El ciclo del Abuso Emocional y sus etapas
El abuso, al igual que otros problemas y patologías, tienen diferentes fases o etapas.
Comienza con la acumulación de tensiones, hasta llegar a un punto en se que desata un episodio de abuso específico, que finalmente culmina con una etapa de disculpas o justificaciones y reconciliación. Al cabo de determinado tiempo se olvida el incidente, hasta que nuevamente comienzan a acumularse tensiones y ocurre otro episodio de abuso. Con cada ciclo que se cumple, las personas involucradas comienzan a “acostumbrarse” a esa dinámica, hasta llegar a una instancia en que ése modo de relacionarse se considera “normal”, cuando no lo es.
A continuación, veremos un esquema gráfico simple del ciclo del abuso y analizaremos sus diferentes etapas.
Fig. 1: Ciclo del Abuso Emocional
Etapas o fases del ciclo
Como explicamos anteriormente, hay una etapa inicial en la que se van acumulando tensiones durante cierto periodo de tiempo. Este periodo de tiempo pueden ser días u horas, o periodos más breves o más extensos. Todo depende del tipo de relación y los patrones de conducta de cada persona.
Luego se desencadena un incidente o episodio de abuso específico, dónde la víctima es agredida.
Por último, una vez liberada la energía negativa de la ira o de la frustración, se piden disculpas o se justifica la agresión y el incidente de abuso emocional se “olvida”.
- Aquí presentamos un ejemplo muy sencillo:
Una mujer de clase media, que depende económicamente de su marido, tiene una adicción bastante común: hablar incesantemente por teléfono con sus amigas todo el día.
Al no tener una carrera, o hijos a los que atender - y como su esposo trabaja fuera de casa todo el día - ella se aburre y lo único que hace son "visitas telefónicas" a sus amigas para hablar de cosas triviales.
Todos los meses, cuando llega fin de mes, reciben la cuenta del teléfono y el marido se enoja mucho por lo que tiene que pagar. Dependiendo del grado de reacción y su situación en ese momento, puede surgir una discusión importante, dónde el marido le echa la culpa a la esposa por el gasto desmedido y puede agredirla verbalmente, o bien, puede llegar -incluso- hasta agredirla físicamente.
A su vez, la esposa también puede reaccionar de distintas maneras. Puede discutir aún más enfáticamente, defendido su derecho de hablar por teléfono o justificando el gasto desmedido. O bien, puede sentirse culpable y aceptar la humillación y la agresión, tratando de aplacar al marido.
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