Recibí una consulta de un hombre solo que quería adoptar.
Con tanto debate en el Congreso sobre matrimonio gay o no, posibilidad de
adoptar o no, lo primero que pensé que se trataría de un homosexual.(prejuicio).
Sin embargo no era así. A poco de profundizar en la consulta por mail supe que
el señor que se presentaba como soltero era en realidad divorciado y con un
pequeño hijo (mucha gente dice soltero erróneamente que
cuando se divorcia, pero no lo es: se convierte en di-vor-cia-do, aunque
recupere la aptitud nupcial, pero nunca más será soltero, excepto que hubieran
decretado la nulidad de
matrimonio).
Como su hijo era muy pequeña la tenencia la ejerce la mamá del niño. El es
heterosexual y tiene en sus planes volverse a casar, pero también teme que pueda
volver a divorciarse.
Por eso, antes de formar nueva
pareja con una mujer, quiere adoptar un niño él solo, de modo
que si sobreviene una nueva ruptura, nadie pueda cuestionarle la tenencia del
hijo y pueda asegurarse que podrá llevarlo con él a cualquier país, como se lo
exige su profesión.
Me sorprendió la motivación que llevaba a este hombre a adoptar.
De pronto acudieron a mi memoria casos de hombres que al
enviudar le dieron la tenencia de sus hijos a la
abuela materna, ya que ellos no
se sentían capaces de criar a los chicos sin una mujer al lado.
Y ahora algunos hombres han cambiado tanto, que además de sus hijos
matrimoniales (una especie de "bien ganancial", dicho con todo respeto), quieren
tener un hijo adoptado por ellos solos (una especie de "bien propio": este no se
divide ni comparte al divorciarse).
Las nuevas paternidades, dirían algunos amigos del mundo "psi".
Por Mirta Núñez
Abogada
– Psicóloga Social
Coach Personal
www.mirta-nunez.com.ar
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