¿Cuándo hay que cambiar de banco?

Y, sobre todo, ¿cómo cerrar tu cuenta en un banco más fácilmente y sin tener inconvenientes?


Una atención deficiente, las
altas comisiones, la mala predisposición a
solucionar los problemas y la información poco clara son algunos de los motivos
por los cuales un cliente decide cancelar una cuenta e intentar una mejor
experiencia con otra entidad financiera.

Pero la
tarea de cambiar de banco provoca en la mayoría de los usuarios mucho desgano ya
que hay que tener en cuenta muchos detalles que no pueden olvidarse ni pasarse
por alto.


Los motivos por los cuales la mayoría de los clientes están descontentos con su
entidad bancaria son:


1.- Comisiones elevadas: es importante estar atento en el momento de adquirir el
contrato con el banco y entender muy bien cuándo se cobrarán comisiones y en qué
época del año.


Es preciso preguntar esto muy bien para no tener imprevistos más adelante.


2.- Ineficacia del personal: la queja se centra en la falta de interés cuando se
acude a la entidad a manifestar un problema. Los agentes ignoran cómo solucionar
el problema haciendo que éste perdure en el tiempo sin poder llegar a ninguna
solución.


3.- Imposibilidad de mejorar las condiciones de un préstamo o hipoteca: mientras
otras entidades anuncian cierta flexibilidad en estos asuntos, con el propio
banco resulta imposible negociar algunas salidas en caso de necesidad.


En este tipo de problemática, es muy difícil cambiar de banco si se tiene
contratada una hipoteca o préstamo ya que en la mayoría de los contratos existe
una cláusula que indica la imposibilidad de trasladar la hipoteca a otro banco.


Antes de firmar nada, es conveniente informarse muy bien sobre esta posibilidad
que podría llegar a ser útil en un futuro.


Recomendaciones antes de cambiar de banco


1.- Si se desea abrir una cuenta en otro banco, se puede hacer, pero no hay que
cerrar la cuenta antigua hasta haberse asegurado que todos los recibos que
estaban domiciliados han sido transferidos a la nueva cuenta.


2.- Las tarjetas de débito y crédito que se tengan deben ser devueltas al cerrar
la cuenta. Si ésta tiene una deuda pendiente, no podrá cerrarse.


3.- Hay entidades que cobran una comisión por cancelar la cuenta. También es
importante informarse, aunque en casi todos los casos, convendrá abonar la
penalización y no tener que asumir los gastos de mantenimiento de una cuenta
inactiva.


4.- La mayoría de los bancos son iguales. Muchos ofrecen regalos con tal de
obtener cada vez más clientes, pero el obsequio está siempre sujeto a unas
condiciones que hay que poder afrontar, como una permanencia con la entidad de
dos o tres años y tener un ingreso superior a determinada cantidad.


En caso de quedarse sin empleo o si los ingresos por determinado problema,
disminuyen, la entidad podrá bloquear la cuenta o cobrar el importe del regalo.


Es preciso informarse muy bien y no decidir abrir una cuenta en otra entidad
porque ofrece un televisor o un ordenador, ya que todo tiene su lado oscuro.

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