Características de la alta autoestima
Una persona con la autoestima alta piensa que su vida hace una diferencia importante en el mundo y en las personas que le rodean.
Tiene confianza en sus capacidades. Se caracteriza por su honestidad su amor hacia sí misma y hacia los demás y porque expresa su libertad. Demuestra integridad entre sus valores y sus acciones entre lo que siente y lo que dice entre su comunicación verbal y no verbal. Establece relaciones enriquecedoras y no destructivas, ya que lo semejante se atrae, los hombres y mujeres que confían en ellos mismo se sienten atraídos unos por otros de una forma natural, al igual los hombres y las mujeres inseguros también se atraen entre ellos estableciendo relaciones destructivas y tóxicas.
Nos inclinaremos a tratar a los demás con respeto, benevolencia y buena voluntad, ya que no los percibiremos como amenaza, cuando alguna persona siente que otro es una amenaza porque lo siente superior, tiende a tratarlo de forma injusta, irrespetuosa, hiriente y dañina. Cuando nuestra autoestima es alta, nunca sentiremos que nadie es superior ni inferior a nosotros, el respeto será la característica principal que tendremos en el trato para con los demás.
Experimentamos alegría por solo el hecho de ser, de despertarnos a la mañana, de vivir dentro de nuestros cuerpos.
Características de la baja autoestima
Cuando la autoestima es baja, estamos cansados, nada nos entusiasma, nos sentimos inseguros de lo que somos capaces de hacer, sentimos que valemos poco. La baja autoestima busca la seguridad de lo conocido y lo fácil. Confinarse a lo conocido y lo fácil sirve para debilitar la autoestima. La baja autoestima tiende a generar depresión y ansiedad. Si nos sentimos significativamente carentes de eficacia y valor, casi con seguridad sentiremos que la existencia es aterradora e infructuosa.
Una persona con autoestima baja piensa que es insignificante. Se pasa la vida esperando que le ocurran las peores catástrofes, hasta que le ocurren. Vivir sus días aislada del mundo. La soledad parece perseguirla. Tiene enormes dificultades para poder comunicarse. Cuanto más baja sea nuestra autoestima, nuestras comunicaciones tenderán a ser más turbias, evasivas e inadecuadas debido a la desconfianza en nuestros propios pensamientos y sentimientos, así como a la ansiedad ante la respuesta de nuestros interlocutores.
Puesto que la autoestima se aprende, podemos también cambiarla y volverla más positiva. Una especialista en relaciones humanas, Virginia Satir(1981) , ha dicho: Siempre hay esperanza de que la vida cambie porque siempre se pueden aprender cosas nuevas.
Los principales pasos para mejorar la autoestima son:
- Reconocer que nuestra autoestima es baja.
- Convencerse que la autoestima se puede cambiar
- Decidir cambiarla.
Cualquier cambio que planeemos hacer, hagámoslo para complacernos a nosotros mismos. Podemos complacer a algunas personas por cierto tiempo, pero no podemos complacer a todo el mundo todo el tiempo. Ni tiene caso hacerlo, nadie puede caerle bien a todo el mundo.
En este caso que ahora nos atañe, busquemos como figura de autoridad, mejorar para crecer en lo personal, pero también para tener para dar a nuestros niños y jóvenes, recordemos que no podemos dar lo que no tenemos.
Tener buena autoestima es verdaderamente quien soy, autónomo , capaz de poner límites, orgulloso (a) de ser quien soy, y por último, absolutamente abierto a recibir lo que me he ganado. La autoestima se aprende de los padres especialmente, , si yo he recibido valoración, si mis padres me consideraban valioso, me aceptaban como era, me daban cierta autonomía, respetaban mi privacidad, si estaban orgullosos de mi y me hacían sentir reconocido, sin que me quedara endeudado o culpable cuando me daban algo, entonces es más fácil para mí darme cuenta de que soy valioso.
Para algunos autores es como una escalera que se construye con distintos escalones, estos escalones son:
- Auto conocimiento.
- Auto concepto.
- Ato evaluación.
- Auto aceptación.
- Auto respeto
- Auto estima.
Analicemos en los siguientes cuadros, las conductas típicas en ambas manifestaciones de la autoestima, tanto cuando esta es una autoestima baja, como cuando es una autoestima alta.
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