Las vacaciones no tienen por qué arruinar todos los esfuerzos realizados durante el año para mantenerse saludable. Para no dejarse tentar por la falta de hábitos y acciones cotidianas, le sugerimos las siguientes propuestas:
1.- El período de descanso se caracteriza por no presentar horarios ni rutina, pero establecer normas es importante para no dejarse superar por la desorganización y el caos.
“En cuanto a las comidas, durante las vacaciones hay más invitaciones a comer afuera, hay más posibilidades de compartir al aire libre actividades con la familia o con los amigos y esto se puede traducir en mantener hábitos alimenticios insanos.
La idea es descansar y no pasar tiempo en la cocina. Los platos preferidos son los sándwiches, los embutidos, las comidas fritas y el alcohol. Todos estos alimentos hacen engordar.
Lo más acertado es inclinarse por comidas rápidas, pero sanas como ensaladas verdes, frutas, pescado, lácteos y cereales. Estos alimentos se preparan muy rápidamente y no requieren de mucho esfuerzo para poder cocinarlos”, sostiene la nutricionista argentina Ester Quintana.
2.- Dedicar al menos una hora al día a hacer deporte es una alternativa que dará muy buenos resultados. “Si durante el año se está acostumbrado a ejercitarse, no hay por qué suspender esta actividad.
Si nunca se ha tenido la posibilidad de hacer actividad física, las vacaciones son una buena oportunidad para iniciarse en el ejercicio. La natación, el ciclismo, salir a caminar o hacer algún deporte con los hijos ayuda a mantenerse en forma y contribuye a quemar algún exceso que se pudiera presentar durante este período”, comenta la profesional.
3.- La oportunidad de asistir a fiestas se incrementa en el verano o cuando se está en vacaciones. “No hay que dejarse tentar por la comida y sobre todo por el alcohol que se ofrece en las fiestas o lugares públicos como las discotecas.
Nadie dice que salir a divertirse esté prohibido sino que hay que limitarse a comer lo indispensable y no abusar cuando no se tiene apetito. Lo ideal es salir de la casa con el estómago lleno y evitar el consumo de alcohol”, destaca la especialista.
4.- Dedicarse una mañana a preparar comidas sanas y congelarlas. “Cocinar un pollo, verduras asadas, arroces salteados, pescados y una vez a la semana pastas, son alternativas válidas para no desesperarse cada día sino que se pueden preparar muchos de estos alimentos a la vez y conservarlos.
Cuando se tenga hambre se recurrirá a ellos y de este modo se asegurará una dieta saludable y se invertirá poco tiempo para cocinarlos”, recomienda la nutricionista.
Recomendaciones para no engordar durante las vacaciones
1.- De nada sirve preparar ensaladas o verduras si se abusa de la sal, el azúcar o el aceite.
2.- Tampoco servirán los esfuerzos si no es posible dejar de lado el alcohol o el tabaco.
3.- La alimentación sana es imprescindible, pero si es acompañada por ejercicio físico y hábitos de vida sanos como el dormir las horas necesarias y mantener el estrés alejado, mucho mejor.
4.- Organizar una rutina liviana en donde existan actividades para desarrollar. Estar ocupado alejará la sensación de hambre y el deseo de recurrir a la alacena o nevera se verá limitado.
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