente. Inhale
y exhale por la nariz, usando el diafragma.
Continúe hasta que vaya tomando
conciencia de que la Vida lo respira, de que
una benévola y poderosa energía
lo mantiene vivo y lo conecta con la existencia
toda. La respiración fluye rítmicamente,
expandiéndose y contrayéndose,
tomando y dando, acompañada por su cuerpo.
Sienta su energía extendiéndose.
Este aire que inspira ha viajado por todo el
planeta, por todos los tiempos: lo hermana con
toda la humanidad. Respire sintiéndose
uno con todos.
En la próxima
Lección, conocerá la importancia
de su tono muscular, uno de los responsables
de sus contracciones.
Somos hijos de
la respiración, y el camino está
siempre abierto para nuestro regreso a una vida
divina y perdurable.
Michael Sky
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