Las sobras de comida pueden guardarse para hacer nuevos platos. “Se tiene la
tendencia de arrojar la comida ya cocinada, pero que no se consume a la basura.
Es un hábito que hay que reeducar porque con la verdura, la carne y las hidratos
de carbono que sobren se pueden elaborar albóndigas, guisos o croquetas”,
comenta la nutricionista argentina Patricia Amador.
Un buen modo de no llegar al extremo de tener que arrojar alimentos, es
planificar muy bien el menú. “Se puede elaborar una lista de las comidas que
se hacen día a día y limitarse a comprar los alimentos justos.
De esta manera no se caerá en excesos. Lo mejor es cocinar lo justo, aunque a
veces es cómodo cocinar una vez al día para comer varias veces, pero se corre el
riesgo de exagerar y presentar platos muy abundantes que terminan quedando en
ellos y el destino final termina siendo la basura”, sostiene la profesional.
Sugerencias prácticas para aprovechar las sobras de la comida
1.- El pan que sobre cada día, puede reutilizarse sin problemas. “Con él se
pueden elaborar tostadas o incorporarlo en sopas a modo de pequeños picatostes”,
expresa la especialista.
2.- Las verduras sobrantes pueden hacerse en puré o hacer con ellas unas
croquetas. “Las croquetas son muy fáciles de elaborar y se pueden hacer con
cualquier alimento que sobre”, opina la nutricionista argentina.
3.- Conservar los alimentos que sobran en recipientes transparentes para saber
qué hay dentro de ellos. Colocarlos en la nevera y tener en cuenta la fecha de
caducidad. A medida que se acerque la fecha de vencimiento, colocar los
recipientes en primera fila para poder utilizarlos cuanto antes.
4.- Las sobras también pueden congelarse si se sabe que no se consumirán a corto
plazo.
5.- Con los restos de carne de ternera y pollo se pueden elaborar ensaladas
frescas o incorporar en un plato de pastas. Solamente es necesario saltearlas un
poco con aceite, cortar una cebolla picada y unos tomates. Quedará un plato
nuevo y muy sabroso.
6.- Las galletas que se ponen muy blandas y son candidatas a aumentar la
cantidad de residuos, se pueden agregar en trozos a los flanes o postres de
vainilla o chocolate.
Reciclar la comida consiste en hallarle una nueva oportunidad y reutilizarla
para complementar un almuerzo o una cena. “Es cuestión de hábito. El
comportamiento se puede reeducar y de este modo se lograr ahorrar comida y
mantener una conducta de plena conciencia en relación a la comida”, finaliza
diciendo la profesional.
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