Tu amigo, tu amante
Te hemos dicho cómo evitar entrar en la “Dimensión de la Amistad”. Te lo hemos advertido y allí estás, llevando una chaqueta con un bonito bordado en la espalda que dice “Amigo Nº 1”.
Claro que, tal vez no hayas leído el artículo anterior, caso en el cual ya no tendrías toda la culpa. La situación nos marca que ella te ha catalogado como “amigo”, y todos sabemos lo difícil que es sacar las etiquetas —al menos sin dejar rastros—.
Escapar de la “Dimensión de la Amistad” es una tarea verdaderamente complicada. Desde un primer momento, las mujeres clasifican a los hombres en dos posibles categorías: “Amigo” o “Novio o Posible Novio”. Una vez que has sido rotulado, las cartas estarán echadas.
Aquí será donde entren en juego nuestros valiosos consejos. Si bien no será de un día para otro que tu nombre pasará de una lista a la otra, con un poco de paciencia lograremos tener éxito en esta empresa.
Antes de intentar escapar de la “Dimensión de la Amistad”, piensa: “¿Existe la posibilidad de perderla si las cosas no salen según lo planeado?”
Si ella es gran parte de tu vida, posiblemente prefieras moverte hacia alguien nuevo y mantenerla como una amiga una confidente.
Si aún sigues en el juego, entonces considera tus ventajas: La buena noticia es que no deberás soportar todo ese juego de llegar a conocerla.
Ya tendrás una buena idea de qué es lo que le gusta y qué está buscando en un hombre, de modo que podrás usar este conocimiento para mantenerla alejada de potenciales rivales.
Quiero ser tu amigo… y tu amante
· Trátala como una mujer, no como una amiga
Posiblemente estés pasando por alto un pequeño detalle: que ella es una mujer. En consecuencia, la tratarás como a una hermana.
Las cosas entre ambos están relajadas… demasiado relajadas. Si bien esto puede sentirse bien, en realidad, no funcionará a tu favor ya que quedará muy poco espacio para que puedas hacerla sentir especial.
Para salirte de la Dimensión, actúa como un caballero más a menudo. Cuando caminen, ofrécele tu brazo; abre las puertas y corre las sillas; ofrécele un cumplido ocasional; evita mirar a otras mujeres mientras estás con ella.
Desde luego, no te pases de la raya y no te aventures en territorio minado, o podrías ser confinado indefinidamente a la “Dimensión de la Amistad” —o a una pequeña variante de ésta, conocida como la “Dimensión de los Amigos en Celo”.
· Introduce una dosis de flirteo
Ahora que la tratas menos como a un amigo y más como a una “mujer real”, introduce una dosis de flirteo en la relación.
Esto, desde luego, deberá ser hecho con cierto grado de discreción. Pasar de amigo a acosador en un solo día podría ser algo chocante.
Comienza por las cosas más sencillas: mírala a los ojos por más tiempo del que solías hacerlo, y procura que las conversaciones giren más en torno a ella.
Pasa más tiempo intentando hacerla reír de modo que la compañía mutua se vea beneficiada. Ella debe pensar que la puede pasar bien contigo; verdaderamente bien, y sin la necesidad de terceros.
Con el tiempo, este flirteo podrá incluir otro tipo de condimentos. La ventaja que tienes es que podrás leer con facilidad el resultado que producen tus coqueteos y ajustarlos según sea necesario.
Asimismo, dado que son amigos, ella no pondrá rápidamente una barrera entre ambos, por lo que tendrás mayores posibilidades de demostrar cuánto puedes hacerle disfrutar.
· Rompe la barrera de contacto
Genera un mayor flirteo físico. De hecho, es posible que hayas roto la barrera de contacto físico sin darte cuenta de ello —al tocar su brazo, al darle la mano para ayudarla a subir una pendiente, al ofrecerle un masaje cuando te dijera que su espalda la estaba aquejando, etcétera—.
En cualquier caso, no vendrá mal algo de contacto planificado. La clave es tocarla con el objetivo de producir pensamientos positivos en ella.
Toca su brazo durante una conversación, ofrécele un masaje reparador en la espalda cuando te diga que se encuentra contracturada, sácale con docilidad una basurita que se ha incrustado en su cabello, etcétera.
Se intenta crear un aire de intimidad casi inconsciente, que luego ella desee y añore cuando te vea —y aún más cuando no te vea—.
· Utiliza a tus amigos
Dentro de su grupo de amigos mutuos, siempre habrá algunos que creerán que ustedes dos hacen una buena pareja. Si es así, aprovéchalos.
Estos ayudantes deberán ser, preferentemente, mujeres; los hombres suelen tener problemas para manejar la sutileza.
Alienta a estas amigas a destacar tus rasgos más atractivos. Recuerda: en algún momento tu presa ha considerado tus posibilidades como pareja potencial.
Por lo tanto, la tarea de tus amigas será poner en primera plana esas cualidades que pueden llegar a sacarte de la Dimensión de la Amistad.
Además de destacar tus virtudes, tus ayudantes podrán suministrar información beneficial a tu causa. Ellas podrán decirte si tu chica se encuentra abierta a una nueva relación, si está aburrida de las salidas de los sábados y si quiere alguien con quien compartir sus días —y sus noches—.
· Citas encubiertas
Al estar atrapado en la “Dimensión de la Amistad”, no eres capaz de decirle abiertamente que quieres tener una cita.
Hacer esto podría poner en jaque el estatus quo y hacerla escapar. En cambio, encuentra formas de tener citas procediendo de manera encubierta.
Una cita es, esencialmente, una entrevista; la posibilidad de mostrar tu mejor costado en vistas de conseguir un objetivo. Una buena forma de hacer esto con una amiga es encontrar un hobby compartido.
Esto les permitirá a ambos pasar algo de tiempo juntos y a ella le dará la posibilidad de ver en ti cosas que antes había pasado por alto.
Salir de copas o ir a cenar después de practicar su hobby conjunto reforzará esta atmósfera de cita. Recuerda no ser demasiado ambicioso. Tu objetivo es que ella pase su tiempo libre contigo y que quiera tener más “citas”.
· Cambia algo de ti
La familiaridad alimenta el desprecio. Bien, en el caso de los amigos, puede no ser exactamente el desprecio, pero sí el aburrimiento. Cambiar algo de ti causará sorpresa en ella y avivará sus sentimientos románticos.
Efectúa cambios positivos que le hagan ver una nueva luz en ti —siendo amigos, deberás tener una idea de lo que ella considera positivo—.
Un nuevo corte de cabello o algunas nuevas prendas pueden llamarle la atención. O, tal vez, mostrar simplemente una actitud de mayor confianza a la hora de actuar con ella, podría forzarla a repensar tu categorización.
En cualquier caso ejercita el sentido común y la sutileza. Si a ella le gusta una nueva banda, no salgas corriendo a comprarle todos los discos, el merchandising, y los tickets para su nueva gira. Esto sería algo patético.
Cómo amigo sí, como amante… ¡también!
De eso se trata. Estos pasos no son más que un simple precalentamiento. Seguirlos hará que ella vuelva a pensar en su amistad y se abra a la posibilidad de algo más.
Así conseguirás llegar a los límites de la “Dimensión de le Amistad”, aunque dependerá en gran parte de ti poder atravesarlos.
Tarde o temprano, como en todas las aventuras románticas, tendrás que hacer tu movida… posiblemente ése que debieras haber hecho cuando la conociste.
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