Ya que de ser fijada, hace que los
precios locales tengan niveles internacionales y se reduzcan. Sin embargo la fijación del tipo
de cambio sólo es sostenible si no hay desequilibrios externos elevados, que conlleven a
pronunciadas fugas de capitales, que obligan a liquidar reservas o RIN.
Es decir el tipo de
cambio fijo se sostiene sólo si existen reservas internacionales netas en dólares que puedan
hacer frente a los desequilibrios externos, aunque la evidencia señala que también es
necesario un equilibrio interno, que garantice la estabilidad financiera.
El tipo de cambio es estable si la deuda pública o privada en moneda extranjera es sostenible,
de lo contrario la demanda de dólares hará que la presión cambiaria sea alta.
Algunos países adoptan regímenes cambiarios fijos por acuerdo monetario, régimen
denominado caja de conversión o currency board agreement CBA. En estos casos la oferta
monetaria local es equivalente a las existencias en dólares de la economía, se tiene una
paridad cambiaria, es decir un dólar equivale a una unidad de moneda local, teniendo ambas
monedas el mismo precio. Para este sistema de convertibilidad se requiere que toda la
economía esté en equilibrio, que haya fuertes sistemas de información, sobre todo financieros.
Asimismo, que los mercados financieros sean flexibles y de ajuste rápido, es decir que el
sector real y financiero se ajuste rápidamente a los desequilibrios externos, los mismos que
producen cambios en las reservas internacionales y en la actividad económica. En este caso,
si los agentes mantienen sus saldos en moneda local (equivalente a la extranjera) y se
endeudan en moneda extranjera, con una capacidad de pago temporal o permanentemente
limitada, cualquier movimiento de capitales externos que no sea neutralizado por el Banco
central, redundará en una crisis de pagos general y en una caída fuerte del sistema financiero.
Una forma de entender las relaciones cambiarias y el sector real, parte de la definición de tipo
de cambio real, la cual es una relación entre la inflación local e internacional. (El tipo de
cambio nominal es el cambio monetario).
El diseño del tipo de cambio real tiene las siguientes bases: • El ingreso en moneda local del exportador es:
Tipo de cambio Tc x Precios extranjeros P* : Tc . P*
El ingreso real (Medido en capacidad de compra local) es el Ingreso del exportador entre
precios locales P.
Tc . P* / P
Este indicador de ingreso real se denomina tipo de cambio real TCR. Si los precios
locales bajan, el TCR sube o se deprecia de manera real, lo que abarata los precios del
exportador y se gana la posición en los mercados mundiales, esto eleva las exportaciones.
Considerando que el producto exportado tiene una demanda que básicamente se fija en
precios. Las políticas económicas que afectan precios, distorsionan el tipo de cambio real,
haciendo caer las exportaciones.
La adopción del sistema cambiario fijo contra un sistema libre o intervenido se sustenta en los
siguientes motivos:
Los tipos de cambio fijos facilitan las operaciones a las empresas y reducen sus costes.
Por ejemplo, cuando se toman decisiones de producción y de inversión no tienen que
preocuparse de las variaciones del tipo de cambio.
Muchos economistas creen que algunas variaciones de los tipos de cambio no están
relacionadas, al igual que las variaciones de las cotizaciones de las acciones, con
condiciones económicas objetivas y que en los sistemas de tipos flexibles, los tipos de
cambio suelen variar excesivamente. Estas variaciones provocan, a su vez, variaciones
inoportunas de las importaciones, las exportaciones y la producción. La fijación del tipo
de cambio elimina estos problemas.
Otro argumento es el hecho de que si hay que ajustar el tipo de cambio real, por
ejemplo, para eliminar un déficit comercial. El tipo de cambio real, puede ajustarse
incluso en un sistema de tipos fijos. Por lo tanto, los ajustes del nivel de precios interior y
del extranjero pueden lograr el mismo resultado que una variación del tipo de cambio
nominal.
Los tipos de cambio fijos eliminan el riesgo de que el banco central adopte medidas
desacertadas. Este argumento forma parte de uno más general, según el cual la
imposición de rigurosas restricciones a la política, ya sea fiscal o monetaria, puede, en
realidad, mejorar las cosas en lugar de empeorarlas.
Los argumentos son suficientemente complejos para que las justificaciones a favor o en
contra de los tipos sean controvertidas. De hecho, probablemente ésta seguirá siendo durante
mucho tiempo una de las principales cuestiones en muchos países.
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