|
De:
El cantar de los cantares
Confortadme con pasas, /recreadme con
manzanas,/ que desfallezco de amor-2,5-
Mi amado mete la mano por el agujero de
la llave./ Mis entrañas se estremecen
todas./ Mi alma desfalleció al oírle
/ Me levanté para abrir a mi amado,/
mis manos destilaban mirra/ y mis dedos se impregnaron
de exquisita mirra/ en el pestillo de la cerradura.-5,4,5-
¡Que hermosa eres, qué hechicera,
qué deliciosa, amada mía!/ Esbelto
es tu talle como palmera/ y son tus senos sus
racimos./ Yo me dije: Voy a subir a la palmera/
a coger sus racimos./ Sí, sean tus pechos
racimos para mí./ El aliento de tu boca
es aroma de manzanas; / Tu boca es vino generoso,
/que se entra suavemente por mi paladar / y
suavemente se desliza entre labios y dientes.
-7,7,10-
De:
Epístola 31 de Séneca
Se refiere al azafrán, por medio de tubos
ocultos, brotaba con ímpetu en las salas
de festines. Se lo utilizaba sobre todo en las
fiestas sagradas, para perfumar loa cojines
en que se colocaban las estatuas de los dioses.
De: El
TAO de la cocina. Erich Baue / Uwe Karstädt.
Ed.Edaf (Madrid) 1996-
Afrodisíacos según la filosofía
china del Tao:
Albaricoque
Alcachofas
Ostras
Plátano
Albahaca
Pera
Champaña
Ají
Coñac
Curry
Dátil
Huevo
Endivias
Fresa
Faisán
Higo
|
Cacap
Cardamomo
Zanahoria
Caviar
Cereza
Cilantro
Calabaza
Salmón
Langosta
Licor
Almendras
Mejillón
Adormidera
Nuez moscada
Clavo de olor
Naranja
|
Vino
blanco
Azafrán
Té de yogui
Nata
Canela
Gambas
Espárrago
Tabasco
Uva
Vainilla
Fresas silvestres
Pimentón rojo
Romero
Vino tinto
Melón
Aguamiel
|
Trucha
Cebada
Carnero
Arándano
Frambuesa
Miel
Pimentón dulce-
Pimienta
Té de menta
Melocotón
Prosecco
Pollo
Bogavante
Sake
jengibre
Orégano |
-La fiesta de Pascua, originariamente consagrada
a la diosa fertilidad Ostara, dedicada a la pujanza
de la naturaleza. (
)los huevos de Pascua
se consideraban antiguamente (y aun hoy día
en algunos ambientes rurales) como un medio para
aumentar la potencia sexual y como un encantamiento
propiciatorio de la fertilidad.
De: El
Satiricon; Petronio Arbitro, Cayo Ed.
Sin datos-
Satirio, Satyrion. El satirio dice
Plinio- es un eficaz estimulante para el apetito
carnal.
Los griegos creían que esta raíz,
con sólo tenerla en la mano excitaba deseos
eróticos ¡mucho más aún
si se la bebía en infusión de vino!
Por lo cual se hacía beber esta infusión
a los moruecos y machos cabrios demasiado tardos
en cubrir. Los ardores producidos por el satirio agrega
Plinio- se aplacan tomando agua de miel e infusión
de lechuga.
En Grecia se daba el nombre de satírio
a toda clase de bebidas que excitase el apetito
carnal. El satírio es la misma planta que
Apulea el médico- llama priapiscon
o tesbiculum leporis.
De:
Kama Sutra manual de erotología
Hindú-
Cuando una persona no acierta a conseguir el
objeto de sus deseos por uno cualquiera de los
medios aquí preceptuados, debe entonces
recurrir a otros medios para atraerse a los
demás.
Una bella presencia, buenas cualidades, juventud
y liberalidad son los medios principales y los
más naturales de hacerse grato a los
ojos de los demás. Pero, a falta de ellos,
un hombre o una mujer recurrirán a medios
artificiales, o al arte; y he aquí en
consecuencia, algunas recetas que podrán
resultar útiles:
e) Comiendo polvo de nelumbrium speciosum, de
loto azul y de mesna roxburghii, con manteca
clarificada y miel, un hombre se vuelve amable
a los ojos de las mujeres.
a) Si un hombre , después de haber frotado
su lingam con una mezcla de polvos de manzana
espinosa, de pimienta larga, de pimienta negra
y de miel, tiene comercio sexual con una mujer,
la somete enteramente a su voluntad.
Medios para aumentar el vigor sexual:
a) Un hombre adquiere vigor sexual bebiendo
leche mezclada con azúcar, raíz
de la planta uchchata, pimienta chaba y regaliz.
b) Leche azucarada, en la que se hace
hervir un testículo de carnero o de macho
cabrío, produce vigor.
c) El mismo efecto se produce en el jugo
del hedysarum gangeticum, el Kuili y le Kshirika
mezclado con leche.
d) El grano de pimienta larga, el de
sanseviera roxburghiana y el del hedysarum gangeticum,
todos molidos en conjunto y mezclados con leche
producen un resultado análogo.
e) Según viejos autores, si un
hombre muele granos o raíces de trapa
bispinosa, de Kasurika, de jazmín toscazo
y de regaliz, con Kshirakapoli (especies de
cebolla) y diluye el polvo en leche mezclada
con azúcar y ghee (manteca clarificada);
y, después de haber hecho hervir toda
esta mezcla a fuego lento, bebe el jarabe así
formado, estrará en disposición
de gozar con una cantidad innumerable de mujeres.
f) Igualmente, si un hombre mezcla arroz
con huevos de gorrión y, después
de haberlos hecho hervir en leche agrega ghee
y miel y bebe cuanto es necesario, logrará
el mismo resultado.
g) Si un hombre toma cortezas de granos
de sésamo y las moja en huevos de gorrión,
y, lurgo de hervirlas en leche mezclada con
azúcar y ghee, con frutos de trapa bispinosa
y Ksurika, y de haber añadido harina
de trigo candeal y de habas, bebe esta composición,
alcanzará según se dice, el poder
gozar de una infinidad de mujeres.
h) Mezclad al mismo tiempo ghee, azúcar
y regaliz en cantidades inguales; después,
jugo de hinojo y leche: tal composición
nectárea es reputada santa, preciosa
para el vigor sexual, preservadora de la vida
y agradable al gusto.
i) Bebed un jarabe compuesto de asparrgus
racemosus de las plantas shvadaushatra y gaduchi,
de pimienta larga y regaliz, hervidas en leche,
miel y ghee, en primavera: dicese que esto produce
el mismo efecto.
j) Haced que hiervan en agua el asparagus
racemosus y la planta shvadaushtra, con frutos
machacados de premia spinosa, y bebed esta composición:
tiene, según se afirma, igual virtud.
k) Bebed ghee hervido, o manteca clarificada,
por la mañana, en primavera: esto pasa
por ser sano, fortificante y grato al paladar.
l) Mezclad juntos, por partes iguales,
grano de shvadaustra y flores de cebada, y cada
mañana, al levantarros, comed un poco,
en la cantidad de dos palas aproximadamente:
tal receta produce el mismo efecto que la anterior.
También hay sobre esto versículos
que dicen:
Los medios (*) de producir el amor y el
vigor sexuales son enseñados por la ciencia
médica, por los Vedas, por las personas
que están iniciadas en las artes mágicas
y por parientes o amigos íntimos. No
se debe intentar ningún medio de efecto
dudoso, capaz de deteriorar el cuerpo, que implique
la muerte de animales y que ponga en contacto
con cosas impuras. Los solos medios que se han
de emplear deben ser sanos, eficaces y aprovados
por los brahmanes y los amigos.
(*) Desde tiempo inmemorial, los autores orientales
se han ocupado de los afrodisíacos. He
aquí, a este respecto, una nota que tomamos
de una traducción del Arte de amar indio,
o Ananga Ranga: Los libros del Extremo
Oriente dividen los afrodisíacos en dos
series: 1ª, los afrodisíacos mecánicos
o naturales, tales como las incisiones, la flagelación,
etc.; 2ª, los afrodisíacos medicinales
o artificiales. A la primera serie pertenece
la aplicación de insectos, tal como es
practicada por ciertas razas salvajes. Todos
los orientalistas conocen el cuento del viejo
brahmán cuya mujer insistía en
que él se dejara picar aún por
una avispa.
De:
El Ananga-Ranga (Tratado Hindú
del Amor Conyugal)
(
) Aquí acaban los remedios que
reconfortan el corazón y excitan los
deseos. Pero si el lingam es blando o pequeño,
resulta por completo incapaz de contentar a
la mujer, y de hacerla amar y respetar a su
marido. De aquí la necesidad de otras
recetas para reforzar y agrandar ese miembro,
volviéndole sólido y fuerte, duro
y vigoroso.
-Primer Prayoga: -Tomad cantidades iguales
de Chikana (hedysarum lagopodioides), de Lechi,
de Kosth (costus speciosus o arabicus), Verkan
(raiz de iris), de Gajapimpali (potos officinalis),
de Askhand (physalis flexuosa) en palos, y de
kanher-root (oleandro, nerum odorum), moledlos
y mezcladlos con manteca; esta composición
aplícala al órgano, y al cabo
de dos ghari (cuarenta y ocho minutos) tomará
el tamaño de un miembro de caballo(*1)
-Segundo Prayoga.- Tomad partes iguales
de Raktabol en polvo (mirra, llamada así
porque aumenta la sangre (*2), de Manashil (sulfuro
rojo de arsénico) de Costus arabicus,
de anís (*3) y de bórax; mezcladlos
en aceite de sésamo oriental, untad el
miembro, y se producirá la irritación
deseada.
-Tercer Prayoga.- Tomad partes iguales
de Sindhava (sal de roca), de pimienta, de costo,
de Riugani-rrot (solarum espinoso), de filamentos
de Aghara (achyrantes aspera), de Askhand (phisalis
flexuosa), de cebada, de Urid (phaseolus mungo),
de pimienta larga, de Shyras blanco (especie
de mostaza) y de Til (Ginjilee o sésamo);
machacad, mezclad con miel y aplicáoslo
sobre el borde inteior de la oreja. Este medicamento
produce una hinchazón enorme, y si se
aplica a una mujer, le inflamará los
senos.
-Cuarto Prayoga.- Tomad una Bibva (especie
de nuez, semicarpus anacardium), sal negra (*4)
y hojas de flores de loto, reducid todo a cenizas
y sumergid en el jugo del solanum espinoso (solanum
Jacquini); untaos después el lingam con
excrementos de Mahishí o búfala,
y aplicad las cenizas. Inmediatamente engrosará
y se pondrá tan fuerte como la mano del
mortero en que se machaca el arroz. Esta prescripción
es reputada como eficaz.
-Quinto Prayoga. Mezclad corteza
de Lodra (¿symplocos racemosa? ¿Moriunda
citrifolia?), Hirakas (caparrosa, vitriolo verde
o sulfato de hierro); Gajapimpali (pothos officinalis)
y Chikdna (hedysarum lagopodioides) con Til
o aceite de sésamo, a aplicad esto al
lingam: se agrandará inmediatamente.
Empleado por una mujer, esta composición
le hará hinchar los labios del yoni.
-Sexto Prayoga. Mezclad el fruto
del Dorli (solanum macrorrhizan), nueces (semicarpus
anacardium) y corteza de granada con aceite
amargo (de mostaza, sinapis dichotoma, empleada
principalmente para quemar), y aplicad esto
sobre el órgano: se volverá más
grueso.
Hasta aquí, las recetas para aumentar
la largura y el grosor del lingam; seguidamente,
vienen los procedimientos inversos para la estrechez
y el cerramiento del yoni.
A media que las mujeres avanzan en edad, y sobre
todo depués del parto, se produce en
ellas un cierto ensanchamiento seguido de blandura
y de flacidez del órgano. De aquí
la necesidad de prescripciones para reestrecharlo
y afirmarlo, de manera que aumente el goce del
marido, especialmente cuando está él
en la flor de la edad.
Primera prescripción. Tomad loto,
tallo o flor; machacadlo en leche, amasadlo
en pequeñas bolitas e introducidlas en
el yoni: la mujer, aunque tuviere cincuenta
años, se volverá como una virgen.
Segunda prescripción. Tomad un
trozo de corteza de abeto (pinus deodaru) y
moledlo juntamente con cúrcuma, con Daruhalad
(cedoaria) y con filamentos (¿polen?)
de flor de loto; aplicadlos interiormente: resultará
una gran constricción de tejidos.
Tercera prescripción. Tomad grano
en polvo de Talmakhana, con zumo del mismo grano,
y frotad con ellos el yoni, por dentro y por
fuera: el refortalecimiento será instantáneo.
Cuarta prescripción. Machacad juntas
cantidades inguales de Triphala (los tres mirobolanos
anteriormente especificados), la flor de Dhavhati
(grislea tomentosa), de corazón de Jambhuli
(manzano rosa) y Sanvari (algodonero sedoso,
bombax heptaphyllum) con miel; introducid esto
en el yoni, y parecerá el de una mujer
que no ha estado nunca casada.
Quinta prescripción. Machacad
juntos granos de Karu-Chompali (calabaza blanca,
amarga, cucúrbita lagenaria) y corteza
de Lhodra (¿symploco racemosa?, ¿morinda
citrofolia?), introducidlos en el yoni, y el
hueco que se produce después del alumbramiento
será completamente reducido.
Sexta prescripción. Tomad tiras
de Askand, de Chikana, de Onva (o Ajvini, especie
de aneto), de cedoaria, de loto azul, de costo
y del Vala, o del Khas-Khas (andropogon muricata);
mezclad en partes inguales, moledlos en agua
y aplicadlos cada día en el interior:
resultará un constreñimiento muy
satisfactorio.
Septima prescripción. Tomad la
sal producida por la ebullición y vaporización
de la corteza de Moh (bassia latifolia), mezcladla
con miel e introducidla a modo de supositorio
en el yoni, que llenaréis hasta los labios
cada día: y quedará como curtido(*5).
(*1) Los chinos tienen por cierto un secreto
de este género: es la pildorilla color
de rubibarbo, encerrada en una cápsula
de cera y compuesta de materias vegetales, como
se ha demostrado en numerosos análisis.
Disuelta en agua caliente y aplicada al órgano,
produce una fornicación seguida de una
irritación intensa, cuyo efecto es el
aumentar notablemente las proporciones del miembro,
llevando a él una cantidad anormal de
sangre.
(*2) La mirra, goma inestimable que tenemos
la torpeza de desdeñar, parece ser, en
las farmacopeas india y árabe, una especie
de remedio universal. Tan es así, que,
hacia el año 1500, nuestros libros de
medicina preconizaban en ella una panacea para
todas las enfermedades.
(*3) Otros dicen Karvi-Dorki, el fruto del eucumis
acutangutus o sulcatus.
(*4) Esta sal negra se obtiene sumergiendo el
artículo fósil en agua con mirobolanos
émblicos; es un tónico muy conocido,
que se emplea también, en ciertas proporciones,
como apreritivo.
(*5) Este procedimiento de contracción
es generalmente usado en la India. Los europeos,
que, comúnmente, no tienen allí
trato sino con las prostitutas, se imaginan
que las mujeres emplean el Chunam, o cal apagada.
Es un error vulgar: el constrictor más
generalizado es una infusión de corteza
astringente, reforzado a veces con alumbre.
De: El
Katab Libro musulmán de las
leyes secretas del Amor publicado por primera
vez en español, traducción: Juan
B. Bergua-
(
)cuando la impotencia es el resultado
de un temperamento frío y húmedo,
hay quien dice que esta imperfección
se combate fácilmente afeitándose
o haciéndose afeitar todo en torno al
Dkeur, perineo y bolsas, práctica que
se dice incluso que observaba, sin duda, por
comodidad y capricho, no por impotencia ciertamente,
el Profeta. También se dice y recomienda
una alimentación a base de huevos, a
causa de haber en éstos cierto principio
que por lo visto aumenta la semilla humana y
multiplica sus animalículos (espermatozoides).
Bien que no lo crea mucho, lo apunto, dado que
en todo caso no hay mal alguno en ensayar estos
remedios.
K.-Según el Ulema Djelal-ed-din, Abu
Silimán Daud, un individuo vino un día
a quejarse al Profeta de que no tenía
hijos. Este, por toda prescripción, le
aconsejó que comiese huevos. La tradición
no dice si le dio resultado hartarse de huevos
o si tantos deseos tenía de hijos, que
al volver junto al Profeta éste no le
daría un consejo verdaderamente eficaz:
buscar un amigo que tuviese fama de buen repoblador,
compartir con él los huevos y la mujer
y aceptar como suyos los hijos paridos por ésta
gracias a su ayuda.
L. El empleo del hinna (henné),
aplicado como tinte sobre la extremidad de los
dedos, sobre el cráneo y en lo pies,
excita también al coito y, como consecuencia,
combate la impotencia fisiológica por
frialdad. Teñios con henné
ha dicho Ahas-; rejuvenece, embellece
y empuja a la cópula. Por otra
parte, Abú-Rafí refiere lo siguiente:
Un día estaba en casa del santo
Profeta. Yo estaba sentado y he aquí
que él se pasó la mano por la
cabeza y dijo: ¡Escuchadme! Haced
uso del gran cosmético colorante llamado
hinna (henné). Su polvo, obtenido pulverizando
las hojas secas de la planta que le produce,
endurece la piel, además de embellecerla,
y anima al coito. Según una experiencia,
que yo mismo he experimentado, pocas impotencias
no orgánicas hay que puedan resistir
a unturas practicadas mañana y tarde
sobre el Dkeur con agua destilada y henné.
Basta, por lo general, con hacerlo durante ocho
días, quince cuando más, para
que la cura sea radical.
M. Un manjar que conviene igualmente a
los impotentes por frialdad temperamental es
el Khamis de Asia Damasco, Bagdad y Esmirna-
y los Terfas (especie de trufas uno y otro).
Este género de champiñones, cuyo
perfume es exquisito y el gusto sumamente particular,
facilita el coito gracias a su acción
estimulante sobre el cerebelo y los efectos
tónicos que producen en todo el sistema
nervioso.
Es bueno, pues comer Khamis y Terfas cuando
se quiere estar bien dispuestos para el coito.
N.-Los baños locales de agua fría,
de una duración de uno a dos minutos,
tomados por la mañana en ayunas, en el
momento de levantarse, dan igualmente buenos
resultados en el tratamiento de la impotencia
fisiológica de causa moral. Lo mismo
ocurre con la flagelación (masoquismo).
Pero de esto hablaremos más largamente
después.
O. Según el célebre tradicionalista
Abu-Horeirah, ¡que Dios tenga de él
misericordia!, el Profeta se quejaba un día
al ángel Gabriel de no poder practicar
el coito tanto como quisiera, oyendo lo cual
el ángel le respondió: ¿Es
posible? ¿Y por qué no comes hirizah?
¿No sabes que el herizah te daría
el vigor de veinte hombres? ¿Quieres
que te dé la receta? Verás, escúchala
y no la olvides: Haz que te preparen una pasta
bien espesa con trigo y carne de carnero, que
cocerán separadamente, cada uno por su
parte, y al que además de poner sal echaran
bastante pimienta roja. Luego, hecho esto, se
los cortará muy bien y se los majará
perfectamente al mismo tiempo, tras lo cual
sea añadirá asimismo muy finamente
cortado también un buen gallo viejo,
cocido, a su vez, con testículos y todo
y abundantes especias. Cuando sientas que tu
Dkeur no responde como quisieras, hártate
de herizah y ya verás el resultado.
P. Basándose en la admirable constitución
del Profeta y en las gracias especiales que
Dios había extendido en toda su persona,
algunos doctores han puesto en tela de juicio
el anterior relato de Abu-Horeirah, estimando,
por las pruebas que dio, que sin necesidad de
estimulantes fue durante mucho tiempo uno de
los más vigorosos gallos del corral de
la Arabia. Pero si reflexionamos sobre la naturaleza
puramente humana de nuestro santo Profeta, si
tenemos en cuenta la multitud de ocupaciones
y preocupaciones que le incumbieron y asediaron
cada día y nos acordamos de las tentaciones
que recibía por parte de sus mujeres
y de sus esclavas, deseosas unas y otras de
tener el honor de estar cuantas más veces
posible mejor en los brazos del Enviado de Dios,
convendremos en que nada hay que no sea perfectamente
natural en el relato del venerable Abu-Horeirah
al mostrarnos a Mhammed pidiendo más
potencia a Dios con objeto de poder responder
caritativamente a las numerosas exigencias a
que le obligaba y exponía su elevada
situación.
|
|
|