La necesidad de trabajar con buena luz
Mario, sujeta el libro de cocina en sus manos con cuidado para no mancharlo,
va pasando páginas y mas páginas hasta encontrar la receta del pollo con salsa
de nueces, y es que los cocineros, amigos y amigas que seguís mis vivencias,
somos como los abogados, estos, tienen que consultar muchas veces los artículos
ante la imposibilidad de recordarlos todos.
Había varias fórmulas, pero al final, hicimos una de cosecha propia que yo me
inventé en la escuela.
Mario, se despidió del resto de componentes ya que había empezado muy temprano
y por lógica le tocaba finalizar antes, su jornada laboral, además, estaba
cansado y mañana tenemos un banquete de muchos comensales y por tanto, será un
día bastante duro.
Detrás del gran ventanal que da al exterior, el mar parece abrazar a lo lejos,
la pequeña isla donde el sol permanece semi oculto con cierto aire de timidez.
Las gaviotas forman como un cordón paralelo magníficamente trazado en el aire
como si se hubieran entrenado en su viaje placentero.
Que bonito es estar rodeado de aquella belleza, a diferencia de las muchísimas
cocinas en que he trabajado sin apenas luz natural.
Algunas, incluso,
construidas en semi sótanos cuyos potentes extractores era lo único que se oía.
Muchos arquitectos, las diseñaban dando poca importancia a lo que realmente son.
El corazón de un restaurante sin olvidar otras estancias, claro.
Y hoy un:
Pollo con salsa de nueces especial “estilo Villaró”
Freiremos 4 pechugas de pollo cortadas a tiras de un dedo de grosor. Antes como
es lógico, les habremos puesto sal, una pizca de pimienta y un poco de curry.
(LIGERAMENTE FROTADAS).
Las haremos en una sartén con poco aceite, ya que el mismo pollo suelta un poco
de grasa.
Ahora, mientras se van haciendo las pechugas, en un recipiente aparte Y SOBRE
EL FUEGO, pondremos, 1 litro de leche y 300 gr. de nueces peladas
junto con 5 yemas de huevo
y 1 cucharadita de pan rallado.
REMOVEREMOS SIN
PARAR CON UN BATIDOR DE VARILLAS MANUAL. A la primera ebullición, lo
apartaremos del fuego para que no se corte la salsa. Añadiendo medio yogur
natural y 1 cucharadita de membrillo picadito. Ahora, la trituraremos con el
turmix eléctrico. Rectificaremos la sal.
Pondremos las pechugas ya fritas dentro de la salsa. Si la
salsa está muy
espesa, añadiremos un poco más de leche recién hervida aparte y si nos gusta
con más sabor a nueces podemos triturar unas pocas aparte y añadirlas al
conjunto. Y……buen provecho amigos y amigas.
Por Joan Villaró
Chef – Escuela de Cocina y Postres Vivencias Gastronómicas
www.joanvillaro.e.telefonica.net
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