La superficie de nuestra piel, la epidermis, se compone completamente de células muertas, si, ha leído bien células muertas en el recién nacido y el niño pequeño estas células están continua y rápidamente desechadas por las células nuevas que crecen por debajo de las mismas, las cuales a su vez están desechadas por otras nuevas que crecen de bajo de ellas. La piel suele ser hidratada, redonda y tersa a consecuencia de la regeneración veloz proceso de desecho de las células muertas

Por su puesto ala par que envejecemos, la regeneración de la células se hace más lenta (no solo en la piel)y tardan mas en desecharse las células muertas. Esto puede causar, en parte, una piel reseca, y sin lugar a dudas ayuda a la aparición de las arrugas donde las células muertas se juntan en los pequeños surcos de la piel y nuestras expresiones faciales las empujan a formarse en una línea rígida.

Pese a ser una sustancia limpiadora bastante eficaz, el jabón suele tener una base alcalina y para que se conserve la elasticidad de la piel, las sustancias alcalinas no son buenas.

Esto se debe a que la piel es una poco acida, para matar a las bacterias que puedan invadir a los tejidos y el usar una limpiadora alcalina quita esta acides necesaria. También el jabón seca mucho, de modo que personas con el cutis graso piensan que es útil. Es cierto que personas que tienen la piel grasa conservan una apariencia mas juvenil durante mas tiempo pero a menudo pagan por ese privilegio con una piel con granos o con poros abiertos en los últimos años de su adolescencia debido principalmente a cambios hormonales y también a una dieta inadecuada.