El pretexto de los hijos puede engañar durante un tiempo a todos los
involucrados en la historia, pero con el correr del tiempo, éste suele poner las
cartas sobre la mesa, aunque algunos de los protagonistas no estén interesados
que así sea.
“Terminar una relación
nunca es fácil, y cuando hay hijos de por medio, mucho
menos. Suele pasar que si la ex pareja es quien convive con los hijos que se
hayan tenido en común, éstos sean la excusa ideal para presentarse en todo
momento en la vida de quien alguna vez ha sido la pareja actual.
Lo que hay que entender es que padres serán toda la vida, es un lazo que no
se puede extinguir, pero hay que cortar con el vínculo de la
ex pareja por el
bien de todos aunque implique un sufrimiento”, sostiene la psicóloga
española Mireia Tarrés.
¿Qué hacer con tu ex?
1.- A nadie le gusta sentir el rechazo. Al menos podrá experimentarlo un par de
veces y luego una persona que no recibe el feedback esperado se retira de modo
voluntario.
“Esto es verdad. Gran parte de la responsabilidad para que una ex pareja siga
apareciendo personalmente o en llamadas trayendo sus problemas personales y no
los de los hijos lo hace porque le dan pie y espacio para hacerlo.
La responsabilidad para que este ex amor pueda realmente ser feliz y hacer su
vida lo tiene aquel miembro que ha formado ya su propia historia y debe asumirlo
aunque lo niegue o no le guste establecer una distancia.
Muchas personas en este caso dicen que no hacen nada malo siguiendo en
contacto como amigos, pero lo cierto es que se crea una confusión, una ilusión
consciente queda flotando en el ambiente, sobre todo si la ex pareja no ha
podido formar una nueva relación. Seguramente, en el momento en el que
establezca un nuevo vínculo amoroso ni se acordará de su ex. Por algo será”,
destaca la especialista.
2.- Ninguna decisión puede ser tomada de modo arbitrario. “Los dos miembros
de la pareja deben poder negociar cómo será la vida de ambos a partir de ahora o
cómo será la vida de los tres.
En general, la pareja nueva es quien sufre más las consecuencias de una ex
pareja ya que no se siente con la autoridad suficiente para establecer los
límites.
Si hay hijos de por medio, mucho menos se sentirá con derecho a opinar, pero
esto no puede dar lugar al maltrato o a la manipulación y mucho menos se debe
asumir una postura de resignación y de aguantar lo que venga porque para algo se
ha decidido establecer un vínculo y hay que respetarlo.
Hay que sentarse y poder hablar para llegar a acuerdos en donde la ex quede
afuera de lo que debe ser la relación de pareja. Por ejemplo, una ex o un ex,
aunque se da más el caso de ex mujeres que tienen una conducta obsesiva en
muchas circunstancias, no pueden llamar a altas horas de la noche para
simplemente saludar o contar un problema que se ha tenido durante el día.
No pueden evadir un terreno íntimo o estar constantemente enviando mensajes o
mails. Hay actitudes que deben respetarse, pero este límite es muy sencillo de
establecer ya que quien ha formado una nueva pareja debe decirle claramente
hasta dónde puede llegar”, argumenta la psicóloga.
El no poder negociar solamente hará que uno de los dos se vuelva rencoroso por
tener que tolerar una decisión con la que no está de acuerdo.
“Hay que tener mucho cuidado porque el resentimiento es muy malo para uno
mismo, pero también puede trasladarse si es que hay hijos de por medio que
provienen de esa antigua relación tanto por parte de la actual pareja como por
parte de la ex ya que usará a los hijos como mensajeros o como víctimas”,
explica la experta.
3.- Aquella persona que tiene una pareja actual no debe encargarse de mantener a
su ex económicamente, ni ir a su antigua casa a solucionarle un problema casero
por más amigos que sean.
“Siempre habrá una excusa que justifique los actos, pero establecer una
distancia es saludable para que todos puedan continuar con sus vidas, no haya
confusiones y quien esté solo pueda abrirse camino hacia una nueva oportunidad
en el amor. Si la ex pareja siempre está presente para responder como una tabla
de salvación es muy mala señal”, declara Tarrés.
4.- Mantener una distancia prudente no significa tener una mala relación. “Al
contrario, lo que se debe intentar es no interferir en la vida de la otra
persona, como si la actual pareja no existiera.
En el amor, a veces se gana, en otras oportunidades se pierde y hay que saber
retirarse con dignidad, valerse de las virtudes y las fortalezas para dejara
tras la relación que no pudo ser y no atarse despiadadamente a un vínculo que es
un recuerdo.
Hay que ser sensato y seguir el propio camino sin vivir a la sombra”,
finaliza diciendo la profesional.
Natalia Fernández, autora del
libro “Recuperar
Mi Matrimonio”, te ofrece consejos y herramientas para ayudar a las parejas
en el desarrollo de
una buena
comunicación y la resolución de los conflictos que muchas veces llevan a la
separación. Encuéntralo haciendo
clic aquí