Se comienza a
desarrollar el análisis de las expectativas de los agentes. Muth, establece que las expectativas
anto para quienes se dedican a los negocios, como para aquellos que realizan política
económica, es indispensable avizorar la marcha de la economía, para ello se ensayan
diversos modelos económicos de predicción.
son racionales en la medida que se basaban en la información existente en la economía.
Además de ello, las expectativas son racionales porque se centran en las decisiones de
optimización de los agentes y las empresas. Esta optimización debía darse en el futuro, del
mismo modo en que los agentes deciden en el presente.
Sargent y Wallace, aplican posteriormente las expectativas racionales en las relaciones del
sector real y monetario, existen efectos reales sólo cuando la inflación difiere de la esperada,
ante cambios monetarios no previstos. De este modo se afectan los mercados laborales ante
un salario real no esperado, lo que establece la existencia de una curva de Phillips ampliada,
entre inflación, desempleo y producto. Sin embargo cuando la inflación es la esperada, los
mercados se mantienen inalterados, rompiendo la curva de Phillips y se mantiene el nivel de
pleno empleo. Los agentes aprenden continuamente, pueden ser sorprendidos en el inicio, por
cambios monetarios.
Pero van ajustando sus expectativas inflacionarias ante cada cambio en
la emisión de dinero, de modo que ante una información amplia y perfecta, el precio esperado
se ajusta al real y no se cambian los mercados laborales ni los niveles de empleo y producto;
eso fue denominado la irrelevancia de la política monetaria.
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