Generalmente, debemos esperar a que la crisis se abalance sobre nosotros para
hablar de dinero con nuestra pareja. Llega el resumen de la tarjeta de crédito y
descubres que has alcanzado el límite. Recibes una notificación de descubierto
por parte del banco. Un cobrador de morosos llama. ¿Y luego en lugar de una
discusión o una sana plática qué es lo que tienes? ¿Una explosión? ¿Una guerra
nuclear?
El hecho es que cuando las malas noticias aparecen, posiblemente sea muy tarde
para hablar de dinero con ella, porque esa altura, hablar conducirá a pelear. La
pelea derivará en acusaciones. Las acusaciones conducen a los insultos, y los
insultos llevan a la puerta. Así que procura hacerte un momento para hablar de
finanzas ahora, cuando la crisis todavía no ha llamado a tu puerta.
Sigue los consejos a continuación cuando te sientas listo para hablar de este
tema tan importante como sensible.
Comienza por tus errores
¿Alguna vez intentaste abrir una discusión con una lista de las cosas que la
otra persona está haciendo mal? Si lo has hecho, seguramente no habrás llegado
demasiado lejos. Nadie, ni siquiera tú, se siente a gusto cuando alguien viene a
señalar sus malos hábitos o costumbres (incluso cuando todo sea cierto). Si
existen algunos comentarios críticos que deseas hacer sobre sus hábitos de gasto
o ahorro, el mejor abordaje será hacerla sentir cómoda en primer término.
¿Y cómo vas a hacer esto? Muy sencillo. Asegúrate de que entienda que no eres
perfecto. Llega a esta idea enumerándole los problemas que has tenido en el
pasado y los que estás teniendo ahora. Si, a la hora de hablar de dinero con
ella, puedes mostrar tu costado más humano, explicitar tu parte de la culpa y
solicitar su ayuda para trabajar sobre tus debilidades, entonces tendrás el
camino mucho más llano para señalar aquellas cosas que ella necesita hacer
mejor.
Si hay un área específica que ambos creen deberían abordar (como hacer mayores
ahorros o establecer un presupuesto), otórgale el crédito de la idea. Es mucho
más sencillo que alguien “compre una idea” cuando cree que es “su idea”.
Concéntrate en la responsabilidad
A menudo, las conversaciones de dinero se llevan a cabo en los marcos más
negativos y bajo la luz más sombría. Todos nos obsesionamos con aquello que
hacemos mal y todos sabemos cómo hemos llegado adonde estamos. Luego nos
sentamos y hacemos una lista de las cosas que no estamos dispuestos a hacer.
Este abordaje se concentra en lo negativo. Tu nuevo abordaje va a concentrarse
en el “por qué” de las cosas y en la forma de cambiarlas. Puede ser aburrido e
incluso asfixiante tener que vivir siempre dentro de tus medios o dar los pasos
adecuados para pagar tus deudas de crédito, pero las deudas y los gastos
descontrolados conducen a una menor libertad, y no a una mayor. Un puntaje de
crédito malo puede impedir que compres un auto o una casa, en incluso que
consigas el empleo que deseas.
Asegúrate de tocar este punto en tu conversación de dinero con tu pareja. Debes
dar pasos firmes y decididos para poner tus finanzas en orden de modo que puedas
ganar una mayor libertad a futuro y en consecuencia obtener una mayor capacidad
de hacer cosas placenteras y disfrutables entre ambos.
No permitas que otras cuestiones se entrometan
Con frecuencia, nuestros
hábitos financieros provienen de nuestras familias.
Cómo hemos sido criados tiene un impacto duradero en todo lo que hacemos,
incluyendo la forma en que manejamos las finanzas. Y a veces, la mayor parte de
nuestros gastos se producen cuando estamos con amigos. En consecuencia, al
momento de estudiar nuestros hábitos, nuestras familias y nuestros amigos entran
en la partida. Ten en cuenta que la culpa puede recaer en ellos durante las
conversaciones de dinero.
Hazte un pequeño favor y mantente dentro del tema. Una mención casual del último
pago demorado de la cuota del auto puede enmascarar un resentimiento de tus
padres o los suyos. Los comentarios sobre tus noches largas en el centro podrían
revelar los pensamientos de una de sus amigas en particular.
Estos sentimientos deben quedar de lado y ser abordados en forma posterior. Si
deseas abordar con éxito la plática sobre las finanzas en sus vidas, debes
recordar el mensaje de Mark Maguire cuando se lo consultó sobre su uso de
esteroides: “No hablemos del pasado en este momento. Intentemos concentrarnos en
el futuro”.
Conoce sus limitaciones
Digamos que ella tiene problemas para comprender algunos de los principios
básicos de las finanzas personales. Por ejemplo:
·
Ella no comprende por qué una alta tasa de interés en la tarjeta de crédito es
mala.
·
Ella no comprende por qué las contribuciones paralelas en una 401 (k) son
buenas.
·
Ella no comprende que obtener efectivo de un cajero automático con la tarjeta de
crédito es peor que pedirlo prestado a los usureros.
Puede que sea que estás tratando con alguien cuyo punto fuerte no son las
finanzas. Es posible que ella sea grandiosa en otras áreas de su vida, pero
simplemente no tiene las bases para un buena manejo del dinero.
Si este es el caso, es importante que no te sientas frustrado. Tal vez desees
enseñarle, pero es factible que ella no aprenda, sobre todo si no quiere
hacerlo. En este caso, lo mejor para ambos será que tomes el control de las
finanzas.
Una plática inevitable
Comprende esto: incluso cuando intentes mantener la calma y hablar en tono
cordial, el dinero es un tema muy sensible. En este sentido, es necesario
señalar que las peleas pueden darse incluso cuando te manejes con la mayor de
las cautelas. Pero no permitas que esto te cierre la boca. Algunas cosas en la
vida deben ser enfrentadas. Y si tu relación no puede sobrevivir a una discusión
madura sobre pesos y centavos, entonces mejor saberlo lo más rápido posible.